Día: 30 de enero de 2016

El Papa Francisco y el Jubileo de la Misericordia

Papa: Año de la Misericordia nos apremia a testimoniar al mundo la caridad de Cristo

Conversión, perdón de los pecados, renovación del espíritu, amor, paz, obras de misericordia

Que el Jubileo de la Misericordia que estamos viviendo sea para todos un tiempo de gracia y de renovación espiritual y que nos invite a salir del egoísmo y promueva en cada uno el ejercicio de las obras de misericordia, fue el ferviente deseo del Papa Francisco a los numerosos peregrinos de tantas partes del mundo, que participaron en su audiencia general, en la Plaza de San Pedro.

La Caridad de Cristo nos apremia

Encuentro que culminó con su invitación a la jornada de retiro espiritual para todos los agentes de la caridad, que el mismo Obispo de Roma encargó organizar al Pontificio Consejo Cor Unum, que sigue a nivel universal el servicio de caridad de la Iglesia, en el tiempo de la Cuaresma 2016, con el lema: «Caritas Christi urget nos»:

«El Pontificio Consejo Cor Unum, en ocasión del Jubileo de la Misericordia, ha promovido una jornada de retiro espiritual para las personas y grupos comprometidos en el servicio de la caridad. La jornada, que se desarrollará en las diócesis durante la próxima Cuaresma, será ocasión para reflexionar sobre la llamada a ser misericordiosos como el Padre. Invito a acoger esta propuesta, utilizando los subsidios preparados por Cor Unum».

Invocando sobre todos la alegría y la paz del Señor Jesús, que nunca nos abandona, el Santo Padre reiteró su exhortación a «dejarnos transformar por su amor misericordioso para ser verdaderos hijos de Dios»: Leer más

31 de Enero – IV Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según san Lucas (Lc 4,21-31)

En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un pasaje del libro de Isaías, dijo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: “¿No es éste el hijo de José?”
Jesús les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’ y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm”. Y añadió: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria”.
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una saliente del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.