Autor: alberto

“Pasó por uno de tantos…” (Flp 2, 7) – Domingo de Ramos.

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D. FRIEDRICH, Cruz en el mar Báltico (1815). Berlín, Castillo de Charlottenburg.


Frente a nosotros la cruz. Como si quisiera impedirnos mirar el horizonte del mar, los barcos que en él navegan, lo eterno que esconde. La cruz siempre se nos impone sin que la busquemos. Y aparentemente bloquea nuestro camino, nuestra ruta hacia el infinito que deseamos y merecemos. Cuanto menos nos sorprende. Una cruz tosca y pobre, que tiene historia y sal, y que se yergue, subversiva, sobre la roca. Frente a ella rivalizan en importancia el horizonte, siempre atrayente del anochecer, ése que está lleno de interrogantes sobre el sentido, pero que no tiene respuestas… Y la luna que brilla en la noche y jamás pierde su luz. La que hace orientarse a los marineros y regula el ciclo del mar y de las cosechas… ¿Y si Dios mismo estuviera brillando, eterno, en todas nuestras noches, aun cuando la cruz se nos impone en el camino?

El pintor, mientras realizaba la pintura, escribió una carta a la mujer que se la encargó, con las siguientes palabras: "El cuadro para su amiga ya está esbozado, pero no contendrá iglesia, árbol, planta o hierba. En una playa desnuda y pedregosa se alza la cruz. Para quien la ve, un consuelo; para quien no la ve, una cruz". El autor no quiere que sea símbolo del final, sino fuerza en el trayecto, esperanza ante el futuro…

La cruz se convierte en nuestro camino en un faro que alumbra en medio de la noche. Indica dónde y cómo se llega al puerto, a la orilla. Dibuja los límites invisibles del lugar donde está el refugio, el puerto seguro. No tiene una luz fija, sino frágil e intermitente. Solo los marineros expertos distinguen dónde se encuentran cuando la ven. La cruz, en este domingo de ramos, nos vuelve a señalar la meta, la orilla de un Corazón que nos espera y en el que tenemos sitio.

La cruz se convierte en la imagen de las causas perdidas (o ganadas, quién sabe). Allí donde se dejan los exvotos que son signo de batallas, de triunfos y fracasos. Si nuestras cruces hablaran serían capaces de contarnos nuestra propia historia. El ancla señala la esperanza, el final de la travesía, la meta alcanzada, la certeza del encuentro final. Los remos son el esfuerzo, la lucha y las propias seguridades: quien los dejó ha decidido no pelear contra las corrientes sino rendirse y dejarse llevar por un Viento a favor. Y la roca, que todo lo sostiene, evoca el espacio de lo eterno, el lugar que ya no tiemblan, donde los pies están seguros y el camino alcanzado…

La cruz se convierte en nexo, en vínculo de unión entre lo lejano. Domina la imagen y el horizonte entero. Una simple cruz, como tantas que señalan nuestros espacios cotidianos. Es más que una cruz. Cristo no está en ella, sino dominando toda la obra en lo escondido: ancla y puerto, luna y horizonte, mar y barca… La cruz acaba siendo puente entre dos espacios, escalera que invita a subir, que acerca lo eterno a la tierra humana. Como si estuviera vacía para que nosotros la ocupemos. Feliz elección la de Cristo al subirse a ella, cátedra donde se aprende lo sagrado: especialmente humana (o inhumana, según se mire), hace a Dios compañero de camino, y a nosotros, frágiles y vulnerables, nos eleva al lugar de Dios. Una cruz, señal, puente, flecha que apunta a la meta de la vida…

Fray Javier Garzón O.P. Dominicos.org


Comentario Bíblico

Un profeta no puede morir fuera de Jerusalén

Algunos rasgos de la teología de la Pasión de Lucas

            El relato de la pasión de San Lucas tiene como fuente el texto más primitivo de Marcos, o quizás también un “primer relato” que ya circulaba desde los primeros años del cristianismo para ser leído y meditado en las celebraciones cristianas. A eso se añaden otras escenas y palabras de Jesús que completan una “pasión” profunda y coherente, en la que si bien los datos históricos están más cuidados que en Marcos y en Mateo, no faltan los puntos teológicos claves.

