Mes: junio 2015

El último año de Bolivar.

El último año de Bolívar

Julio César Arreaza.

Luego de instalarse en Bogotá el Congreso Constituyente de Colombia, el 20 de enero de 1830, los diputados se trasladan del palacio de gobierno a la Catedral acompañados por El Libertador, a la sazón presidente de la república, para asistir a una misa solemne del Espíritu Santo. De nuevo en el salón de sesiones Simón Bolívar presenta su renuncia y al final de su alocución exhorta a los diputados a proteger la religión santa que profesamos, fuente profunda de las bendiciones del Cielo. Bolívar ya estaba enfermo y los sufrimientos morales eran muy fuertes.

Las fuerzas vivas de Ecuador le ofrecen al Libertador de un mundo que fije su residencia en ese país, al conocer que algunos exaltados de sus compatriotas le impiden regresar al país donde vio la luz primera.

En abril de 1830, Bolívar toma la determinación de embarcarse para Europa y emprende viaje a Cartagena y durante el camino hace una excursión y sube a un cerro y  contempla extasiado un paisaje esplendoroso, los torrentes de luz con que el sol hiere la cordillera al descender a su ocaso, el arrebol purpureo iluminando la bóveda celeste. El Libertador en religioso éxtasis expresa “que grandeza, que magnificencia, Dios se ve, se palpa, como puede haber hombres que lo nieguen”.

imageEl 24 de junio de 1830 llega a Cartagena, los moradores lo reciben como en sus mejores días. El fundador de la república caído, pobre, proscrito, inspira más simpatía que cuando era poderoso y vencedor. Estuvo a punto de embarcarse para Europa, pero ya acusaba signos de deteriorada salud. Bolívar se aloja primero en el cerro de la Popa y luego se instala al pie del cerro junto al santuario de la Virgen de la Candelaria de la Popa y su Convento, donde había tenido su cuartel general en 1815. Cada día se le nota más enfermo, huye del bullicio, no desea hablar de política, decepcionado por las inconsecuencias humanas.

El 1 de julio de 1830 recibe la noticia que el Gran Mariscal de Ayacucho ha sido alevosamente asesinado en la montaña de Berruecos. Dándose una palmada en la frente guarda silencio por largo rato. Solicita que lo dejen solo. Hasta muy avanzada la noche estuvo paseándose y levantándose de madrugada en la mayor agitación. Para agravar aún más sus sufrimientos morales, el grande hombre se entera a los días que Venezuela rompía definitivamente la Unión que conformaba la Gran Colombia, su más caro ideal.

La historia es una ciencia social con reglas, algunos inventan cosas que no están documentadas, como si lo están estos hechos sustraídos del magnífico libro “La Devoción a la Virgen de los Próceres de la Independencia: Belgrano, San Martín, O’Higgins, Ribas, Bolívar, Sucre y otros”, del presbítero Ramón Vinke.

Cantaremos. Domingo XIII del Tiempo Ordinario/B

San Lucas nos refiere en el cap. VIII que Jesús atraviesa al lago e inmediatamente, al desembarcar, una gran muchedumbre le rodea. Entre la gente se encuentra una mujer insignificante, que ni siquiera se atreve a hablarle al Señor, como lo hace Jairo, Jefe de la Sinagoga, que ha conseguido que Jesús vaya a su casa. Sin embargo, Jesús no hace diferencias entre los dos, porque lo que nosotros no alcanzamos a imaginar del Misterio de Dios, Él lo percibe como como bondad, compasión y salvación para todos. Jesús no separa a Dios de su reino y lo siente comprometido con el dolor, la enfermedad y las necesidades de la gente. Para el pudor de la mujer, su enfermedad es secreta porque se siente se siente impura. Jesús está siempre en contra del dolor, la discriminación y la muerte. A Dios le complace la salud de sus hijos. Cuando se acerca a los enfermos, no es para darles palabras de consuelo, sino para hacer florecer la vida.  Aquella mujer espera encontrar un chance para acercarse al Señor, aunque Él no la mire.  Confía y trata de tocar aunque sólo sea el manto de Jesús. ¡Para sentirse limpia, le basta la confianza en el Señor!… Jesús tiene sus caminos para curar las heridas secretas de quienes lo buscan con fe. Por eso le dice: "Hija tu fe te ha curado. Vete en paz".

