Categoría: Comunidad

Comunidades activas en la Parroquia

Comentario Bíblico. Mateo ( 25,1-13)

La actitud frente a la felicidad eterna.

El evangelio, texto exclusivo de Mateo, nos propone la parábola de las vírgenes necias y las prudentes . No siempre hemos logrado penetrar adecuadamente en su sentido, ya que la narración está recargada de significados específicos diversos. Se habla de “diez’, quizás porque era el número exigido para la calidez de la plegaria en la sinagoga o fuera de ella. Por lo mismo se apunta, o precisa el autor del evangelio de Mateo, que es una parábola de sesgo comunitario a todos los efectos. Incluso la boda, con toda su significación bíblico-mesiánica, es útil para enmarcar el punto final: la llegada o venida del esposo. Sin esposo no hay boda ni nada lamento de sus amigas, en este caso vírgenes, lo que quiere decir simplemente “no casadas” y que también un día serán desposadas. Entre tanto, acompañan a su amiga a lo más importante de su vida pero, sin el esposo, nada tiene sentido. Algunos autores han apuntado a las interpretaciones rabínicas del Cantar de los Cantares que ven en el coro de las “hijas de Jerusalén” el grupo de los discípulos que llevan en sus manos la luz de la “Thora” y vigilan la llegada del Mesías. El aceite era en el judaísmo, además, el signo de las buenas obras, así como de la alegría de la acogida (Sal 23,5; 104,15; 133,2) e incluso de la unción mesiánica (Sal 45,8; 89,21).

Jesús, en ella, se vale del marco de una fiesta de bodas para hablar de algo trascendental: la espera y la esperanza, como cuando la novia está ardiendo de amor por la llegada de su amado, de su esposo. Pero los protagonistas no son ni el novio (lo será al final de todo), ni la novia, en este caso, sino las doncellas que acompañaban a la novia para este momento. Eso quiere decir que ellas se gozaban en gran manera con este acontecimiento, como si ellas mismas estuvieran implicadas, tanto como la novia, y sin duda la narración da a entender que debían estarlo; pero para este acontecimiento de amor y de gracia hay que estar preparados, o lo que es lo mismo, deben abrirse a la sabiduría; el júbilo que se respiraba en una boda como la que Jesús describe es lo propio de algo que alcanza su cenit en la venida del esposo.

La iglesia primitiva ha alegorizado, sin duda, la propuesta de Jesús en razón precisamente de la “parusía” que no llegaba, pero que podía llegar en cualquier momento. Este es un problema muy discutido. La frustración en la primera o segunda generación cristiana, sobre la llegada de la “parusía” o el fin del mundo, es decir, la plenitud del Reino de Dios, no se ha resuelto adecuadamente (solamente en Lucas tenemos una enseñanza más acorde con el retraso de la parusía). Por ello, la diez vírgenes son representación de una comunidad, de la comunidad cristiana. ¿Habría aceite en las lámparas para ese momento? En definitiva ¿habría sabiduría) Así es como se enlaza con el sentido de la primera lectura, que como dijimos, marca la pauta de la liturgia de hoy. Sabernos que esta es una parábola de “crisis”, no para atemorizar; sino para mantener abierta la esperanza a esa dimensión tan importante de la vida.

Entonces, ¿qué es la parusía? ¿qué significa el fin del mundo) (lo veremos mejor cl próximo domingo). Lo importante es estar preparados para la venida del esposo, el personaje que se hace esperar. Se habla de una “presencia” (que eso significa “parusía) ante los que esperan. Por tanto, no es cuestión de entender el terna en términos cósmico-físicos, sino de cómo nos enfrentamos a lo más importante de nuestra vida: la muerte y la eternidad: ¿con sabiduría? ¿con alegría? ¿con aceite, con luz? ¿con esperanza? Este mundo puede ser “casi” eterno, pero nosotros aquí no lo seremos. Estamos llamados a una “presencia de Dios” (parusía) y eso es como unas bodas: debemos anhelar amorosamente ese momento o de lo contrario seremos unos necios y no podremos entender unos desposorios de amor eterno, de felicidad sin límites.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Maestro y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

Cantaremos – XXXI Domingo del Tiempo Ordinario.

