Cuando Jesús se despide de los suyos les confía la misión de proclamar su Evangelio y hacer sus discípulos en todo el mundo. En el Evangelio está la clave para hacer de sus seguidores verdaderos discípulos. Sin embargo cualquiera que se acerque a nuestras comunidades cristianas no percibe más que una religión opaca, carente de conocimiento y encuentro personal con Jesús y su Evangelio.
Nada puede renovar nuestra comunidad como la fuerza del Evangelio. Solo la experiencia directa del Evangelio puede revitalizar a la Iglesia. Cuando la crisis nos obliga a centrarnos sólo en lo esencial, vemos que nada es más importante hoy para los cristianos que reunirnos a leer, escuchar y compartir juntos los relatos evangélicos. Los Evangelios nos enseñan a vivir la fe, no por obligación sino por atracción. Nos hacen vivir la vida cristiana, no como deber sino como irradiación y contagio. Reunidos en pequeños grupos, en contacto con el Evangelio, iremos recuperando nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús. ¡Una dinámica nueva que transformaría la Parroquia!
CANTAREMOS:
- Reunidos en el nombre del Señor………..159
- Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
- Antífona
- Este Pan y Vino………………………………..91
- Santo-Padre nuestro-La Paz
- Cordero de Dios
- Por Tí Señor……………………………………134
- Como el ciervo…………………………………54
- Viva Cristo…………………………………….218