Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven a librar a los que yacen oprimidos por las tinieblas del mal.
Dijo el ángel a María: Has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, y será llamado Hijo del Altísimo.
” María contestó : “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.” (Lc 1,26-38)
Creer no consiste solo en dar fe a la palabra que hemos escuchado. Exige un compromiso con el mensaje. María se puso por completo al servicio del proyecto de Dios.
Misa de aguinaldos en casa de la familia Nunes