Continuamos en el Cap 5 de Mateo. El Evangelio está repleto de vivencias llenas de simbología, que solamente profundizando en ellas es como vamos comprendiendo las enseñanzas de Jesús. Por eso la Iglesia nos va llevando cada día, por medio de la liturgia, a través de los hechos y de la enseñanzas del Señor, para que meditando en su novedosa propuesta nos decidamos a dar respuesta a su llamado para formar parte del reino de Dios.
El reino de Dios, es Dios y su proyecto sobre la historia humana. Jesús lo sabe muy bien, por eso desde pequeño, observa cómo se desenvuelve la vida en la familia, en la aldea donde le tocó vivir. Cuando sea grande, al predicar, enseñará a partir de esas vivencias cotidianas que todos entienden. Desde niño observaba cuál era el lugar más apropiado para colocar el candil, de manera que su luz fuera bien aprovechada en la casa. Más tarde le dirá a sus seguidores: “Ustedes son la luz”…y les recuerda que la luz se enciende para ponerla encima del candelero de manera que ilumine… La luz es la fe, el amor y la vida de cara a la verdad. Las tinieblas son la incredulidad, la cerrazón ante el bien y el Amor.
Explica además: “Si la sal se desvirtúa, ¿con qué se salará?…. En nuestro país, azotado por la escasez, la sal es el producto más barato y cuesta poco. Hoy tenemos refrigeradores, pero en tiempo de Jesús no, y la sal era necesaria para conservar los alimentos. Por eso al pedirnos que seamos Sal, nos está diciendo que debemos ser conservantes para que el mundo no se pudra en la corrupción y en los vicios. Vivimos en la carne, pero no debemos vivir según la carne. Vivimos en la tierra pero estamos llamados a ser ciudadanos del cielo.
CANTAREMOS:
- El Señor nos llama y nos reúne ……………………………………… 272
- Señor ten piedad- Gloria
- Aleluya – Antífona
- Este pan y vino Señor …………………………………………………… 91
- Santo – Padre nuestro
- La Paz – Cordero de Dios
- Señor, tu eres nuestra luz ……………………………………………… 171
- Señor Dios nuestro ………………………………………………………. 169
- Alabaré ……………………………………………………………………….. 17