(RV).- En su último encuentro durante la segunda jornada del viaje a Georgia, el Papa fue recibido entre campanadas y mientras el sol caía, en la catedral patriarcal de Svetyskhoveli , centro de la Iglesia ortodoxa georgiana donde se custodia la túnica de Cristo, según la tradición local. Papa Francisco invitó a todos los cristianos a llevar un “camino paciente que hay que cultivar con confianza en los demás y con humildad”.
“La túnica sagrada, misterio de la unidad, nos exhorta a experimentar un gran dolor por las divisiones de los cristianos habidas a lo largo de la historia: son desgarros reales infligidos en la carne del Señor”.
A lo largo de su discurso el Papa incidió en algunas expresiones de la lengua georgiana que “describen la fraternidad, la amistad y la cercanía”, como fue cuando habló del significado del bautismo: “la vida nueva recibida en Cristo”. “La nobleza de la lengua induce así a pensar en la belleza de una vida cristiana que desde el comienzo es luminosa y se mantiene así si permanece en la luz del bien y rechaza la oscuridad del mal, manteniendo la fidelidad a las propias raíces”.
El Santo Padre terminó pidiendo para que la hermandad y la colaboración crezcan en todos los ámbitos; “que la oración y el amor nos ayuden a acoger cada vez más el ardiente deseo del Señor para todos los que creen en él por la palabra de los Apóstoles: que todos sean «uno»” (cf. Jn 17,20-21).