“ Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto ”
En qué se nota que somos cristianos? Las creencias, si son auténticas, se traducen en una determinada conducta. Pero una determinada conducta no garantiza de por sí la autenticidad de ciertas creencias. Sabemos bien que Jesucristo subordinó toda norma religiosa al mandamiento del amor, de modo que no tiene sentido cumplir un precepto, por heroico que este sea, si no se hace por amor.
En nuestro itinerario hacia la Cuaresma continuamos escuchando el sermón de la Montaña, que hoy nos habla de no responder al mal con mal y de amar a los enemigos. Jesús lleva a plenitud los mandamientos del Antiguo Testamento introduciéndolos en la lógica de la caridad. Advierte Santo Tomás de Aquino de que la ley nueva es más exigente en lo interior, pero más liviana en lo exterior, que la ley antigua. El problema es que en ocasiones los cristianos hemos acogido con facilidad la parte liviana, pero nos hemos olvidado de la exigente.
A los cristianos debería notársenos que lo somos en que verdaderamente tratamos de orientar nuestra vida desde la exigencia del amor porque confiamos en que el desbordante amor de Dios manifestado en Cristo nos hace capaces de ello.
D. Ignacio Antón O.P.
Fraternidad de Atocha (Madrid)