“ Alumbre así vuestra luz a los hombres ”
¿Estamos tranquilos con la manera de vivir la fe en Jesucristo? ¿Contentos con nuestros pastores? Éstas y otras preguntas se hacen oportunas para el día de hoy. Hay muchas personas que necesitan apagar tu luz, tus valores, porque así creen que brillarán más ellos, pero lo cierto es que no es más que una mirada desproporcionada del otro. Sartre en su metafísica decía que el infierno es la mirada del otro.
Lo cierto es que hay muchas maneras de ocultar la luz: las críticas, el rechazo, la envidia, los celos… todo generado por esa mirada desproporcionada que no siempre señala tu realidad personal.
El evangelio de hoy nos invita a ofrecer tu luz por encima de todo. Ser una ciudad habitable en lo alto de un monte donde se pueda admirar junto al paisaje. Sí, digo bien, admirar que es justo lo que adolecemos. Hemos de admirar al otro como criaturas de Dios, imagen y semejanza suya, y como sujeto del amor que merece, sustentado en Cristo Señor nuestro.
Fr. Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)