En una realidad tan complicada como la nuestra, todo se tambalea y el sentimiento de seguridad sacude hasta nuestra misma fe. Entonces hay que comenzar por el principio: la fe no es seguridad, sino coraje y riesgo. Los discípulos vieron al Señor caminando sobre las aguas,… lo cual significa significa que El había vencido el poder de las fuerzas naturales, el miedo a la destrucción y a la muerte que amenaza nuestra existencia. Por la fe en el Señor, viven sus discípulos….y también por la fe Pedro aprende a caminar sobre las aguas….. Es posible que también nosotros podamos mantenernos en pie sobre un mar de dudas, si abandonamos la orilla o la barca de nuestras falsas seguridades para responder al llamado del Señor.
¡Qué audacia la del deseo de Pedro! Su imprudencia le habría acarreado la muerte si lo que se veía hubiese sido realmente un fantasma!….. Sus palabras revelan una fe vigorosa, puesto que Pedro cree verdaderamente en El….y expresan también una voluntad firme de querer estar con Cristo, con lo cual deja al descubierto uno de los rasgos más profundos de la fisonomía del apóstol. No sólo de aquellos discípulos, sino de los de hoy también.
Jesús le llama y Pedro sale de la barca, pone su pie sobre el agua y ésta le lleva efectivamente. Creer es participar en el Ser mismo de Jesús, en lo que Él es. Este pasaje evangélico nos muestra una de las experiencias más importantes sobre la naturaleza de la fe. La fe no se debe únicamente al desarrollo de la razón, como tampoco depende de la sola voluntad. Lo decisivo, lo que se impone realmente a la conciencia del creyente no es “ni una verdad”, ni “un valor”, sino una realidad, la del Dios Santo y vivo revelado en Jesucristo. -En el centro de todo lo que el hombre puede pensar y experimentar, en medio de lo que llamamos “mundo” existe una realidad sobre la que nos podemos apoyar, un Amor al que nos podemos confiar. Tener fe significa captar esta realidad.
CANTAREMOS :
- El Señor es mi fuerza
- Este es el momento
- Quién es ese
- Somos un pueblo que camina
- Viva Cristo
Julie Meucci