Toda la liturgia de este domingo es una invitación a la alegría y a la fiesta porque el Señor está cerca. Mientras nos aproximamos a las celebraciones navideñas resuena la invitación a mantenernos expectantes y activos sí, pero también alegres. Es fácil emplear la palabra alegría, es fácil definir una alegría en teoría; es difícil manifestar la profundidad de la alegría. El niño es el prototipo dé la felicidad. El niño es feliz porque se sabe protegido y amado porque vive en presencia de sus padres. Un mundo sin fe, sin horizonte abierto, un mundo sin cielo y sin esperanza es un absurdo. No puede haber alegría: ni alegría material situada en lo económico, ni alegría social situada en lo político, ni alegría familiar situada en lo afectivo. Es un mundo cerrado, sin fronteras. Nosotros tenemos la fórmula y el sentido para nuestra alegría porque creemos en un Dios Padre que nos protege y mima, porque realmente espera de nosotros esa actitud confiada del niño que levanta los brazos y vive confiado en el calor del regazo paterno.
CANTAREMOS.
- Ven Salvador ……………………………..……… 215
- Preparad el camino al Señor ………….……. 139
- Que los cielos lluevan al Justo ………….….. 150
- Oh Emmanuel ……………………………………. 266
- Adviento, ven Salvador ……………………….. 227
- Dios camina con su pueblo ………………….. 235