Día: 14 de junio de 2013

Cantaremos. 16 de Junio. XI Domingo del Tiempo Ordinario /C

Este domingo Lucas nos presenta una narración complicadamente hermosa: Simón el fariseo invita a Jesús a comer. Allí se presenta una mujer conocida públicamente como prostituta. Entra a la casa, desafiando el poder convencional y se echa llorando a los pies de Jesús. El fariseo piensa:”Si este fuera Profeta sabría que es una cortesana. Si no lo sabe, no es Profeta, y si lo sabe es de su misma especie”. Jesús lee su pensamiento y enseguida le contesta……….

En el diálogo con el fariseo, Jesús le muestra la región espiritual en la que ahora se encuentra la acusada: en el de una contrición profunda y en un amor tan grande que la aleja del pecado y la acerca al Salvador. “Esta mujer, a quien tú llamas pecadora, dejó de serlo apenas entró aquí; porque sólo puede amar como ella quien ha recibido el perdón de tantos pecados”. No se trata de una defensa de la pasión contra el orden y la Ley. No aboga Jesús por los proscritos contra los que viven en el orden y en el aprecio de sus semejantes. No considera más apreciable a los pecadores que a los virtuosos. Jesús divinamente sale en busca del hombre y lo coloca ante Dios.

Jesús se acerca al pecador no por atracción al vicio, sino porque tiene el divino poder de acercarse al hombre para anunciarle su mensaje y otorgarle la reconciliación. A este respecto el N. T. dice que “los pobres, los desposeídos y los pecadores, acogerán más facilmente el reino de Dios que los poderosos y los que viven en la comodidad”. Simplemente, porque el instinto de estos últimos les empuja a conservar el mundo tal y como es. ¡Bienaventurado el pecador que busca el perdón!
jmm.

CANTAREMOS:

  • El Señor es mi fuerza……………………………………………………………….80
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antífona
  • En la patena…………………………………………………………………………..68
    • Santo-Padre nuestro-La Paz
    • Cordero de Dios
  • Perdón Señor……………………………………………………………………….133
  • Tan cerca de mi…………………………………………………………………….193
  • Tomado de la mano……………………………………………………………….191

16 de Junio. XI Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según San Lucas (Lc 7,36-8,3)

En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume, y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado, se dijo:
–Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora.
Jesús tomó la palabra y le dijo:
–Simón, tengo algo que decirte.
El respondió:
–Dímelo, maestro.
Jesús le dijo:
–Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?
Simón contestó:
–Supongo que aquel a quien le perdonó más.
Jesús le dijo:
–Has juzgado rectamente.
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón:
–¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella en cambio me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella en cambio desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella en cambio me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo, sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor: pero al que poco se le perdona, poco ama.
Y a ella le dijo:
–Tus pecados están perdonados.
Los demás convidados empezaron a decir entre sí:
–¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?
Pero Jesús dijo a la mujer:
–Tu fe te ha salvado, vete en paz.
Más tarde iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.