Mes: septiembre 2020

CON JESÚS SEÑOR DE LA HISTORIA – Nº 8 (11 de septiembre de 2020)

LA VIRGEN DE COROMOTO, PATRONA DE VENEZUELA

            Hoy, 11 de septiembre, Venezuela celebra a su Patrona, la Virgen de Coromoto… Originalmente, se celebraba el 8 de septiembre, no sólo por ser ese el día de la Fiesta litúrgica de la Natividad de la Santísima Virgen María, sino también en recuerdo de la aparición de la Virgen a una familia indígena, el 8 de septiembre de 1652, cerca de la ciudad de Guanare…

            En los años sucesivos se recabaron informaciones sobre esta aparición —y otras ocurridas anteriormente—, habiéndose conservado hasta hoy el Sumario Jurídico instruido por el Pbro. Dr. Carlos Herrera, concluido el 7 de marzo de 1746, que consta de 114 folios y declaraciones de 14 testigos, entre los cuales hay dos de gran peso: Marcos Paredes de San Nicolás, quien conoció a los indios contemporáneos de las apariciones, y el Alcalde José de Montesinos.

            De esas declaraciones se deduce: Que una Bella Señora se les apareció repetidas veces a unos indígenas en una quebrada, y les habló en su idioma, y les dijo, que fueran a donde estaban los blancos, para que les echaran agua en la cabeza —una clara alusión al bautismo—, y así pudieran ir al Cielo. Informado de las apariciones el español Juan Sánchez, los indígenas su pusieron de acuerdo con él, y amistosamente se fueron a vivir a la extensión de tierra formada por el ángulo de la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare. Allí vivieron un tiempo con la familia de Juan Sánchez, preparándose para el bautismo…

El cacique de los indios Coromotos —parcialidad de los indios Cospes— empezó a sentir disgusto y decidió regresar a su selva primitiva… Pero, el 8 de septiembre de 1652 la Virgen se le presentó, envuelta en resplandores, en la entrada de su bohío… Fue vista por el cacique, su mujer, su cuñada, y el hijo de la cuñada, de unos doce años de edad… Pero él se le abalanzó encima… La Virgen desapareció, no sin antes dejarle en la mano una estampa… El niño salió de madrugada a informar a Juan Sánchez esta última aparición. Éste no creía —como es natural—; pero ante la insistencia del niño, fue conducido por él al bohío, rescataron la estampa, y la llevaron con devoción a la casa de Juan Sánchez. El cacique después huyó con algunos otros indígenas y murió mordido por una culebra, no sin antes arrepentirse y recibir el bautismo…

            La Virgen de Coromoto gozó de un alto grado de popularidad durante los Siglos XVI, XVII y principios del XIX, como consta del relato de los viajes del francés François Depons, realizados a principios del Siglo XIX… El Libertador Simón Bolívar pasó por Guanare camino a la Batalla de Carabobo, en mayo de 1821, e imploró el auxilio y protección de la Virgen de Coromoto… Después de la Guerra de Independencia, la devoción decayó un poco, debido a la inestabilidad política reinante en Venezuela… Para llegar a ser mundialmente famosa, la Virgen de Coromoto tuvo que esperar hasta la llegada del Hermano Nectario María —de la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundada por San Juan Bautista de la Salle— a Venezuela en el año 1913… El Hermano Nectario María escribió varias obras, que popularizaron nuevamente la devoción… De modo, que poco a poco se fue haciendo el ambiente, para que la Virgen de Coromoto fuera proclamada Patrona de Venezuela…

            Durante una reunión de la Conferencia Episcopal Venezolana, en mayo de 1942, los Obispos intercambiaron sus pareceres… El Obispo de Maracaibo no consideraba conveniente desplazar a la Virgen de Chiquinquirá —la Chinita— en el fervor mariano de los zulianos… El Obispo de Guayana, en cuya Diócesis se veneraba entrañablemente a la Virgen del Valle, opinaba otro tanto… Mons. Rafael Arias Blanco, Obispo de San Cristóbal, hizo algún comentario sobre la devoción en las regiones andinas venezolanas por la Virgen de la Consolación de Táriba… Los Obispos de Calabozo y Barquisimeto y el Obispo Auxiliar de Cumaná defendían ardorosamente el patronazgo de la Virgen de Coromoto, mientras que los Arzobispos de Caracas y Mérida se encontraban indecisos… Decidieron entonces los Obispos someterlo a votación secreta… La sorpresa fue máxima al constatar, que la Virgen de Coromoto había sido elegida Patrona de Venezuela, ¡por unanimidad!

            El Decreto, por el cual los Obispos de Venezuela declaraban a la Virgen de Coromoto Patrona de Venezuela, fue enviado a Roma para su confirmación… El Papa Pío XII, en 1944, confirmó el patronazgo; pero el documento pontificio —donde consta la confirmación— se extravió, no llegó a Venezuela mientras duró la II Guerra Mundial…

            Concluida la guerra, curiosamente, le correspondió al Hermano Nectario, que tanto había hecho por propagar la devoción a la Virgen de Coromoto, recibir el documento en Roma… que oportunamente fue dado a conocer por Mons. Lucas Guillermo Castillo, Arzobispo de Caracas, en Exhortación Pastoral…

            Con el apoyo de Mons. Ángel Polachini, Obispo de Guanare, y otras distinguidas personalidades, y bajo los auspicios de la Congregación de Siervas del Santísimo Sacramento, se fundó, el 18 de febrero de 1976, la Asociación Civil “Venezuela a la Virgen de Coromoto” para la promoción de la devoción a la Virgen de Coromoto y la consecución de fondos para la construcción de un Templo Votivo Nacional en la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare, lugar de la aparición del 8 de septiembre de 1652…

            El Templo estaba en construcción, cuando el Papa Juan Pablo II visitó por primera a Venezuela, en el año 1985… En el año 1996, el mismo Papa —durante su segundo Viaje Apostólico a Venezuela— celebró la Misa en el Templo, hoy Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto.

Pbro. Ramón Vinke

CON JESÚS SEÑOR DE LA HISTORIA – Nº 9 (24 de septiembre de 2020)

LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

Hoy, 24 de septiembre, la Iglesia celebra a la Virgen bajo la advocación de Mercedes; advocación, propagada por la Orden de la Bienaventurada Virgen María de las Mercedes—así llamada actualmente— por San Pedro Nolasco en el Siglo XIII, con el propósito de redimir a los cautivos… redimir a los cristianos esclavizados por los moros…
Durante la Guerra de Independencia de la América Española, la Virgen de las Mercedes fue invocada en repetidas ocasiones… El Gral. Manuel Belgrano —Prócer argentino— juró Generala del Ejército a la Virgen de las Mercedes durante la Batalla de Tucumán, que se desarrolló el 24 de septiembre de 1812 —un día de la Virgen de las Mercedes. Al amanecer, justo antes de comenzar la Batalla, se presentó un fenómeno extraordinario de la naturaleza, que describe un testigo presencial: “una pequeña nube se descubría en el cielo en figura piramidal, sostenida por una base, que parecía sostener una efigie de la imagen de Nuestra Señora”. Los soldados del Ejército al mando del Gral. Belgrano se sintieron protegidos por la Virgen…
Al anochecer del mismo día, se había decidido la Batalla a favor del ejército patriota, fugándose el ejército realista… A los dos días de la Batalla, el 26 de septiembre, el Gral. Belgrano despachó su famoso oficio al Gobierno en Buenos Aires anunciando el triunfo y atribuyéndolo a la intercesión de la Virgen de las Mercedes: “La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección nos pusimos”.
Transcurridos algunos años, el Gral. Antonio José de Sucre se disponía a conquistar la ciudad de Quito… Es conocido, que durante la campaña que emprendió desde Guayaquil, le escribió a la Madre Rosa de la Santísima Trinidad, Priora del Carmen Alto de Quito —Monasterio de Monjas Carmelitas Descalzas—, solicitándole oraciones… No se ha hallado la carta, que Sucre dirigió a la Priora con tal objeto; pero, existe la carta de la Priora al Gral. Sucre, asegurándole haber cumplido con su solicitud y felicitándolo efusivamente por el resonante triunfo de la Batalla de Pichincha…
Efectivamente, el 24 de mayo de 1822, el Ejército Libertador, al mando del Gral. Sucre había triunfado en las faldas del volcán Pichincha, que domina la hermosa ciudad de Quito… El 27 de mayo se efectuó una celebración —probablemente un Te-Deum— en la Catedral de Quito, en la cual pronunció una “Oración gratulatoria” el R.P. José Bravo, Fraile de la Orden de la Merced…
Cinco días después de la Batalla de Pichincha, el 29 de mayo, las corporaciones y personas notables de Quito celebraron una importante asamblea, cuya acta se ha conservado; entre otras cosas, la asamblea resolvió: “Establecer perpetuamente una función religiosa, en qué celebrar el aniversario de la emancipación de Quito; la cual se hará trasladando en procesión solemne la víspera de Pentecostés, a la Santa Iglesia Catedral, la imagen de la Madre de Dios, bajo su advocación de Mercedes, y en el día habrá en ella Misa clásica con sermón, a que concurrirán todas las corporaciones, y será considerada como la primera fiesta religiosa de Quito”; además: “Celebrar una Misa de gracias el domingo dos del entrante, con toda pompa para rendir al Dios de los Ejércitos nuestro homenaje y reconocimiento por la transformación gloriosa de Quito”.
¿Por qué la asamblea resolvía establecer perpetuamente, es decir, todos los años, una función religiosa “trasladando en procesión solemne la víspera de Pentecostés, a la Santa Iglesia Catedral, la imagen de la Madre de Dios, bajo su advocación de Mercedes”? Probablemente, porque decidía perpetuar lo que se había practicado inmediatamente después de la Batalla de Pichincha… El día de la Batalla de Pichincha, el 24 de mayo de 1822, cayó el viernes antes de Pentecostés… El pueblo de Quito, transportado en entusiasmo por la victoria del Ejército Libertador en la Batalla de Pichincha, había llevado en procesión la imagen de su Patrona, la Virgen de las Mercedes, a la Catedral de Quito al día siguiente de la Batalla, es decir, el 25 de mayo, la víspera de Pentecostés razón, por la cual la asamblea del 29 de mayo establecía, que la imagen de la Virgen de las Mercedes fuera trasladada todos los años a la Catedral, la víspera de Pentecostés …
En cuanto a la Misa decretada para el domingo, 2 de junio, “con toda pompa para rendir al Dios de los Ejércitos nuestro homenaje y reconocimiento por la transformación gloriosa de Quito”, hay una carta del Gral. Antonio José de Sucre, fechada el 31 de mayo, dirigida al Deán y Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Quito: “Siendo el primer deber de un católico rendir el homenaje de su reconocimiento al Dios de las batallas, cuya protección en favor de la causa santa de la Independencia fue tan visible en la memorable jornada del 24 del corriente, que ha fijado para siempre los felices destinos de Quito, terminando a un mismo tiempo los terribles males que la tiranía y la opresión hacían sufrir a estos pueblos, se ha dispuesto que el domingo 2 de junio se celebre en la Santa Iglesia Catedral una solemne fiesta de acción de gracias, y yo recomiendo a V.S.M.V., que ésta se haga con todo el aparato, pompa, decencia y majestad que exige la grandeza del motivo que nos impele a hacer esta manifestación de nuestra gratitud al Todopoderoso por los triunfos con que ha coronado nuestros votos por la libertad”. Una magnífica carta, sin duda…

Pbro. Ramón Vinke