El año litúrgico está formado por seis estaciones o tiempos:
- Adviento – las cuatro semanas de preparación al nacimiento de Jesús
- Navidad – recordar el nacimiento (la Natividad) de nuestro Señor Jesucristo y su manifestación a todos los pueblos de la tierra
- Cuaresma – un período de seis semanas de penitencia antes de la Pascua
- Sagrado Triduo Pascual – los tres días más sagrados del año de la Iglesia, en el que el pueblo cristiano recuerda la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo
- Tiempo Pascual – 50 días de celebración gozosa por la resurrección del Señor de entre los muertos y su envío del Espíritu Santo
- Tiempo Ordinario – dividido en dos secciones (una parte de 4 a 8 semanas después de la Navidad y otra que dura cerca de seis meses después del Tiempo Pascual), durante este tiempo los fieles consideran todas las enseñazas y obras de Jesús con el pueblo
El misterio de Cristo, desarrollado a través del ciclo anual, nos llama a vivir su misterio en nuestras propias vidas. Este llamado se ilustra mejor en las vidas de María y los Santos, celebrados por la Iglesia a través del año. No hay ningún conflicto entre el misterio de Cristo y la celebración de los santos, sino más bien contienen una maravillosa harmonía. La Santísima Virgen María está unida por un vínculo inseparable a la obra salvífica de su Hijo, y las fiestas de los Santos proclaman la maravillosa obra de Cristo en sus siervos y ofrecen a los fieles apropiados ejemplos a imitar. En estas fiestas de los Santos el Misterio Pascual de Jesucristo se proclama y se renueva.
http://www.usccb.org/prayer-and-worship/ano-liturgico/index.cfm