Los saduceos que no creían en la inmortalidad se acercan a Jesús con el ficticio cuento de una mujer que estuvo desposada con siete hermanos. Llama la atención que sea un grupo de personas que no creen en la resurrección los que aparecen preocupados por un argumento en el que no creen. Lo mismo sucede en nuestros días, cuando por todas partes escuchamos a los "modernos saduceos" cuestionando a la Iglesia y a sus representantes, por lo que se hace y por lo que deja de hacer…..
Ante un argumento tan elaborado como éste, Jesús responde con autoridad: "Ustedes están en un gran error…Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos" y contrapone ante ellos la vida temporal y la vida eterna. El matrimonio y su misión de reproducción reflejan una necesidad impuesta por la muerte, cosa que en la vida futura ya no será necesaria. Al no ser necesario el matrimonio, los que se hagan acreedores a la vida eterna "serán como los Ángeles del cielo, hijos de Dios, partícipes de su resurrección. Estas preguntas inquietantes tienen su respuesta en la Fe: Dios nos ha credo para la vida y la vida tiene origen sólo en Dios, brota de Él, obtiene su respuesta en Él, hasta que finalmente llega a su plenitud en ÉL.
Dios conoce nuestro amor a la vida, no sólo por la nuestra, sino la de todos aquellos a los que amamos…En lo más profundo de nosotros mismos está dibujado un horizonte de eternidad. Como cantamos en "La muerte no es el final", "Nuestro destino es vivir, siendo felices, sin padecer ni morir!
CANTAREMOS:
- Un pueblo que camina por el mundo……………………………………207
- Señor ten piedad-Gloria-Antífona
- Aleluya
- En la patena…………………………………………………………………….68
- Santo-Padre nuestro-La paz
- Cordero de Dios
- El pueblo de Dios………………………………………………………………67
- Tomado de la mano…………………………………………………………161