El año pasado se activó la recaudación del dinero y los donativos de materiales de construcción. A finales del mes pasado se comenzó con el acondicionamiento de las oficinas parroquiales “y derrumbaron eso” dijo Maurera, indicando que el hecho ocurrió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. El proyecto de edificación de este templo guayacitano estaba paralizado desde 2002.
José Zorrilla, ingeniero miembro de la fundación, estuvo en la construcción de la capilla y considera que se trata de un acto vandálico, pues los malhechores no cargaron con ninguno de los materiales de construcción guardados en la obra.
Tanto Zorrilla como los trabajadores de la construcción presumen que “fueron unos indigentes que duermen aquí. Uno llega en las mañanas y los consigue (…) anoche lo que dejaron fue la botella (de una bebida alcohólica) que se bebieron”.
Piden seguridad
Zorrilla informó que dentro de la capilla diaria hay un depósito donde están asegurados los materiales de la construcción. Sin embargo, los daños perpetrados al avance de las oficinas parroquiales representan una pérdida aproximada de 25 mil bolívares, calcula el ingeniero.
“No se puede trabajar así, que un día te destruyan lo que ya has avanzado”, reclamó Zorrilla.
Maurera informó que hace un año solicitaron la vigilancia de la Policía municipal de Caroní, “pero vinieron dos días nada más. En la noche eso queda solo”, por lo que ambos voceros llamaron a la Alcaldía a que facilite el patrullaje y vigilancia nocturna en aras de salvaguardar el avance del templo.
Los voceros se reunieron con el resto de los miembros de la fundación para evaluar la posterior colocación de la denuncia ante las autoridades.