Dejado ya el tiempo de Navidad, por la liturgia de éste domingo todo nuestro ser es conducido a revivir los orígenes de nuestra esencia cristiana.
La experiencia de fe vivida y compartida en comunidad llena toda la fraternidad de los que nos reunimos en el nombre del Señor.
Nos resituamos ante las palabras evangélicas para escuchar, contemplar, celebrar y vivir la experiencia del Espíritu de Jesús en nosotros, compartiendo con Él y los hermanos el gozo de la salvación.
Lo que vivieron junto al Jordán el Profeta del desierto y Jesús, volvemos a experimentarlo cuando habiendo escuchado sus palabras decidimos encarnarlas.
El bautismo de Jesús transforma toda relación con nuestro Padre Dios.
D. Carmelo Lara Ginés O.P.
Parroquias de Abengibre y Casas Ibáñez (Albacete)