Jesús se va al desierto
Las imágenes que los evangelios nos presentan de Jesús, son complejas pero encierran en sí todo el misterio de la plenitud divina. Se le ve como un hombre entre los hombres, se le quiere comprender y no se consigue. Le vemos como un hombre real que viene y va, se cansa y descansa, tiene hambre, cuida de sus discípulos, acaricia a los niños y resiste a los enemigos…. San Marcos utiliza un lenguaje profético cuando dice que, "el Espíritu le impele a irse al desierto", a la soledad, lejos de los suyos y de aquél pueblo que estaba cerca del Jordán. Y describe el desierto cuando dice que "moraba entre las fieras". "Cuarenta días" es un tiempo largo, es un término lleno de significado bíblico… Aquella oración del desierto tendrá la gozosa plenitud del principio,del comienzo; luego vendrán las tentaciones, y más tarde, la oración en Los Olivos… Realmente, Jesús es la grandeza que rompe toda medida.
Hagamos también nosotros el intento de entrar en el desierto, que es el mejor espacio para escuchar a Dios. El verdadero desierto es la limitación real de nuestra propia vida, los límites del conocimiento y la verdad… El vacío y la soledad son precisamente la revelación de esa Presencia que no puede ser comprendida….Es el lugar al que hay que volver, sobretodo, en épocas de crisis, para comenzar de nuevo la historia rota por la infidelidad y las traición. Según el Profeta Isaías, es el mejor lugar para abrir camino a Dios y dejarle entrar al corazón.
CANTAREMOS:
- Somos un pueblo que camina …………………………………………..173
- Señor ten piedad
- Tu palabra Señor me da vida – Antífona
- Te ofrecemos Señor ……………………………………………………….186
- Santo – Padre nuestro
- La Paz – Cordero de Dios
- Vaso nuevo ……………………………………………………………………221
- Perdón Señor ………………………………………………………………..133
- Dame un nuevo corazón …………………………………………………..64