Categoría: Comunidad

Comunidades activas en la Parroquia

Cantaremos. II Domingo de Cuaresma /B

Podemos fijarnos hoy, en la escena del Evangelio de hoy y en la exclamación de Pedro que se atreve a hablar: “Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Expresa un gozo que no había encontrado antes. Según el mismo apóstol, merecería la pena eternizar la situación. Quedaba atrás la renuncia a todo lo que habían dejado por seguir a Jesús. Ver su rostro transfigurado recompensaba todo lo pasado. Todos hemos dicho alguna vez esta frase y la hemos pensado en muchas ocasiones. ¡Qué bien se está aquí!, y como Pedro, hubiéramos querido quedarnos allí para siempre, tal cual estábamos. Al lado de Jesús, los apóstoles se encontraron tan bien, que experimentaron el deseo de permanecer siempre como estaban, de no volver a la realidad diaria, de quedarse con el Señor al entrever, siquiera fuera ligeramente, la grandeza y la belleza que la transfiguración ponía en El. Es misión de los cristianos presentar al mundo un Jesús con el que el hombre se encuentre bien, un Jesús con el que dé gusto estar, con el que a uno le apetezca quedarse un rato a charlar, a cambiar impresiones, a revisar los problemas grandes y pequeños de la vida diaria. Es misión de los cristianos presentar a un Jesús “transfigurado”, Hijo predilecto de un Dios que es amor, justicia, comprensión, omnipotencia y misericordia y otras muchas cosas.

CANTAREMOS.

      • Al reunirnos en nombre del Señor …………………………………….  6
      • Ten piedad
      • Gloria
      • Este es el ayuno …………………………………………………………….  86
      • Somos un pueblo que camina …………………………………………. 176
      • Al atardecer de la vida …………………………………………………..     3
      • Dame un nuevo corazón ………………………………………………….   64

Cantaremos . I Domingo de Cuaresma /B

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.  La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestros pecados, nos alejamos más de Dios. Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección. 

CANTAREMOS:

      • El Señor es mi fuerza …………………………………………….  90
        • Ten piedad
        • Gloria y honor a Ti, Señor Jesús
      • Te ofrecemos Señor …………………………………………….. 186
      • El pueblo de Dios ………………………………………………….   67
      • Perdón Señor ……………………………………………………….. 133
      • Dame un nuevo corazón ……………………………………….  64

Miércoles de ceniza.

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

imageLa Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por vivir como verdaderos creyentes, como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas.

  40 días

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.  En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: Conviértanse. Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras Conviértanse y crean en el Evangelio y con la expresión Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás, invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.

La ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.

Sinónimo de “conversión es así mismo la palabra penitencia Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.

CANTAREMOS:

      • Entrada: Somos un pueblo que camina ………………………… 174
        • Antífona: “No endurezcan su corazón”
      • Ceniza: Este es el ayuno ………………………………………………..  86
        • Perdona a tu pueblo ………………………………………….. 129
      • Ofertorio : Este pan y vino ……………………………………………    91
      • Comunión : Vaso nuevo ……………………………………………….  221
        • Perdón Señor …………………………………………………….  133
      • Salida : Dame un nuevo corazón …………………………………     64

Cantaremos – VI Domingo del tiempo Ordinario /B

En tiempos de Jesús los enfermos eran  excluídos de la convivencia familiar, social y religiosa. Un buen pretexto para esta segregación eran los enfermos de la piel. Este domingo contemplamos la respuesta inmediata que Jesús le da aun leproso, cuando se acerca temeroso para decirle: “Señor, si tú quieres, puedes curarme”. La fe de aquél hombre conmueve a Jesús, y lo sana de inmediato.   Jesús no sólo predica, sino que cura enfermos integrándolos a la vida útil y a la convivencia familiar. La manera de amar de Jesús, es curar, es aliviar el dolor humano, es salir al encuentro de los necesitados y aliviar sus dolencias.