Junto al lago es una niña la que muere.  Jesús se conmueve ante al sufrimiento de aquél padre. La vida nos viene de Dios y por eso debemos entender que Dios no hizo la muerte. El sufrimiento y la enfermedad no son expresión de la voluntad de Dios, no son pruebas, purificaciones o castigos que Dios va enviando a sus hijos…es una consecuencia del abandono de Dios por parte del hombre. El Dios que ama no se limita a crear, sino que actúa por amor. El Padre Dios, que nos muestra Jesús, es un Dios cercano y accesible a todos.  Al curar, Jesús no sólo devuelve la salud, sino la dignidad perdida, a la par que hace recuperar la esperanza, haciendo experimentar la salvación.  Cristo sólo exige una cosa: la fe. Realicemos este cambio de eje, que se llama Fe y comencemos a ver el mundo y todas las cosas en función de Dios. Esta es la nueva forma de existencia que vino a enseñarnos el Señor.(1)

  • Iª Lectura: Sabiduría (1,13-15;2,23-24): Muerte, vida y sabiduría

I.1. El libro de la Sabiduría (1,13-15; 2,23-24) nos ofrece hoy una de la reflexiones más hermosas sobre la vida y la muerte. Este es un libro tardío del Antiguo Testamento, escrito en griego, que recoge una gran tradición judía helenista y que ha marcado un hito en la gran cuestión de la existencia humana. Su afirmación de que Dios ha creado al hombre para la inmortalidad viene aminorada por el tópico de que la muerte no depende de Dios, sino de la envidia del diablo. De ahí su afirmación de que la muerte no entra en los planes creadores de Dios

I.2. ¿De qué muerte habla aquí el autor del libro? Indiscutiblemente de las dos muertes de nuestra existencia. El considera muerte, también, la vida sin sentido, la que viven los impíos; mientras que la vida vivida con sabiduría es la vida que Dios otorga. Saber morir, pues, es lo mismo que saber vivir según la reflexión del autor de este extraordinario escrito. Pero sigue siendo absolutamente irrenunciable que Dios nos ha creado para la vida y no para la muerte, porque «es un Dios de vivos».(2)

(1) Julie Meucci
(2) Fr. Gerardo Sánchez Mielgo.

CANTAREMOS:

      • Cantando la alegría de vivir…………………………………..53
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Te ofrecemos Señor ………………………………………….186
        • Santo – Padre nuestro – La Paz
        • Cordero de Dios
      • Señor, Tu eres nuestra luz …………………………………171
      • Como el siervo ………………………………………………….54
      • Si me falta el amor …………………………………………..178

28 de Junio – XIII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 5,21-43)

En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago , se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia:
–Mi hija está agonizando. Ven, a imponerle las manos, para que se cure y viva.
Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero en vez de mejorar, se había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le  acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con solo tocarle el vestido, se curaría.
Inmediatamente se seco la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notó al instante que una fuerza curativa había salido de él, se volvió hacia la gente y les preguntó:
–¿Quién ha tocado mi manto?
Sus discípulos le contestaron:
–Estás viendo como te empuja la gente y todavía preguntas: «¿quién me ha tocado ?»
Pero él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. Entones se acercó la mujer asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó diciendo:
–Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad.
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste:
–Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
–No temas; basta que tengas fe.
No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos los y los alaridos que daban. Entró y les dijo:
–¿Qué significa tanto llanto y alboroto?  La niña no está muerta, esta dormida.
Y se reían de él. Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo:
–¡Talitá kum! (que significa: Óyeme, niña, levántate).
La niña que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados.
Jesús les ordenó severamente que no le dijeran a nadie, y les mandó que le dieran de comer a la niña.

Devoción a la Virgen.

Julio César Arreaza B

15GEditorialDevVirgenEl presbítero Ramón Vinke nos ha maravillado con un magnífico libro” La Devoción a la Virgen de los Próceres de la Independencia: Belgrano, San Martín, O’Higgins, Ribas, Bolívar, Sucre y otros”. Se trata de una bellísima edición muy bien lograda, formato grande, con textos y fotografías de gran calidad, porque la Divina Providencia, en medio de estos tiempos conflictivos venezolanos, proveyó los medios para que este notable proyecto llegara a feliz término este año 2015.

Se trata de un libro digno de colocarse en la mesa de la Sala de nuestros hogares, no sólo de adorno, sino para propiciar conversaciones reconfortantes y edificantes entre los miembros de la familia y compartir con los amigos.

