Día: 13 de julio de 2020

La Virgen de la Consolación de Táriba

LA VIRGEN DE LA CONSOLACIÓN DE TÁRIBA

El 15 de agosto, día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, el pueblo del Edo. Táchira celebra a la Virgen de la Consolación de Táriba… Sostuvo el Hermano Nectario María, que la más antigua de las imágenes célebres en Venezuela “es la de la Consolación de Táriba, que asciendo a los comienzos de la colonia”. Probablemente sea la imagen más antigua, después de la imagen de la Virgen del Valle de Margarita… ¿Qué tan antigua es la imagen, en realidad?
Existen algunas referencias, por las cuales consta la antigüedad de la imagen… la más importante, el “Libro primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada” del cronista Juan Flórez de Ocariz, publicado en el año 1674, según el cual “habrá cien años, que de uno de los primeros conquistadores de su distrito hubo esta imagen una pobre mujer que asistía en el campo, y en su poder empezó a obrar maravillas y el primer milagro, y ha continuado otros muchos y los prosigue. Ahora ochenta años, en el sitio donde comenzó a darse a conocer con beneficios se fundó una Iglesia frecuentada de partes distantes”… obtuvo esta imagen una mujer cien años antes de la publicación del libro, es decir, por el año 1574, lo cual es perfectamente posible. El Dr. Lucas Guillermo Castillo Lara —hermano del Cardenal Rosalio Castillo Lara e insigne historiador— ha sugerido, que la imagen podría remontarse incluso a la década de la fundación de la villa de San Cristóbal, de 1561 a 1570…
En la llamada “Relación auténtica de la devoción de la imagen de Nuestra Señora de Táriba”, hecha en el año 1654, el Capitán Francisco Fernández de Rojas, Alférez Mayor y Alcalde Ordinario de la villa de San Cristóbal, declara haber visitado la Ermita de la Virgen de Táriba unos treinta años antes.. y relata el milagro de la renovación de la imagen: Que, estando jugando a las bolas Alonso Álvarez de Zamora con algunos familiares y amigos, “se les quebró una paleta y, buscando de qué hacer otra, toparon con el dicho cuadro y, como lo hallaron sin figura ninguna, quisieron hacer de él una paleta para jugar a las bolas e intentaron quebrarla sobre una piedra y, queriendo hacerlo, no pudieron y les sonaba como tambor. Ya a esto saltó la mujer del dicho Zamora y les dijo, que eran bellacos, que por qué no miraban, que aquel cuadro había sido imagen, aunque no se parecía, y la cogió la dicha mujer y la volvió a meter en la (…) despensa colgándole en una estaca en la pared. Y esto fue poco después del mediodía. Y luego, a la tarde, como a las 4:00 de ella, vieron que en la dicha despensa, que hoy es de dicha Ermita, y en el mismo sitio, le salía un grandísimo resplandor, que les parecía ser fuego, y que se quemaba la casa, y todos fueron a socorrerla, y abriendo la dicha despensa hallaron, que no era fuego material, y quedando todos espantados vieron el dicho cuadro figurando una imagen de Nuestra Señora, que es hoy la que veneramos en Táriba, por llamarse así el sitio”.

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El Santo Cristo de La Grita

EL SANTO CRISTO DE LA GRITA

El 6 de agosto, día en que la Iglesia celebra la Fiesta de la Transfiguración del Señor, el pueblo del Edo. Táchira —en realidad, el pueblo de Venezuela y parte de Colombia— celebra al Santo Cristo de La Grita…Narra Fray Pedro Simón en sus “Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales”, que en el año 1573 el conquistador Francisco de Cáceres, después de intentar poblar una ciudad denominada del Espíritu Santo en las espaldas de la cordillera de Guatavita —en la actual Colombia—, “pasando adelante con su gente, halló por todas partes tan malos países, tierra tan despoblada y toda de tan ruin gente, que, cargándose a la del Norte, prosiguiendo lo conquistado, se vio necesitado de volver sobre la mano izquierda, y entrarse en el valle de La Grita, que está en la mitad del camino, poco más o menos, de la villa de San Cristóbal y la ciudad de Mérida, tierra que era ya bien conocida de muchos. Donde, a persuasión de algunos de sus Capitanes y soldados, en especial del Capitán Pedro de Zapata y Alejandro de Carrillo, aunque caía aquéllo fuera de su demarcación, pobló una ciudad, que le llamó del mismo nombre que la primera, (…), ya entrando el año de 1576, (…)”. El mismo conquistador Francisco de Cáceres, estando en España, solicitó de la Orden Franciscana en el año 1579 “Religiosos para fundar Conventos y una Provincia en aquélla que él había conquistado y los demás que en sus contornos pretendía conquistar”; y, ese mismo año el Padre Fray Juan de Maqueda —con ocho Religiosos— “llegó al puerto y ciudad de Cartagena, desde donde subió a la de La Grita con ellos. Y a los fines del dicho año y dando luego principio a la fundación de un Convento en la ciudad del Espíritu Santo de La Grita, quedando en él algunos Religiosos, pasó el resto de los demás a fundar otro a otra población que había más adelante, a la parte del Este, inclinada al Norte de ésta, llamada la villa de Barinas”.

El terremoto de San Blas del 3 de febrero de 1610 —los terremotos eran apodados de acuerdo al día del Santo en que ocurrían— destruyó el Convento de los Franciscanos de La Grita… y, según la tradición —recogida por Cristo Antonio González—, la imagen del Santo Cristo fue hecha poco después del terremoto: “Los Frailes tenían en el vecino campo de Tadea una finca con casa, de donde posiblemente surtían al Convento de productos agrícolas necesarios para su subsistencia; esa casa quedó en pie y allá fueron todos, temerosos y abatidos a cobijarse. Entre los Frailes había uno, Fray Francisco, que tenía cierta habilidad para la escultura y quiso hacer algunas imágenes para la nueva Iglesia que se construiría. Pensó hacer primero un Santo Cristo; una figura doliente y sufrida daría aliento y ánimo al pueblo atemorizado por el terremoto y lo enseñaría a soportar con valentía los contratiempos de la vida. Puso manos a la obra, poco a poco fue perfilándose la figura de Cristo: el busto, las piernas, las manos. Dejó para último el rostro.

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