Evangelio según san Lucas (Lc 20, 27. 34-38)
En aquel tiempo, Jesús dijo a los saduceos, que niegan la resurrección de los muertos:
“En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Diosno es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven”.