“Soy católico no practicante“
MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES | EL UNIVERSAL
miércoles 6 de julio de 2011 04:17 PM
Esta es la frase que utilizan algunos católicos para justificar que no van a misa los domingos, entre otras cosas. Les voy a transmitir una explicación a esa frase que conseguí en el IV Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Caracas del 23 al 26 de junio. Fue un evento sin precedentes en la historia de nuestra Iglesia Venezolana del siglo XXI donde el Nuncio, el Cardenal, Obispos, sacerdotes, religiosas, consagrados y laicos, compartimos y aprendimos mucho unos de otros.
En un Manual que nos entregaron se consigue información que puede interesar a los católicos que no asisten a la misa dominical. En la pág. 32 dice: “Necesitamos recordar periódicamente a Dios, so pena de olvidarnos de Él y perecer de angustia en la Nada. Pero ¿por qué un día de cada siete, …?, ¿por qué el séptimo y no el segundo?…, en definitiva ¿por qué no cada uno cuando uno quiera?, ¿por qué todos a la vez? La respuesta está en esta última pregunta: … porque todos a la vez. Necesitamos festejar a Dios todos juntos (el Domingo, día que celebramos la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo), no cada uno por su cuenta, como si los demás no existieran…”.
En la pág. 33 se lee: “Despreciar el día séptimo es un modo de rebelarse contra Dios… Celebrando el día séptimo somos fieles a Dios y fieles a nosotros mismos… nunca soy más fiel a mí mismo que cuando estoy de rodillas delante de Dios (mi Creador) en el día séptimo…”.
Cuando alguien dice que es un católico no practicante: “Hay una incoherencia intrínseca en esta frase ya que el cristianismo no es un mensaje doctrinal con el que se pueda estar de acuerdo en la teoría pero no en la praxis de nuestras vidas (esto sería un cristiano no practicante)… Esa incoherencia … se refleja en que quien deja de practicar va dejando poco a poco de ser cristiano ¿Cómo ha perdido la fe más de uno? Un domingo no fue misa, al siguiente tampoco… Y han pasado diez años …” (pág. 33).
Pero además de todo quien no va a misa los domingos se está perdiendo de algo maravilloso que el mismo Jesucristo nos dejó en la Última Cena: Su Cuerpo y Su Sangre que se nos entrega como alimento para darnos Vida, y poder continuar nuestra lucha como cristianos en un mundo lleno de contrariedades, dolores, enfermedades… En las conferencias y homilías que nos dieron los obispos se habló de la importancia de la eucaristía para fomentar la Paz en nuestra nación, porque un católico bautizado que va a misa todos los domingos y comulga (con la adecuada preparación) es un cristiano sembrador de Paz y Alegría.
En la reciente Exhortación Pastoral de la Conferencia Episcopal que consta de 20 puntos se nos dice: “Ante tantos problemas que vivimos a nivel personal, familiar y social, corremos el peligro de dejarnos invadir por el pesimismo… y éste puede llevarnos a una desilusión parecida a la de los discípulos de Emaús, quienes, entristecidos por la muerte de Jesús, caminaban sin esperanza. No podemos sucumbir a la tentación de la indiferencia, la resignación o la huida de la realidad. Frente a estos peligros nos alienta e impulsa la presencia del Señor en nuestras vidas, la fuerza de su Espíritu y el Pan de Vida de la Eucaristía, como lo proclamamos gozosamente en el IV Congreso Eucarístico Nacional…” (Exhortación Pastoral: http://www.cev.org.ve/noticias_det.php?id=3730)
Ser Católico Practicante no sólo es un deber de Amor con nuestro Padre Dios sino que es una fascinante experiencia de vida que nos da felicidad y nos fortalece ante las contrariedades. Las enseñanzas y la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo y Su Santa iglesia Católica nos enseñan cómo practicar esa maravillosa Fe recibida el día de nuestro bautismo cuando nos hicimos Hijos de Dios.
Gracias a la Conferencia Episcopal Venezolana y a los organizadores de este Congreso que ha logrado encender, aún más, en el Amor de Dios a más de 1.300 católicos de toda Venezuela, para que llevemos a TODOS la maravilla de lo que significa ser católico en un país que quiere y necesita una renovación de la Fe, la Esperanza y la Caridad. Y ¡Mil gracias por haber consagrado nuestra amada Patria al Santísimo Sacramento y al Corazón Inmaculado de la Virgen de Coromoto el pasado 26 de Junio! ¡Jesucristo, la Virgen de Coromoto y los católicos, encendidos en el Amor de Dios, son vitales en el futuro de nuestra nación!
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