Día: 5 de enero de 2013

Cantaremos. La Epifania del Señor

El relato de los Magos representa el camino que recorren todos los hombres en busca de Dios. Dice Benedicto XVI. que “los Magos representan el camino de las religiones hacia Cristo, así como la autosuperación de la ciencia con vistas a él”. El día de los reyes Magos nos recuerda que la presencia de Jesús en el mundo suscita reacciones y sentimientos encontrados: en los Magos despierta el sentido de búsqueda y de adoración, pero al mismo tiempo del corazón de Herodes se adueñan los celos, el rechazo y el propósito de darle muerte. La aparición de la estrella nos recuerda que Dios se ha manifestado y se sigue manifestando através de las obras de su creación.

“Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. Una frase que nos hace pensar en el camino de la fe. “Hemos visto la estrella”…. Dios comienza por enviarnos su luz. Su estrella nos lleva por el camino que conduce al misterio de Dios. Todo conduce por los caminos de la salvación a quiénes buscan a Dios con sinceridad. Ojalá que nuestra búsqueda culmine como la de los Magos: con la visión de la gloria de Dios y nuestra profunda adoración.

CANTAREMOS:

  • Corre caballito……………………………….232
  • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
  • Antífona
  • El niño Dios…………………………………..280
  • Santo-Padre nuestro-La Paz
  • Cordero de Dios
  • Alabanzas al Mesías…………………………283
  • Nana…………………………………………..254
  • La Jornada……………………………………250

6 de Enero – Domingo de la Epifanía del Señor.

Evangelio según San Mateo (Mt 2,1-12)

Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo. »
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él. Convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
«En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta:
“Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel.”»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
«Id y averiguad cuidadosamente qué hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Advertidos durante el sueño, de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.