El evangelista Marcos sabe que Jesús tenía que buscar una fuerza poderosa en la oración y en la intimidad con Dios, para decir y hacer lo que hizo en aquella “jornada”: ir a las casas, a los lugares públicos como la puerta de la ciudad, para liberar a los hombres de sus males. Ese y no otro, es el proyecto de Dios. Y aunque Jesús aparezca aquí como un taumaturgo, o algunos lo confundan con un milagrero que busca su fama (sus mismos discípulos así lo entendieron al principio), Jesús sabe retirarse para buscar en Dios la fuerza que le impulse a llevar el evangelio por todos los pueblos y aldeas de Galilea. En definitiva, el evangelio está frente a las miserias de la vida. Se ha hecho notar, con razón, que Jesús viene de parte de Dios como solidario con nuestras miserias. Pero además, en una lectura más en profundidad se nos muestra a Jesús luchando contra un sistema de vida y de ideas: los enfermos, los pobres, los marginados nos evangelizan; a ellos se acerca Jesús y con ellos nos llega a nosotros el evangelio.( Fray Miguel de Burgos Núñez .Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura)
Es necesario que los cristianos valoremos la fuerza de la oración y que aprendamos de Jesús a orar, a entrar en la soledad y a cultivar el desierto interior. Es posible que nosotros no sepamos estar a solas con Dios, que no sepamos hacer algo que vaya más allá de leer oraciones o repetirlas de memoria…. Es posible que hablemos mucho de Dios pero poco o casi nada con él. La costumbre de Jesús, de retirarse a solas, se quedó perdida en el pasado…No sabemos retirarnos a la soledad y al silencio para llenarnos de su paz, y por eso nos cansamos y caemos en el desgaste interior. (Julie Meucci).
CANTAREMOS:
- Que alegría cuando me dijeron ……………………………………..191
- Señor ten piedad – Gloria
- Aleluya – Antífona
- Ten vengo a ofrecer – Santo
- Padre Nuestro
- La Paz – Cordero de Dios
- Señor tu eres nuestra luz ……………………………………………..171
- Tan cerca de mi ………………………………………………………….193
- Tomado de la mano …………………………………………………….191