REFLEXIÓN del DOMINGO 27/9/2020

Pbro. Ramón Vinke.
“DONDE HAY DOS O TRES REUNIDOS EN MI NOMBRE, AHÍ ESTOY YO EN MEDIO DE ELLOS” (Mt 18, 20). La pandemia tiene también aspectos positivos… Nos recuerda, que la familia es “una especie de Iglesia domestica”, como lo ha formulado el Concilio Vaticano II… La fe se transmite primeramente en la familia… Claro, antes de la pandemia llevábamos un ritmo de vida desenfrenado… No teníamos tiempo para pensar en Dios… La pandemia nos permite hacer realidad eso, que la familia es “una especie de familia doméstica”, comenzando por colocar en determinados lugares del hogar imágenes del Sagrado Corazón, de la Virgen, de los Santos de nuestra devoción, una Biblia… Pero, más allá de colocar imágenes, que, no deja de tener su importancia, se trata de que nos reunamos en familia para orar… para rezar el Rosario o para poner en común algún texto bíblico… o los maravillosos textos de los encuentros sobre el Dr. José Gregorio Hernández, que semana tras semana nos envía la Arquidiócesis de Caracas… Si lo hacemos, constataremos la eficacia de la oración, ya que “donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20), como dice el Señor… Si lo hacemos, veremos cómo el Señor derrama su gracia, veremos cómo ocurren milagros, uno tras otro…