La fiesta de Cristo Rey es el punto culminante del Año Litúrgico. Hemos intentado -como cristianos- seguirle a lo largo de cada día. El reino de Cristo, no es de este mundo. En el reino de Cristo no cabe la mentira, la corrupción, la mediocridad o el odio. Por ello mismo, porque su reino no es de este mundo, siempre será causa de contradicción El pagó un alto precio por nuestra redención, sigue necesitando soldados que –con las armas de la fe, la esperanza o la caridad infundan en todos los ambientes la alegría de ser de los suyos. Aquel que, por ser Rey, fue burlado y humillado nos exige un poco de coherencia y de fortaleza. Es fácil apartarse del camino de nuestro Rey . Pero merece la pena ser de Cristo, caminar con Cristo y dejarse gobernar por su peculiar gobierno: el amor. La festividad de Cristo Rey nos anima a ser hombres y mujeres de paz. En una sociedad, materialista y caprichosa la solemnidad de Cristo Rey nos empuja a mirar a ese gran hermano mayor que repartió amor y más amor para que entendiésemos que su Reino es una casa a la que se llega por los caminos del amor.
CANTAREMOS
- Tu reino es vida …………………………………….. 189
- Te vengo a ofrecer
- Señor, Dios nuestro ………………………………… 169
- Tan cerca de mí ……………………………………… 193
- Solo el amor …………………………………………… 166