Día: 30 de diciembre de 2011

Cantaremos. Fiesta de Santa María Madre de Dios

En su Evangelio, San Lucas termina el relato del nacimiento de Jesús diciendo que «María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón». Las conservó como una experiencia revivida a lo largo de su vida.

María es el modelo más perfecto de fe y es eso lo que realmente la hizo grande. Creer en Jesús Salvador no es recordar acontecimientos, sino experimentar hoy su fuerza salvadora, capaz de hacer más humana nuestra vida.

Jesús no es cosa del pasado, no es un personaje del ayer. La salvación de Jesús resucitado se no ofrece “HOY” siempre que nos encontramos con él. Así se nos anuncia el nacimiento de Jesús: ” Les ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador”. Hoy puede nacer Jesús para nosotros. Hoy puede entrar en nuestra vida y cambiarla para siempre. Con él podemos nacer a una existencia nueva.

Está por comenzar un nuevo año. ¿Quién podrá inspirarnos para comenzar una vida nueva? Debemos estar atentos a la gracia que despierta en nosotros. La salvación se nos ofrece cada día y hoy mismo puede ser para nosotros un día de salvación.

CANTAREMOS:

  • Entrada: Dios camina con su pueblo…..235
  • Señor ten piedad
  • Gloria in excelsis Deo…………………….245
  • Aleluya: Ha nacido el Salvador…………229
  • Ofertorio: Nana ………………………….254
  • Santo – Padre nuestro –
  • Para la paz; Gloria in excelsis Deo………245
  • Cordero de Dios
  • Comunión: En un portal…………………238
  • Nos ha nacido el Cristo…………………..256
  • En el Portal de Belén……………………..278
  • Despedida : Corre caballito…………….232

1 Enero . Domingo, Santa María Madre, de Dios, S

Evangelio según San Lucas (Lc 2,16-21)

En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño y cuantos los oían, quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas esa cosas y las meditaba en su corazón.

Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado.

Cumplido los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido.