Día: 27 de julio de 2012

Cantaremos 29 de Julio. XVII Domingo del Tiempo Ordinario

Cantaremos. XVII Domingo del Tiempo Ordinario
Por alberto, Sábado, 14 de julio 2012

Sal. 144, 10-11. 15-16. 17-18

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

CANTAREMOS:

  • Entrada
    • El Señor nos llama y nos reune………………53
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antífona-Aleluya
  • Ofertorio
    • Te ofrecemos Señor…………………………170
    • Santo-Padre nuestro-La Paz-
    • Cordero de Dios
  • Comunión
    • Tu pones lo demás…………………………..145
    • Donde hay caridad y amor………………… 134
  • Despedida
    • Viva Cristo…………………………………….218

29 de Julio. XVII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Lectura del santo Evangelio según San Juan (Jn 6,1-15)

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe:
–¿Con qué compraremos panes para que coman éstos ? (lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer).
Felipe le contestó:
–Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro le dijo:
–Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero, ¿qué es eso para tanta gente?
Jesus le respondió:
–Decid a la gente que se siente en el suelo.
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron: sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos:
–Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
–Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo.