Verdadera Navidad
Julio César Arreaza B
Con el tiempo de Adviento, época especial del año, en que recibimos innumerables gracias quienes nos preparamos debidamente para la venida del Señor, la Iglesia Católica inicia un nuevo año litúrgico. Se trata de las cuatro semanas previas a la Navidad, en las cuales nos vamos alistando con contrición, alegría y esperanza para celebrar el gran acontecimiento de nuestras vidas: el Nacimiento del Niño Jesús. Conmemoramos la primera venida del Redentor de la humanidad y al mismo tiempo, por medio de esta recordación, el espíritu se orienta a la espera de la segunda venida de Cristo al final de los tiempos. Adviento se presenta como un tiempo de piadosa y alegre expectación. La corona de Adviento con sus cuatro velas resulta una catequesis sencilla para enseñar a los pequeños la proximidad de la Navidad, quienes con palpitante emoción van contando los días que restan para la llegada del Niño Jesús; en estos domingos de Adviento al comienzo de la misa, observamos a un niño encender una vela cada semana, hasta completar el cuarto domingo. Dios mediante mañana, las cuatro velas prendidas, indicarán la inminencia del Nacimiento del Niño Jesús en la Nochebuena.
El cristiano no es una isla, forma parte de una comunidad que es la Iglesia, que cada año celebra los principales misterios de nuestra salvación, para enriquecerse con el poder redentor, rescatador, de Jesús. Esta celebración escalonada se llama ciclo litúrgico. Después de la celebración anual del misterio pascual, la Iglesia nada tiene más antiguo que la celebración del Nacimiento del Señor y de sus primeras manifestaciones: esto tiene lugar en el tiempo de Navidad.
El cristiano auténtico procura realizar prácticas de piedad en conformidad con el ritmo de la liturgia, para poder celebrar santificándolo, el tiempo. Notamos la alteración de la tradición cristiana cuando se decreta civilmente la Navidad anticipadamente, ignorando el tiempo litúrgico y por tanto el verdadero significado de la Navidad. Increíble ver inclusive a gente viejona pujando para recibir, como si se tratara de una receta instantánea: un rayo veloz, hoy 21 de diciembre, el mal llamado “Espíritu de la Navidad”, que no es tal sino un monigote.
Preparémonos para celebrar dignamente en su oportunidad el verdadero tiempo de Navidad a partir del 25 de diciembre hasta el domingo 12 de enero de 2014, con la fiesta del Bautismo del Señor. Sea Jesús la gran fiesta de nuestras vidas para que derramemos a nuestro derredor semillas de alegría y esperanza.
@JulioCArreaza