Este domingo, S. Lucas nos presenta la figura de Juan Bautista, y luego de ubicarla en el tiempo histórico nos dice que: “…vino la Palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías. Entonces empezó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia”….. Esta es la manera que Dios emplea para comunicarse con el hombre: se anuncia y envía su mensaje utilzando a otros hombres. Pero este llamamiento de Dios, no se limita sólo al anuncio teórico del mensaje, sino que convoca a un cambio, a una transformación de la propia vida.
En los Evangelios no sólo aprendemos conceptos teóricos… Si los leemos o escuchamos con atención, ellos nos conducen a un encuentro personal con Jesús, el Enviado de Dios, la manifestación visible de Dios.
La liturgia del Adviento nos prepara a la celebración del Misterio de la Encarnación, al misterio por el que Dios se hizo hombre para habitar entre los hombres. Juan nos muestra el camino que hemos de recorrer para recibirlo dignamente. Nos dice: “hagan rectos sus senderos, que lo tortuoso se haga derecho, que los valles sean rellenados y los montes rebajados”…. ¡un lenguaje
alegórico que todos podemos comprender! El anuncio del Profeta debe hallar eco en nuestra vida y debemos comenzar por enderezar conductas torcidas; debemos darle un sentido nuevo a nuestro aletargado cristianismo. La “Buena Noticia” llega para iluminar, corregir, transformar y santificar. Este es el meollo de la nueva evangelización.
CANTAREMOS:
- Que los cielos lluevan al Justo………………..150
- Señor ten piedad- Aleluya- Antifona
- Preparad el camino al Señor…………………..139
- Santo- Padre nuestro- La Paz
- Cordero de Dios
- Ven a nuestro mundo………………………….271
- Oh Emmanuel……………………………………266
- Ven Salvador……………………………………215