Hoy vivimos en un mundo cargado de problemas y es urgente la respuesta solidaria y compasiva ante tantos hermanos necesitados. Nuestra Venezuela es hoy la patria de los excluidos. Es imperativo que sumemos esfuerzos para poner fin al hambre nacional, a la falta de medicamentos y de atención a tantos enfermos  que podrían salvar su vida con la atención y la medicina adecuada. Nos movemos cada día en medio de abrumadoras necesidades, creadas y agravadas por la expresa discriminación política reinante. Salta a nuestros ojos y a nuestro corazón la inmensa diferencia entre la compasión del Señor y la insensible crueldad con la que se empuja a tantos hermanos al hambre y a la enfermedad.   Aquí queda plasmada de cuerpo entero la inmensa diferencia entre comunismo y cristianismo. La identidad evangélica de nuestras comunidades debe esmerarse en manifestar su completa solidaridad, no sólo “regalando pescados”…sino derribando las causas de tanta miseria,enfermedad y muerte. Eso fue lo nos enseñó Jesús.

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne ……………………………… 272
        • Ten piedad . Gloria
        • Aleluya . Antífona
      • Este pan y vino ……………………………………………………….  91
      • Con nosotros está ………………………………………………….  45
        • Si yo no tengo amor
      • Cantad al Señor, Aleluya ……………………………………….  52

Cantaremos–V Domingo del Tiempo Ordinario /B

Los evangelios nos ofrecen relatos donde se describe el estilo de vida de Jesús. El era un hombre muy atento al dolor de la gente, incapaz de pasar de largo si veía a alguien sufriendo. No sólo predicaba su mensaje del reino de Dios, sino que su vida era una manifestación constante de solidaridad, por eso le buscaban tanto los enfermos y desvalidos, como los atormentados con angustias de otro tipo.  Ese comportamientos del Señor, es precisamente el programa de vida del cristiano. Todo cristiano es un seguidor de Jesús y su misión es ser como él. Quien vive con un corazón que ve, sabe captar las necesidades de los demás en lo más profundo de su ser para ayudar.. Si cada uno aprende a mirar al otro como miraba Jesús, descubrirá que puede ofrecerle la mirada de amor que él necesita. Nuestro país, hoy más que nunca, nos necesita profundamente cristianos, es decir: solidarios, humanos, más abiertos a las terribles carencias y necesidades de las mayorías que centrados en las propias ambiciones…. Vivir como Jesús, es haber descubierto el meollo de su invitación a pertenecer al reino de Dios, donde la norma es el pensar en los demás, la inclusión, la solidaridad y la fraternidad.

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre ………………………………………..…. 159
      • Tu pones lo demás …………………………………………………. 190
      • Quién es ese ………………………………………………………….. 145
      • Señor tu eres nuestra luz …………………………………..……. 171
      • Solo el amor ………………………………………………………….. 166

Evangelio: Marcos (1,29-39): El evangelio “cura” las miserias.

III.1. El evangelio de hoy es la continuación de lo que se había iniciado el domingo pasado con la actuación de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún. Y lo que quiere ponerse de manifiesto es que aquella enseñanza liberadora que se hizo en el ámbito del lugar sagrado y en el día del sábado, no puede quedar petrificado allí. En la vida de cada día, enfermedad, muerte, opresión -como ha entonado desesperadamente Job-, nos acechan continuamente, pero Jesús ha venido para traer el evangelio liberador. Con su actitud desafiante, que se relata aquí como un ciclo de actuaciones de su vida, está poniendo en su sitio lo que debe ser el mensaje liberador de las buenas noticias. La enfermedad no es consecuencia del pecado; lo más santo y sagrado no esta cegado para nadie; Dios mismo busca a todas estas personas para llevarles esperanza. Eso es lo que significa esta jornada, jornada teológica, por otra parte, de Jesús en Cafarnaún.

III.2. La enseñanza con autoridad (exousía) de la que se hablaba en la escena de la sinagoga ha salido, pues, de lo sagrado y llega a la vida de cada día. Lo sagrado, lo religioso, lo espiritual tiene que ser humano. A Jesús, con fama de taumaturgo, le llevan todos los enfermos. Ya se sabe lo que es la gente para estas cosas y más en aquella sociedad y con aquella mentalidad. Pero no se trata solamente de la pura milagrería, sino de la pasión por ser feliz que todos llevamos en nuestro corazón. Jesús rompe todas las normas, entra en las casas, toca a los enfermos, aunque sean mujeres, sale a las puertas de la ciudad. La fuerza irresistible, así lo ve Marcos, de evangelio ya no la pueden manejar las autoridades a su antojo. Las sanaciones de Jesús se explican en las coordenadas de aquella mentalidad popular. Jesús “enseña” que hay que sanar a los enfermos (hoy lo hace la medicina) y una sanación “milagrosa” no tiene por qué ser más importante que lo que Dios quiere que se haga por el conocimiento de la naturaleza. Pero Dios pide, para todos los curados y liberados de sus males una fe y una esperanza que es la fuerza del evangelio.

