Día: 11 de septiembre de 2019

Eritrea: nacionalizaciones de escuelas y hospitales católicos

Roberta Gisotti – Ciudad del Vaticano


Los obispos del país africano protestan contra la nacionalización de las escuelas católicas, que sigue a la de las estructuras sanitarias: medidas unilaterales totalmente arbitrarias. En una carta denuncian una estrategia persecutoria del gobierno de Asmara con respecto a la Iglesia

Cierres, requisiciones y finalmente estatalización de clínicas, hospitales, escuelas e institutos de formación. Un camino de persecución contra las obras de la Iglesia Católica – denuncian los obispos eritreos – iniciado por el gobierno de Asmara hace casi dos años con la orden de cerrar la escuela secundaria del Santísimo Sacramento del Seminario de la capital. Una institución histórica, que en el transcurso de más de un siglo ha desempeñado un importante papel cultural y espiritual, al servicio de la Iglesia y del país. A esto siguió después la requisa de ocho centros de salud y la nacionalización de otras veintiún clínicas, y finalmente, el pasado 3 de septiembre, la nacionalización de tres importantes escuelas infantiles, primarias y secundarias, dirigidas por los Hermanos Lasallanos de Cheren y por los Hermanos Capuchinos en Addi-Ugri y en Massawa.

La preciosa contribución de las escuelas católicas

En cuanto a la nacionalización de las escuelas, los obispos subrayan que “ningún otro fin” es propuesto por la Iglesia en la gestión de sus instituciones educativas, sino “la contribución honesta, correcta y apasionada a la promoción integral del hombre, hoy como ayer”. Pueden dar testimonio de ello – añaden – sin ser desmentidos, cuantos, hombres y mujeres de cualquier religión y curso de vida, han pasado por nuestras aulas, han saboreado las enseñanzas de vida, y hoy están dispersos por todo el mundo”.

Las instituciones religiosas en la historia de Eritrea

Además, los prelados recuerdan el papel histórico desempeñado por las instituciones religiosas, no sólo católicas, sino también ortodoxas, islámicas y judías, que han contribuido a la “formación, constitución y definición de la identidad y la cultura”. “Los sistemas administrativos modernos, la evolución de la conciencia política y de la cultura literaria, el progreso de las lenguas, han encontrado sus mejores cultores en los eritreos que han salido de las escuelas dirigidas por la Iglesia Católica y por otras confesiones religiosas”. No hay que olvidar que “sus contribuciones en los procesos políticos y en la lucha por la independencia – señalan los obispos –  ocupan un lugar eminente en la historia” de Eritrea. Leer más