            Se pretende explicar, no solamente por qué mataron a Jesús, sino el sentido que el mismo Jesús dio a su propia muerte, como sucede en el relato de la última cena con sus discípulos. Lucas nos ofrece la tradición litúrgica de las palabras eucarísticas en esa cena, que son muy semejantes a las de Pablo en 1 Corintios 11, pero además presenta las palabras de Jesús sobre el servicio en las que considera que su muerte “es necesaria” para que el Reino de Dios sea una realidad más real y efectiva.

            El evangelista se ha cuidado de poner en relación muy estrecha al Señor con sus discípulos y con el pueblo, mientras que deja bien claro que son los dirigentes, los jefes, los que han decidido su muerte. Ni siquiera nos relata la huida de los discípulos, quizás porque quiere preparar el momento de las apariciones del resucitado que tienen lugar en Jerusalén.

            Por lo mismo, en este relato de Lucas sobre la pasión del Señor, debemos leer algunas escenas especiales con interés, como corresponde al cuidado que ha puesto el evangelista y al sentido catequético que tienen ciertos episodios de la narración. La cena de Jesús es más personal, más testimonial: se pide el servicio, la entrega, como Jesús va a hacer con los suyos.

Una pequeña estructura de Lc 22-23, podía ser esta:

I.- Introducción y preparación (22, 1-13)

II.- La última cena y despedida de Jesús (22, 14 -38)

III.-  Getsemaní: oración y prendimiento (22, 39-53)

IV.- Las negaciones de Pedro (22,54-62)

V.- El juicio religioso (22,63-71)

VI.- El juicio político ( 23,1-25)

VII.- Crucifixión, muerte y sepultura de Jesús (23,33-48)

Profundizar todos estos puntos en las palabras de Fray Miguel de Burgos Núñez (https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/14-4-2019/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/

Venezuela: La Cruz Roja distribuirá ayuda sin interferencias


La Cruz Roja Internacional ha llegado a un acuerdo con la Conferencia Episcopal para la entrada de la ayuda humanitaria, que se distribuirá de forma imparcial sin el apoyo político de Maduro o Guaidò. Millones de personas carecen de alimentos y servicios básicos. 75 toneladas de medicinas de China. Tercer apagón en el país. Hoy, todavía en la plaza, las dos facciones políticas


Roberto Piermarini – Ciudad del Vaticano

Cruz Roja Internacional, conferencia en Caracas, VenezuelaEl enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, anunció que "se ha llegado a un acuerdo entre la Cruz Roja Internacional y la Conferencia Episcopal venezolana para la entrada de ayuda humanitaria para 650.000 personas. La operación se centrará en la distribución de medicamentos y herramientas para hacer frente a la emergencia sanitaria.

En una rueda de prensa en Caracas, el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Francesco Rocca, dijo que la distribución de la ayuda humanitaria es responsabilidad "sólo la Cruz Roja" y se hará de manera imparcial "sin el apoyo de la administración del presidente venezolano Maduro, ni de Guaidò", que asumió la presidencia interina, porque -dijo Rocca- "no aceptaremos injerencias de nadie".

Informe de la ONU: millones de personas carecen de alimentos y servicios básicos

Un informe interno de la ONU revela que alrededor de una cuarta parte de los venezolanos necesitan ayuda humanitaria y que millones de personas carecen de alimentos y servicios básicos. Según las estimaciones, el 94% de los 28,8 millones de habitantes de Venezuela viven en la pobreza, mientras que unos 3,4 millones han huido, a lo que hay que añadir otros 1,9 millones este año. El informe de las Naciones Unidas indica que alrededor de 2,8 millones de personas necesitan atención médica, incluidas unas 300.000 personas cuyas vidas corren peligro porque no han podido acceder a medicamentos o terapias para enfermedades como el cáncer, la diabetes y el VIH durante más de un año. Además, 4,3 millones de personas necesitan ayuda en materia de agua y saneamiento.

75 toneladas de ayuda médica de China

Un avión que transportaba 75 toneladas de medicamentos y material médico y quirúrgico de China llegó hoy al aeropuerto de Caracas. La carga fue recibida por el vicepresidente venezolano Tareck el Aissami, también ministro de Industria y Producción Nacional, quien dijo a los medios de comunicación en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas que había recibido "esta primera carga de importante material médico, que incluye, entre otras cosas, antibióticos, medicamentos para la diabetes, equipo médico quirúrgico, protectores gástricos y analgésicos". Es una primera carga, añadió, porque hemos iniciado, en el marco de las relaciones que mantiene Venezuela con países soberanos, un puente aéreo para que todos los medicamentos lleguen a nuestros aeropuertos y puertos.

