Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo….
Vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno ……
Nuestra existencia, unida a Él en una muerte y resurrección como las suyas …….
¿Buscáis a Jesús? No está aquí. Ha resucitado
Cierra la liturgia de la Palabra el relato de Marcos, que comienza recogiendo un sentimiento muy humano: el deseo de aquellas mujeres de conservar el cuerpo de Jesús y la confianza en que alguien les ayude a correr la piedra. Pero cuando acceden al sepulcro esas pretensiones tan comprensibles quedan fuera de lugar: la piedra ya está corrida y el sepulcro está vacío. Un joven ataja sus temores y les asegura que el Resucitado irá por delante de los discípulos a Galilea. Nada ha salido como ellas programaron sino como el Padre ha decidido.
La resurrección de Jesús es lo nuclear de nuestra fe. La muerte no es un triste final, sino un gozoso continuar de la vida en su presencia. No hay testigos del momento de la Resurrección, pero sí ha habido y hay miríadas de testigos del encuentro inesperado y renovador con el Resucitado. El Padre confirma la vida y las palabras de Jesús cuyo amor es, en verdad, más fuerte que la muerte.
Celebrar la Pascua es vencer la muerte, abrirnos al amor, al amor a Dios y a los otros como a todos amó Jesús, y a entregarnos a promover la dignidad y el gozo de toda vida, de cualquier vida, como se entregó el Señor. ¡Feliz día de Resurrección!
Fray Fernando Vela López
Convento Ntra. Sra. de Atocha (Madrid)