Las turbas están profundamente impresionadas ante la estruendosa multiplicación de los panes realizada por Jesús y quieren hacerlo rey. Jesús en cambio, sabe muy bien cuál es el carácter de esta fe mesíanica que los empuja. Se retira, pero poco después lo alcanzan en Cafarnaúm y tiene lugar el incidente reseñado por Juan en el capítilo VI. No le buscan porque han oído hablar de Dios, sino porque quieren apoderarse de su bienhechor para establecer un reino mesíanico temporal. Jesús los desconcierta diciéndoles que “trabajen, no por el alimento que perece, sino por el que perdura hasta la vida eterna“. El pan es necesario y por eso nos enseña a pedir al Padre, que no falte nunca el pan en nuestra mesa. Pero no podemos olvidar que hay en nosotros otra hambre que va más allá del alimento material y que éste no puede calmar. Jesús se presenta como ese Pan que nos viene del cielo. Los alimentos sacian el hambre de cada día, pero Jesús nos dice, que sólo Él es Pan de vida eterna. Al creer en Jesús, es comienza a vivir en nosotros algo que no terminará con la muerte. Jesús es el verdadero alimento, garantía de vida eterna.
CANTAREMOS:
- Entrada: Al reunirnos…………………………..6
- Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
- Antifona.
- Ofertorio: Este y vino Señor…………………91
- Santo-Padre nuestro.
- Danos la paz……………………………273
- Cordero de Dios
- Comunión: Pascua-Canto de comunión…..135
- Un pueblo que camina…………………174
- Despedida: Si me falta el amor…………….178