III.3. El evangelista Marcos sabe que Jesús tenía que buscar una fuerza poderosa en la oración y en la intimidad con Dios, para decir y hacer lo que hizo en aquella “jornada”: ir a las casas, a los lugares públicos como la puerta de la ciudad, para liberar a los hombres de sus males. Ese y no otro, es el proyecto de Dios. Y aunque Jesús aparezca aquí como un taumaturgo, o algunos lo confundan con un milagrero que busca su fama (sus mismos discípulos así lo entendieron al principio), Jesús sabe retirarse para buscar en Dios la fuerza que le impulse a llevar el evangelio por todos los pueblos y aldeas de Galilea. En definitiva, el evangelio está frente a las miserias de la vida. Se ha hecho notar, con razón, que Jesús viene de parte de Dios como solidario con nuestras miserias. Pero además, en una lectura más en profundidad se nos muestra a Jesús luchando contra un sistema de vida y de ideas: los enfermos, los pobres, los marginados nos evangelizan; a ellos se acerca Jesús y con ellos nos llega a nosotros el evangelio.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Maestro y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

Cantaremos . 21 de Enero, III Domingo del Tiempo Ordinario.

S.Marcos nos presenta una nueva etapa en la historia de la salvación, en la cual, Jesús es el Mesías que anuncia la Buena Noticia. Con Jesús comienza un tiempo nuevo en el que nos hace ver que Dios quiere construir con nosotros un mundo más solidario y humano. Sorprende a todos diciendo que Dios ya está aquí  abriéndose un espacio en nuestra vida.  -Jesús es el centro del tema del Evangelio predicado, sobre el cual, Marcos coloca en el principio y  en el final el título de “Hijo de Dios”.  Con cuatro verbos sintetiza Jesús su Plan misionero: “Cumplir, estar cerca, arrepentirse y creer”. “Arrepentirse” significa “cambiar el rumbo y volver a Dios”, que en este caso es creer en la Buena Noticia de Jesús.

En el texto de hoy encontramos algunos aspectos de la llamada de Jesús a sus discípulos. Por parte de Cristo, la mirada que elige, que escoge.  La inicitiva,  no es el hombre el que va a la búsqueda del Maestro, sino el Maestro quien escoge y elige al discípulo. Por parte del discípulo se requiere fe: es preciso fiarse sin pedir explicaciones del maestro, sin miedo, sin cálculos… El maestro más bien señala la tarea: ante todo desprendimiento, hay que dejar las redes, el oficio, los lazos familiares. Seguimiento: Lo importante no tanto es el “dejar”, sino el “seguir”.  Cristo, el Maestro, será conocido a medida que se camina tras él.  Hay que dejarse construír: Haré de ustedes  “pescadores de hombres”.   Irán aprendiendo el nuevo oficio dejándose modelar por el Maestro. La presencia de Jesús en el mundo se asegura mediante la presencia de sus discípulos. Es preciso que los cristianos sean de verdad  para que el evangelio sea conocido por los hombres.

Jesús nos dice que “Dios ya está aquí” y que todos estamos llamados a formar parte de su reino. El “reino de Dios” no es un lugar, sino una experiencia de vida bajo los parámetros del proyecto de Dios: vida, justicia, fraternidad, paz… Es la persona de Jesús la que hace presente, cercano el reino de Dios.

CANTAREMOS:

      • Vienen con alegría …………………………………………… 219
        • Ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este es el momento ………………………………………….  73
      • Pescador ………………………………………………………….. 127
      • Hay un barco olvidado en la playa
      • Tomado de la mano …………………………………………. 191

7 de Enero – La gracia de una vida nueva.

