Cantaremos – XXIX Domingo del Tiempo Ordinario/C

El evangelio de este domingo nos hace escuchar el grito de todos los que piden justicia. La viuda, símbolo del desamparo y la impotencia, representa hoy a tantas víctimas sepultadas en las cárceles, abandonadas al autoritarismo totalitario del Poder, a la carencia absoluta de moral de los jueces y a la violencia de sus carceleros.

Bíblicamente, la viuda es símbolo de la persona desamparada. Está sola, no tiene quien la ayude ni quien la defienda. Su súplica es la de todos los pobres y oprimidos…. como la de tantos de los que abundan en nuestra tierra y deambulan por nuestras calles….. Por otra parte, al juez sin principios ni religión no le importa para nada el sufrimiento de las víctimas ni el de su familia. Su interés está centrado en la jugosa remuneración material que recibe. Sólo piensa en enriquecerse más.

Para muchos de los que habitan este planeta, la vida es una larga noche en el más oscuro calabozo. El mensaje de Jesucristo resucitado de una muerte injusta, es la mejor señal de la victoria del bien sobre el mal. Lamentablemente, mientras tanto, los humanos esperamos impacientes ante el silencio de Dios….y escuchamos por todos lados frases llenas de desilusión. Tal vez nuestra oración es cómoda y equivocada: pedimos a Dios que intervenga y haga lo que nos toca a nosotros: trabajar para construir un mundo más justo y solidario, no a punta de limosnas populistas, sino entregando a los hermanos las herramientas para construirse una vida digna que tenga su continuidad en una eternidad feliz. Hemos de comenzar por repartir Valores, no paupérrimos valores.

CANTAREMOS:

      • Que alegría cuando me dijeron ………………………………….. 141
      • Te vengo a ofrecer
      • Con nosotros está …………………………………………………….  45
      • Tan cerca de mi ……………………………………………………… 193
      • Viva Cristo …………………………………………………………….. 218