Yo creo que los países que padecen un sinnúmero de dificultades suelen frustrarse y sus ciudadanos califican de nugatorios los esfuerzos realizados; yo me pregunto si los problemas nos sobrepasan cuando las sociedades se alejan de Dios, no menosprecio el motor del trabajo que no tiene sustituto, sino señalo que las naciones y familias que salen adelante son las que están cerca de Dios. Y este libro lo demuestra con la historia en paralelo de los próceres de diferentes países de nuestro continente, que con su cercanía a Dios y a su madre la Virgen, lograron que sus pueblos alcanzaran la Independencia y la libertad, asuntos desconocidos en el Nuevo Mundo. Toda historia es historia de salvación, no sólo la reseñada en la Biblia, la presencia salvadora de Dios se manifiesta en toda historia.

La bandera argentina está asociada al prócer de su Independencia, General Manuel Belgrano, quien condujo el triunfo magnífico de los patriotas en la Batalla de Tucumán, el cual atribuyó a la intercesión de la Virgen de las Mercedes, en su propio día, el 24 de septiembre de 1812. Fue una batalla desigual en número, el ejército español estaba mejor apertrechado, pero allí se reveló el arrojo de la terrible caballería gaucha. Belgrano convino que los triunfos no se debían a él, sino a la protección de Dios, por intercesión de María Santísima.

El General José Félix Ribas, en plena acción de la Batalla de la Victoria, presiente la derrota, entra en la Iglesia de la villa de la Victoria, se postra frente a la imagen de la Virgen Inmaculada Concepción y le ruega por la salvación de la tropa. La oración del valiente guerrero la interrumpe el grito de un soldado, quien desde el campanario le anuncia que por el camino de San Mateo viene una polvareda. Es el refuerzo milagroso de un cuerpo de caballería que llega al mando del Teniente Coronel Vicente Campo Elías, español patriota, y rompe el cerco realista, produciendo la derrota de los hombres de Morales.

Articulo publicado en el diario 2001 el 20/06/2015.

Información sobre el libro puede obtenerse en la secretaría de la Parroquia San Andrés Apóstol. Tf: (212) 9620031

21 de Junio – Domingo XII del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 4,35-41)

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla del lago». Entonces los discípulos despidieron a la gente, y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas. De repente se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenándole agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?» Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: «¡Cállate, enmudece!» Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: «¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?» Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Quién quién es éste, a quien hasta el viento y el mar le obedecen?»

Cantaremos – 14 de Junio. Domingo XI del Tiempo Ordinario /B

La parábola del Granito de mostaza debió sorprender a los galileos del tiempo de Jesús. Elige de manera intencional, el granito de  mostaza, considerada la semilla más chiquita de todas. Todos podían ver cómo en el mes de abrir llegaban bandadas  de jilgueros, para cobijarse en sus ramas y comer de sus granos…. Sin duda alguna, el lenguaje de Jesús era desconcertante y sin precedentes

Todos esperaban el reino de Dios, pero esperaban su llegada como algo grandioso y lleno de poder.  ¿Cómo es que Jesús pudo comparar el poder salvador de Dios con un arbusto salido de una semilla tan pequeña?… ..¿Es que ahora tendrían que estar atentos para descubrir a un Dios que ya está actuando en lo pequeño y en lo insignificante?  Cada uno tenía que decidir, si seguir esperando la llegada de un Dios terrible y poderoso, o arriesgarse a creer en la actuación humilde de Jesús.

Verdaderamente el ejemplo que Jesús utiliza para darnos una imagen del dinamismo y de la fuerza que el reinado de Dios trae consigo, no puede ser mejor. Asombra que en la minúscula semillita de mostaza  se encierre  algo tan grande. Dios sabe valorar las cosas en su justa medida y es el mismo Dios el que reparte aquí y allá  pequeñas dosis de su poder arrollador, con la finalidad de que su Reino continúe su crecimiento en el mundo.  La parábola de la semilla de mostaza debe conmovernos profundamente si de verdad pensamos en la realidad humana y en el origen divino del Señor. Si reflexionamos en lo sublime y en lo trágico de su vida y luego, en el origen y destino de la Iglesia, su Cuerpo místico. Una Iglesia grande en su misión, luminosa en la entrega, en el testimonio y en la martirio de muchos, pero manchada y ensombrecida por las traiciones y la vida incoherente de otros. Mucho para reflexionar al calor y en la cercanía del Señor.

