El pensamiento de Jesús es claro: el hombre auténtico se construye desde dentro. Es la conciencia la que ha de orientar y dirigir la vida de la persona. Lo decisivo es el «corazón», ese lugar secreto e íntimo de nuestra libertad donde no nos podemos engañar a nosotros mismos. Ahí se juega lo mejor y lo peor de nuestra existencia.
Las leyes nunca podrán reemplazar la voz de la conciencia. Jesús no viene a abolir la Ley, pero sí a superarla y desbordarla desde el «corazón». No se trata de vivir cínicamente al margen de la ley, pero sí de humanizar las leyes viviendo del espíritu hacia el que apuntan cuando son rectas.
Lo mismo sucede con los ritos. Jesús siente un santo horror hacia lo que es falso, teatral o postizo. Una de las frases bíblicas más citadas por Jesús es ésta del profeta Isaías: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío. Lo importante, según Jesús, es la limpieza del corazón, el «aseo interior».
CANTAREMOS :
- El Señor nos llama ……………………………… 272
- Te vengo a ofrecer
- Vaso nuevo ……………………………………….. 221
- Tan cerca de mi …………………………………. 193
- Tomado de la mano ……………………………. 191