Cansado
del camino, Jesús se sienta junto al Poso de Jacob. Pronto llega una
mujer a sacar agua. Pertenece a un pueblo despreciado por los judíos.
Jesús inicia el diálogo con ella. No sabe mirar a nadie con desprecio,
sino con ternura. «Mujer, dame de beber».
La mujer queda sorprendida. ¿Cómo se rebaja a hablar con ella, una mujer desconocida? Las palabras de Jesús la sorprenderán todavía más: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, sin duda tú misma me pedirías a mí, y yo te daría agua viva».
Muchas las personas se han ido alejando de Dios sin apenas advertir lo que realmente estaba ocurriendo en su interior. Hoy Dios les resulta un «ser extraño». Todo lo que está relacionado con él les parece un mundo infantil cada vez más lejano….También nosotros nos hemos alejando poco a poco de aquel «Dios de la infancia» que despertaba miedos, desazón y malestar. Probablemente, sin Jesús nunca nos hubiéramos encontrado con un Dios que hoy es para nosotros un Misterio de bondad: una presencia amistosa y acogedora en quien podemos confiar siempre.
Nunca
nos resultará acercarnos a Dios pidiendo pruebas científicas ya que es
un error tratar el misterio de Dios como si fuera un objeto de
laboratorio. Tampoco los dogmas religiosos ayudan a encontrarnos con
Dios. Sólo dejándonos conducir por la confianza en Jesús crecerá la
imagen de Dios en nosotros.
Es muy difícil decir exactamente cómo se sostiene la fe en medio de una crisis religiosa que nos sacude a todos. Sólo Jesús puede llevarnos a vivir la fe en Dios de manera sencilla desde el fondo de nosotros mismos. Si escuchamos atentamente, Dios no callará. Si confiamos, él nos abrazará. Si nos entregamos, él nos sostendrá. Si nos hundimos, él nos salvará.
Es necesario que sintamos a Dios como «presencia salvadora». él nos acoge tal como somos, y nos impulsa a enfrentarnos a la vida con paz. Muchos abandonan a Dios antes de haberlo conocido…… Si conocieran la experiencia de Dios que contagia el Señor, ciertamente lo buscarían. Si conocieran el don de Dios, no lo abandonarían nunca más!.
Cantaremos.
Como el siervo al agua va………………………54
Tu pones lo demás ……………………………….190
Por Tí Señor ………………………………………….134
A tí levanto mis ojos
El Señor es mi fuerza …………………………… 80