Hoy, en la calle, militantes de Maduro y Guaidó

Venezuela será hoy escenario de dos manifestaciones opuestas en Caracas y en el resto del país, convocadas por el presidente Maduro y Juan Guaidó. El último miércoles había llamado a los venezolanos a salir a las calles el sábado para protestar contra los apagones y exigir "el cese de la usurpación" por parte de Maduro. En respuesta a este desafío, el Jefe de Estado invitó a sus militantes a manifestarse el mismo día en Caracas y en el resto del país "como parte de la operación para defender la libertad denominada “Ganar la batalla por la paz’".

Tercer nuevo apagón en Venezuela

Caracas y muchas otras ciudades han estado en la oscuridad desde ayer a las 19 horas locales, reportó Globovisión. La interrupción de hoy se produce sólo cinco días después de la del lunes y es la tercera después del apagón masivo del 7 de marzo que afectó a casi todo el país y que duró unas 100 horas.

Vatican News

Nota : El acuerdo es entre la Cruz Roja Internacional y La Conferencia Episcopal Venezolana. Tarek el Aisami da entrever que es el Gobierno de Maduro el que negoció con China (Paises soberanos) la ayuda humanitaria. ¿Aceptará la responsabilidad de la grave crisis sanitaria, los muertos, la falta de medicamentos?

IV Domingo de Cuaresma. Comentario Bíblico.

Ya próxima la Pascua, las lecturas de este cuarto domingo de cuaresma acentúan la idea del retorno, siempre acompañado de conversión, que consiste en la renovación del corazón para vivir con más entusiasmo la fe.

Tras un largo y fatigoso caminar por el desierto, el pueblo elegido  llega desde la dura esclavitud de Egipto al umbral de la tierra prometida, para iniciar una historia nueva.

La parábola del hijo pródigo describe el viaje de cada persona, también del discípulo de Cristo, desde la lejanía del pecado o, simplemente, desde la apatía y la rutina para gozar del encuentro  con el Padre. Este retorno se realiza transitando el camino que el mismo Padre ha abierto a la humanidad, Cristo Jesús. Es un camino amplio, abierto a todos. Por ese camino, que es el mismo Cristo, va el hijo pródigo que, reconociendo sus malos pasos, decide levantarse y volver. En este hijo está representado el género humano; en él estamos todos.

Mientras hacemos nuestro camino cuaresmal, la liturgia de la Iglesia nos ofrece esta hermosa parábola del hijo pródigo para que podamos gustar  con  agradecido corazón la grandeza de la misericordia de Dios hacia la humanidad y, por tanto, hacia cada uno de nosotros. Un mensaje especialmente cercano al corazón de Jesús quien, con gran fuerza, desea dejarlo patente  ante quienes le criticaban entonces y a  sus equivalentes de todos los tiempos.

Fr. Pedro Luis González GonzálezFr. Pedro Luis González González
Convento del Santísimo Rosario (Madrid)

III Domingo de Cuaresma. Introducción.

El Señor es compasivo y misericordioso

La segunda parte de la Cuaresma (domingos tercero, cuarto y quinto) cada uno de los Ciclos tiene un tono propio marcado por los Evangelios que se leen en ellos: el Ciclo A tiene un tono Bautismal (se inicia un proceso catecumenal que culmina con el bautismo en la noche de Pascua),  el Ciclo B incide más en el camino de la Cruz, y  el actual Ciclo C insiste en la necesidad de la conversión y por eso en los próximos domingos –el hijo pródigo y la adúltera- nos presentarán, desde distintas perspectivas, la misericordia de Dios y también la nuestra.

Las lecturas de este tercer domingo pate del éxodo realizado por el Dios que libera por mediación de Moisés (Ex 3,1-8ª.13-15) y este acontecimiento hace que la asamblea proclame con el salmo: “El Señor es compasivo y misericordioso” (Smo.102, 1b-4.6-8.11) San Pablo, en la segunda lectura, hace una explicación en tono espiritual de la primera lectura: “la vida cristiana es como un éxodo conducido por Cristo”. Por este motivo el Evangelio de Lucas (el evangelista de este Ciclo) nos hace una llamada urgente a la CONVERSIÓN.

