En un país como el nuestro en el que se recurre con tanta frecuencia a la emotividad y se deja de lado la racionalidad es necesario recuperar la sensatez. Causa estupor ver la forma reiterada como nuestros gobernantes niegan la realidad: “aquí no hay crisis humanitaria”, “es una campaña exagerada decir que no hay medicamentos ni alimentos”. Y, la propaganda oficial recurre reiteradamente a achacar todos los males “a otros”. “Hay que tomar en serio el fenómeno del Niño”, y nos castigan con los recortes diarios de electricidad, pero lo cierto es que el sistema eléctrico nacional se ha descuidado, mejor dilapidado, y sólo se espera que la naturaleza nos socorra con más lluvia para que la represa del Guri haga el milagro de no dejarnos a oscuras.
En la reciente Feria del Libro de Madrid, Adela Cortina, catedrático de ética, y Francesc de Carreras, catedrático de derecho constitucional, conversaron sobre política, corrupción, ética, medios de comunicación y nuevas tecnologías. Me limito a tomar algunas de sus reflexiones e invito a los lectores a que las apliquen a nuestra pedestre realidad.