CANTAREMOS:

      • El Señor es mi fuerza …………………………………………. 80
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Una espiga ……………………………………………………… 205
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
        • Si yo no tengo amor
      • Iglesia peregrina ……………………………………………… 108
      • Gracias Señor …………………………………………………. 101

14 de Junio – XI Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Marcos (Mc 4,26-34)

En aquel tiempo decía Jesús a la multitud:
–El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que cuando pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra por si sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas, y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre hecha mano de la hoz , pues ha llegado el tiempo de la cosecha.
Les dijo también:
–¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que cuando se siembra , es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada , crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

7 de Julio – Cantaremos – Corpus Christi.

  • La muerte como entrega

III.1. El evangelio expone la preparación de la última cena de Jesús con los suyos  y la tradición de sus gestos y sus palabras en aquella noche, antes de morir. Sabemos de la importancia que esta tradición tuvo desde el principio del cristianismo. Aquella noche (fuera o no una cena ritualmente pascual), Jesús hizo y dijo cosas que quedarán grabadas en la conciencia de los suyos. Con toda razón se ha recalcado el «haced esto en memoria mía». Sus palabras sobre el pan y sobre la copa expresan la magnitud de lo que quería hacer en la cruz: entregarse por los suyos, por todos los hombres, por el mundo, con un amor sin medida.

III.2. Marcos nos ofrece la tradición que se privilegiaba en Jerusalén, mientras que Lucas y Pablo nos ofrecen, probablemente, «las palabras» con la que este misterio se celebraba en Antioquía. En realidad, sin ser idénticas, quieren expresar lo mismo: la entrega del amor sin medida. Su muerte, pues, tiene el sentido que el mismo Jesús quiere darle. No pretendió que fuera una muerte sin sentido, ni un asesinato horrible. No es cuestión de decir que quiere morir, sino que sabe que ha de morir, para que los hombres comprendan que solamente desde el amor hay futuro. La Eucaristía, pues, es el sacramento que nos une a ese misterio de la vida de Cristo, de Dios mismo, que nos la entrega a nosotros de la forma más sencilla.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

¿Qué significado tiene la celebración eucarística?….. La última cena que Jesús celebró con sus discípulos la víspera de su ejecución tiene un gran sentido: Él quiso que quedara grabada para siempre en sus discípulos, y quiso que cada vez que se reunieran en su nombre revivieran aquella cena inolvidable.

Es evidente que el Señor quiso sembrar en el corazón de sus seguidores, la firme esperanza del reino de Dios, preparandolos en el aquí y ahora. Quiso prepararlos para su terrible condena a muerte contagiándoles la esperanza de disfrutar juntos en la fiesta eterna junto al Padre.  Todos sus discípulos  beberemos juntos, un día, su "vino nuevo", ya que la muerte no romperá la Comunión sellada en aquella Cena bendita.
Desde entonces, Jesús sembró en sus discípulos la idea de Comunidad. Por eso los hizo beber a todos en su copa. Aquello era algo nuevo: " Esta es la Nueva Alianza de mi sangre", les dijo.  Celebrar la Eucaristia es alimentar nuestra búsqueda del Señor, vivir en contacto con Él, y por Él, permanecer unidos a la Comunidad.

Julie Meucci

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor ……………………………………….159
        • Señor ten piedad –Gloria – Aleluya
        • Antífona – Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro – La paz – Cordero
      • Donde hay caridad y amor ………………………………………………….65
      • Pascua, canto de comunión ………………………………………….……135
      • El Señor es mi fuerza ………………………………………………………. 80
      • Cantemos al amor de mis amores …………………………………….. 49

7 de Junio – Domingo, Smo. Cuerpo y Sangre de Cristo.

Evangelio según San Marcos (Mc 14,12-16.22-26)

El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos:
–¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de la Pascua?
El le dijo a dos de ellos:
–Vayan a la ciudad. Encontraran un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, y díganle al dueño de la casa en donde entre:  «El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?».
Él les enseñará una sala grande en el segundo piso, arreglada con divanes. «Prepárennos allí la cena».
Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
–Tomen, esto es mi cuerpo.
Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
Y les dijo:
–Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el himno, salieron hacia el Monte de los Olivos.