La Cuaresma viene a ser como un signo sacramental de esta conversión. Es una llamada a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y social, poniendo en práctica las clásicas armas que nuestra madre la Iglesia pone a nuestra disposición: el ayuno (encuentro con nosotros mismos), la oración (encuentro con Dios) y la limosna (encuentro con nuestros hermanos).

Fr. Manuel Gutiérrez BanderaFr. Manuel Gutiérrez Bandera
Virgen del Camino (León)

Comentario Bíblico. II Domingo de Cuaresma. Lucas (9,28-36): La Transfiguración desde la oración.

III.1. ¿A dónde nos lleva el evangelio de hoy? Si seguimos el texto en sus inicios: subió al monte a orar. Esto es muy propio de Lucas y siempre en momentos importantes de la vida de Jesús. No hay nombre para el monte en ninguno de los evangelistas (cf Mt 17,1-9; Mc 9,2-10). El evangelista Lucas, a su manera, quiere asomarnos, por un pequeño instante, con los discípulos, a esa vida que no está limitada por nada ni por nadie. Quien escucha, hoy, en este domingo de Cuaresma, este pasaje del evangelio quedará sorprendido, porque no le será fácil entender todo lo que en él acontece. Pero debemos pensar que Lucas, recogiendo la tradición de Marcos, que es el primer evangelista que la asumió de otros, sabe que en su comunidad habrá dificultades para entenderla. De todas formas ha limado un poco su lenguaje y su intención catequética. La Transfiguración es una escena llena de contenidos simbólicos. Es como un respiro que Dios le concede a Jesús en su camino hacia Jerusalén, hacia la pasión y la muerte, con objeto de que alcance a experimentar un previamente la meta. Solo desde la oración, entiende Lucas, es posible vislumbrar lo que sucede en el alma de Jesús. Ese coloquio que Jesús mantiene con los personajes del Antiguo Testamento, Moisés y Elías, representan la Ley y los Profetas y con ellos se entabla un diálogo en profundidad sobre su “partida” (éxodo), sobre su futuro, en definitiva, sobre su muerte.

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Comentario Bíblico – Evangelio (Lucas 6, 39-45): La sabiduría de la misericordia

Este texto, final del sermón del llano lucano, nos invita a poner en práctica las palabras de Jesús. Se habla de una parábola, que en realidad son dos comparaciones (mashal, proverbio). En primer lugar la del ciego y en segundo lugar la del discípulo y maestro. Después vemos una construcción que se nos presenta como un paralelismo antitético, centrada sobre el árbol bueno y el malo (vv. 43-45), poniendo de manifiesto que todo árbol se valora de verdad por sus frutos. Ninguno puede dar un fruto distinto de su esencia: los higos no se buscan en las espinas, ni las uvas en los zarzales. Todo este conjunto es sapiencial, como el texto de Ben Sirac. Esto lo encontramos, aunque no exactamente así, en Mt 7, 1ss (el sermón de la montaña).

En el mundo judío el discípulo no estaba llamado a superar al maestro como sucede a veces en el mundo occidental no bíblico. Mas bien se trata de imitar la sabiduría del maestro que le ha enseñado. Pero en este discurso, previamente, está el famoso dicho de "sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso" (Lc 6, 36). Es ahí donde se apoya esta enseñanza de los dichos de Jesús: que los ciegos, que los discípulos, traten de imitar la misericordia del Padre. Es, pues, una llamada a ser discípulos de la misericordia. De esa manera no estaremos preocupados de ver y agrandar el mal o los fallos de los otros y pasar por altos los nuestros. "Sed misericordiosos" es no admitir esa clase de ceguera patológica que tenemos para querer guiar a los que ven o tienen más sabiduría que nosotros. No reconocer eso es ser como los ciegos y los discípulos que sin sabiduría quieren ser más sabios que su maestro.

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Comentario Bíblico . Evangelio (Lucas 6,27-38): Evangelio frente a violencia.

Se trata, junto con las bienaventuranzas, del centro del mensaje evangélico en su identidad más absolutamente cristiana, en exigencia más radical, en cuanto expresa lo que es la raíz del evangelio. Y la raíz es aquello que da vida a una planta; que recoge el "humus de la tierra". Frecuentemente, cuando se habla de radical se piensa en lo que es muy difícil o heroico. Si fuera así el cristianismo, entonces estaríamos llamados casi todos a una experiencia de fracaso. Por el contrario, en las exigencias radicales y utópicas del sermón es cuando el cristiano sabe y experimenta qué camino ha elegido verdaderamente. Y no es lo importante la dificultad de llevar todo esto a la praxis, sino saber identificarse con el proyecto de Jesús, que es el proyecto de Dios.