III.1. En las tradiciones cristianas primitivas, el evangelio del “Hijo de Dios” (como le llama Marcos (1,1), no comienza de improviso, sin cerrar el pasado, sin romper los silencios y las noches de espera y esperanza de un tiempo nuevo. Muchos creyeron que eso había llegado con Juan el Bautista. Y esto se conserva latente en el cristianismo antes de que comenzaran a ponerse en pie las identidades de la religión nueva: el cristianismo. Hoy no se discute que Juan el Bautista fue el precursor del Jesús, al menos en la interpretación fundamental. Había, pues, que separar y decir algo de cómo todo comenzó en Galilea. Pero Jesús, que conoció al Bautista, que incluso se interesó por su causa y su predicación, no se quedó con él… Por eso el texto muestra, por medio de la escena del bautismo, la diferencia entre un proyecto penitencial y el proyecto evangélico: el bautismo en el Espíritu de Dios.

III.2. El texto nos habla del testimonio de Juan el Bautista sobre Jesús, quien llevará a cabo su obra, no por un bautismo de agua (aunque sea un símbolo), sino por el bautismo en el Espíritu. Es una escena cristológica de las primeras comunidades cristianas que Marcos ha asumido como inauguración solemne del ministerio público de Jesús. Es la presentación profética, pero sencilla, del que ha de revelar a Dios, sus mandamientos, su proyecto de salvación y de gracia. Jesús vino al Jordán como hombre, pero al pasar por el Jordán, como el pueblo, quedó «constituido» en el profeta definitivo del Dios de la salvación. Por eso se ha dicho que este es un relato de “vocación” profética. La escena del Bautismo de Jesús, en los textos evangélicos, viene a romper el silencio de Nazaret de varios años (se puede calcular en unos treinta). El silencio de Nazaret, sin embargo, es un silencio que se hace palabra, palabra profética y llena de vida, que nos llega en plenitud como anuncio de gracia y liberación.

III.3. El Bautismo de Jesús se enmarca en el movimiento de Juan el Bautista que llamaba a su pueblo al Jordán (el río por el que el pueblo del Éxodo entró en la Tierra prometida) para comenzar, por la penitencia y el perdón de los pecados, una etapa nueva, decisiva más bien, donde fuera posible volver a tener conciencia e identidad de pueblo de Dios. Jesús quiso participar en ello por solidaridad con la humanidad. Es verdad que los relatos evangélicos van a tener mucho cuidado en mostrar que ese acto del bautismo va a servir para que se rompa el silencio de Nazaret y todo el pueblo pueda escuchar que Él no es un pecador más que viene a hacer penitencia. El es el Hijo Eterno de Dios que, como hombre, pretende imprimir un rumbo nuevo en una era nueva. Pero no es la penitencia y los símbolos viejos los que cambian el horizonte de la historia y de la humanidad, sino el que dejemos que Dios sea verdaderamente el «señor» de nuestra vida.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Maestro y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

1 Enero . Lucas (2,15-21): Y encontraron al Salvador del pueblo. Solemnidad de Santa María , Madre de Dios.

II.1. Hoy se nos propone la continuación del relato del nacimiento de Jesús, que se leyó la noche de Navidad, que se compone de tres partes (1ª vv.1-6; 2ª vv. 7-14; 3ª vv. 15-21). Nos permitimos señalar que esta tercera parte del relato de Lucas tiene un cierto sentido por sí mismo, en cuanto muestra la respuesta humana al momento anterior que es todo él mítico, revelador, divino, angelical y extraordinario. Los pastores ¿qué harán?, ¿buscarán al Salvador?, ¿dónde?, ¿es suficiente el signo que se les ha dado? ¡Desde luego que si!, lo buscarán y lo encontrarán. Pero lo buscarán y lo encontrarán con el instinto de los sencillos, de los que no se obsesionan con grandezas; diríamos que lo encontrarán, más bien, por instinto profético. El narrador no deja lugar a dudas, porque quiere precisamente mostrar la respuesta humana al anuncio celeste. Los pastores se dicen entre ellos algo muy importante: «lo que nos ha revelado el Señor”. Y se van derechos a Belén, ¿a Belén?, ¿era esa acaso la ciudad de David? Sí; lo fue, pero ya no lo era de hecho, porque Jerusalén había ganado la partida. Pero como por medio está el anuncio del Señor, recuperan el sentido genuino de las cosas. Y van a Belén, de donde procedía David, para “ver” al Mesías verdadero. Es verdad, todo es demasiado ajustado al proyecto teológico de Lucas, que quiere poner de manifiesto el designio salvador de Dios.

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