2 de Marzo–VIII Domingo del Tiempo Ordinario /A

Evangelio según San Mateo (Mt 6,24-34)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque odiará a uno y amará al otro; o, al contrario, obedecerá al primero y no le hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero.
Por eso les digo que no se preocupen por la vida, pensando qué comerán o con qué se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo,que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes más que ellas?
¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su vida siquiera un momento?
¿Por qué se preocupan del vestido? Miren como crecen los lirios del campo que no trabajan ni hilan. Pues bien yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vestía como uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba del campo que hoy florece y mañana es echada al horno ¿no hará mucho más por ustedes,hombres de poca fe? No se inquieten , pues, pensando: Qué comeremos o que beberemos o con qué nos vestiremos?. Los que no conocen a Dios se desviven por esas cosas; Pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de ellas.
Por consiguiente, busquen primero el Reino de Dios, y todas esas cosas se les dará por añadidura. No se preocupen por el día de mañana, porque el día mañana traerá sus propias preocupaciones. A cada día le bastan sus propios problemas. »