Por eso mismo, el amor, incluso a los enemigos; el renunciar a la violencia cuando existen razones subjetivas e incluso objetivas para tomar disposiciones de ese tipo es una forma de poner de manifiesto que el proyecto de evangelio se enraíza en algo fundamental. Nadie ha podido proponer algo tan utópico, tan desmesurado, como lo que Jesús les propone a hombres y mujeres que tenían razones para odiar y para emprender un camino de violencia. La sociedad estaba dominada por el Imperio de Roma, y unas cuantas familias se apoyaban en ello para dominar entre el pueblo. La pobreza era una situación de hecho; las leyes se imponían en razón de fuerzas misteriosas y poderosas, de tradiciones, de castas y grupos. El mensaje de Jesús no debería haber sido precisamente de amor y perdón, sino de revolución violenta. Y no es que Jesús no pretendiera una verdadera revolución; su mensaje sobre el reino de Dios podía sonar en tonos de violencia para muchos. Pero ¿cómo es posible que Jesús pida a las gentes que amen a los enemigos? Porque el Reino se apoya en la revolución del amor; así es como el amor del Reino no es romanticismo; así es como el Reino es radical; así es como el evangelio no es una ideología del momento, sino mensaje que perdura hasta nuestros días. Jesús quería algo impresionante, y no precisamente irrealizable a pesar de la condición humana. Es posible que durante mucho tiempo se haya pensado que la práctica del sermón de la montaña o del llano no es posible llevarla a cabo en este mundo y se considere que su utopía nos excusa de realizarlo. Pero utopía no quiere decir irrealizable, quiere decir que está fuera de la forma común en que nos comportamos los hombres.

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IIª Lectura: Iª Corintios (15,12.16-20): Sin resurrección no hay futuro

II.1. La carta de Pablo a los Corintios, segunda lectura de este domingo, continúa después el “credo” de la resurrección (vv. 1-11) con sus consecuencias para todos los hombres. Si no hay resurrección de Jesucristo no hay perdón de los pecados y no habrá vida eterna. Entonces ¿qué nos espera?, ¿la nada?, ¿el caos? Algunos niegan la resurrección de los muertos, no la ven necesaria. Por lo tanto tampoco sería la de Cristo (v.12). Con eso el cristianismo pierde su sentido y Pablo lo hace ver con claridad meridiana. Porque la lógica se impone: si los muertos no resucitan, tampoco  Cristo debía haber resucitado.

II.2. Pero si Cristo no ha resucitado la fe de los cristianos no tiene sentido; la lógica sigue imponiéndose frente a los que se permiten esas afirmaciones. Y si ponemos en Cristo nuestra esperanza únicamente para esta vida, somos los más tontos de todos los hombres. Estamos en el centro del debate: si no hay resurrección ¿para qué ser cristianos? ¿Para vivir con un sentido ético en esta vida? No sería totalmente negativo, pero se empobrecería sobremanera el sentido de la fe y de la vida cristiana. Y se arruinaría una dimensión fundamental del cristianismo: ofrecer vida verdadera, vida eterna a los hombres. La resurrección de Jesucristo es el paradigma de la oferta verdadera de Dios a los hombres.

II.3. Cristo no ha venido a otra cosa sino a “resucitarnos” en el mejor sentido de la palabra. No solamente a resucitarnos moralmente (que así ha sido), sino para que resucitemos como Él. Es verdad que la acción de la resurrección recae directamente en Dios. Pero de alguna manera, como apunta Sto. Tomas, la resurrección de Jesús es la causa de nuestra resurrección (S. T. q. 56). Habría que precisar algunos aspectos de las afirmaciones teológicas de Tomás de Aquino, porque la antropología actual y la hermenéutica lo requieren. Su resurrección, poder de Dios, es la fuerza transformadora de nuestra historia de pecado y de muerte. Pero si no hay resurrección de los muertos tampoco podríamos hablar del valor eficiente de la resurrección de Jesús para todos los hombres ¡no habría futuro para nadie! ¡ni siquiera para Dios!, porque nadie lo buscaría y nadie diría su nombre. Pero la resurrección de Jesucristo nos ha revelado que sí hay futuro para todos, para Dios y para nosotros.