Según Jesús, el Reino de Dios, es una oportunidad para todos. Así lo expone en muchas de sus parábolas, sobre todo en la más cautivadora de todas, que bien se podría llamar “La Parábola del Padre bueno”. La parábola está dirigida a personas que piensan mediante imágenes y no transmite una enseñanza simplemente conceptual, sino en sentido complejo, como lo es la vida misma.
En tiempos de Jesús la familia lo era todo: hogar, trabajo, supervivencia, protección y seguridad. Por eso todo el mundo se sintió interesado cuando Jesús comenzó su relato. ¡Cómo iba un padre a repartir su herencia estando en vida? ¡Lo que el hijo menor le pide es una locura! Se entregará a una vida desquiciada que lo conducirá a la autodestrucción. Sólo entonces recordará que tiene un padre y decidirá volver, aunque entonces le reciba sólo como un empleado. Quedará sorprendido ente la entrañable agogida del padre, el abrazo y los besos que son como los de una madre.
El hijo harapiento ya no es más el mendigo depravado; es “el hijo que había muerto y ha vuelto a la vida”. El arrepentimiento quiebra las normas de la mera justicia. Esta conversión tiene un punto de partida creador que viene de Dios, ya que el pecado produce ceguera y la ceguera espiritual hunde al hombre en las tinieblas. El que se convierte logra salir de la oscuridad y esta luz sólo es obra de la Gracia. ¿Será esta la mejor metáfora de Dios?…. ¿Vale tanto nuestra conversión?………….
CANTAREMOS:
- Vienen con alegría…………………………………………………219
- Señor ten piedad-Tu palabra me da vida
- Antífona
- Este Pan y Vino Señor………………………………………………91
- Santo-Padre nuestro-La Paz
- Cordero de Dios
- Tan cerca de mi…………………………………………………….193
- Por Tí Señor………………………………………………………….134
- Ya no temo……………………………………………………………223