El Capítulo 23 de S. Mateo va dirigido a los escribas y fariseos, pero Jesús no discute la autoridad y las enseñanzas de estos maestros.  Tampoco invita a la desobediencia a sus enseñanzas, solamente aconseja que no imiten su conducta. En este texto, Jesús denuncia las desviaciones de su comportamiento. El Señor no soporta la INCOHERENCIA, ya que sencillamente, no hacen lo que dicen y muchísimo menos son lo que aparentan… Pensando superficialmente no logramos entender las palabras del Señor……

El problema de los fariseos radica en la DOBLE MEDIDA. Cargan sobre los otros fardos pesados que declaran obligatorios, de los cuales ellos se sienten exentos….

Padecen de OSTENTACION RELIGIOSA, de vanidad y exhibicionismo. Hacen buenas  obras, pero  a juzgar por las palabras del Señor, en su intención hay mucho de lo que, con varios ejemplos especifica como falsa piedad.

Pero atención, no debemos observar estas actitudes en el vecino sin estar atentos a nosotros mismos. La incoherencia es un defecto que puede hacer mucho daño. La vida está llena de dificultades, de ocasiones,  de oportunidades para el bien y para el mal.  Podemos sentirnos acusados por esas duras expresiones que sirven para localizar al fariseo que puede estar agazapado en el secreto de nuestro corazón.  

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne …………………………………….. 272
        • Ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
        • Te vengo a ofrecer
      • Vaso nuevo ………………………………………………………………… 221
      • Tan cerca de mi ………………………………………………………….. 193
      • Tomado de la mano ……………………………………………………. 191

Comentario bíblico. XXXI Domingo del Tiempo Ordinario.

¡Siempre en actitud de servicio!

El primero entre vosotros será vuestro servidor. En la escuela de Jesús se aprende la única enseñanza que conduce a la salvación. Jesús es el último y definitivo enviado del Padre para anunciar e interpretar su voluntad de forma definitiva. Jesús es un lugarteniente y un intérprete autorizado de la voluntad del Padre (Jn 1,18). Es probable que en las iglesias mateanas hiciera falta una llamada de atención a las personas que habían recibido algún carisma en la comunidad. No llaméis padre vuestro…

Probablemente, Jesús quiere corregir la costumbre que tenían de llamar a los rabinos «padre mío» como un título honorífico. Siempre con la misma intención de corregir la ostentación. Sólo hay un Abbá que está en cielo. Jesús viene a revelar que nuestro Abbá, que es el suyo, es el único que merece ese tratamiento. Pero además significa que todos somos hijos del único Padre y, por tanto, todos iguales y todos hermanos realmente. Esta llamada de atención corta toda ostentación de los fariseos y es una advertencia a la propia comunidad cristiana en la que, según el testimonio de 1Corintios, existía el peligro de división por la inadecuada utilización de los carismas recibidos.
No os dejéis llamar guías… El texto sugiere estas dos posibilidades: primera, entender el término guía como lo entiende el autor de la carta a los Hebreos y como se entiende en los títulos kerigmáticos, es decir, el que conduce hacia la vida. En este caso Jesús es el único príncipe de la vida, el único que abre caminos hacia la vida. El sentido sería profundamente cristológico con fuerte significación soteriológica.

En segundo lugar, por la respuesta se observa que el título que subyace en el término guía es el de kúrios (Señor). Y ciertamente en el testimonio unánime del Nuevo Testamento es que el único Señor es Jesucristo. En definitiva, Jesús es el único que conduce a la vida, que abre el camino de la vida y el único que es el Señor de la historia. Recuérdese que también a los rabinos les gustaba que se les llamase mari (señor mío).

Por eso Jesús advierte que sólo hay un Señor en realidad. El que se enaltece será humillado. En primer lugar, es necesario ofrecer una traducción más clara: el que se enaltece a sí mismo Dios lo humillará. Jesús utilizaba gustoso el pasivo divino de tal manera que ha pasado a ser una característica propia de su lenguaje. En los pasivos divinos se ha de traducir el verbo por activo pero poniendo a Dios por sujeto, es decir, Él es quien exalta o humilla. La enseñanza de Jesús es que consistiendo la humildad evangélica en permanecer cada uno en su lugar y no abrigar pretensiones que desborden su realidad, la acción de Dios consiste en poner a cada uno en su realidad, en su lugar adecuado, en su rango. La enseñanza de Jesús es instructiva y responde a la realidad en que vivía rodeado de personas que se autoestimaban en exceso y, además, despreciaban a los demás.

Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

Cantaremos – XXX Domingo del Tiempo Ordinario /A

¿Qué mandamiento es el primero de todos? Jesús responde de manera clara y precisa: «El primero es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”. El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que éstos. » Hay algo que se nos revela con toda claridad: el amor lo es todo. Lo que se nos pide en la vida es amar. Ahí está la clave.  Pero, ¿por qué el amor es la fuerza que da sentido, verdad y plenitud a la vida? Porque Dios es amor. Esa es la definición osada e insuperable de la fe cristiana: «Dios es Amor» Dios no sabe, no quiere y no puede hacer otra cosa que amar. Podemos dudar de todo, pero de lo que no hemos de dudar nunca es de su amor. Quien ama a Dios y se sabe amado por El con amor infinito, aprende a mirarse, estimarse y cuidarse con  amor.  Por otra parte, es entonces cuando se comprende el segundo mandamiento: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Quien ama a Dios sabe que no puede vivir en una actitud de indiferencia, despreocupación y olvido de los demás. La única postura humana ante cualquier persona que encontremos en la vida es amarla. En unos tiempos en que parece cuestionarse todo, es bueno recordar que hay algo incuestionable: el hombre es humano cuando sabe vivir amando a Dios y a su prójimo. –

CANTAREMOS.-

      • Que alegría cuando me dijeron ……………………………….. 151
        • Ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este es el momento ………………………………………………….   73
      • Señor Dios nuestro ………………………………………………….. 169
      • Tan cerca de mi ………………………………………………………..  193
      • Si me falta el amor …………………………………………………..  178

Cantaremos – XXIX Domingo del Tiempo Ordinario /A

Algunos partidarios de Antipas, instigados por los fariseos y posiblemente acompañados por algún poderoso recaudador de impuestos van a encontrarlo. Le tienden una trampa muy astutamente  pensada: “ Maestro ¿es lícito pagar impuestos al César o no?”.  Si responde negativamente, le podrán acusar de rebelión contra Roma. Si legitima el pago de tributos, quedará desprestigiado ante aquellos pobres campesinos que viven oprimidos por los impuestos, y a los que él ama y defiende con valentía.  La respuesta de Jesús quedó resumida así: “Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Como buen judío, Jesús sabe que a Dios “le pertenece la tierra y todo lo que contiene (salmo 24).  ¿Qué puede ser del César que no sea de Dios?  Acaso los súbditos del emperador, ¿no son hijos e hijas de Dios?  Jesús les recuerda algo que nadie le ha preguntado: “Den a Dios lo que es de Dios”….  pero, no le den a ningún César lo que sólo es de Dios: la vida de sus hijos. Como ha repetido tantas veces a sus seguidores: los pobres son de Dios, y  el reino de Dios les pertenece. No se puede sacrificar, la vida y la dignidad de las personas a ningún poder, como pretenden hoy algunas ideologías terriblemente injustas e inhumanas, en las que Dios brilla por su ausencia.

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne ………………………………………… 272
      • Te vengo a ofrecer
      • Vaso nuevo ……………………………………………………………………….. 221
      • Tan cerca de mi …………………………………………………………………. 193
      • Alabaré ……………………………………………………………………………..    17

Cantaremos. XXVII Domingo del Tiempo Ordinario /A

La parábola de los “viñadores homicidas” es un relato en el que Jesús va descubriendo con acentos alegóricos la historia de Dios con su pueblo elegido. Es una historia triste. Dios lo había cuidado desde el comienzo con todo cariño. Era su “viña preferida”. Esperaba hacer de ellos un pueblo ejemplar por su justicia y su fidelidad. Serían una “gran luz” para todos los pueblos. Sin embargo aquel pueblo fue rechazando y matando uno tras otro a los profetas que Dios les iba enviando para recoger los frutos de una vida más justa. Por último, en un gesto increíble de amor, les envío a su propio Hijo. Pero los dirigentes de aquel pueblo terminaron con él.

Los dirigentes religiosos que están escuchando el relato responden en los mismos términos de la parábola: el señor de la viña no puede hacer otra cosa que dar muerte a aquellos labradores y poner su viña en manos de otros. Jesús saca rápidamente una conclusión que no esperan: “Por eso yo les digo que se le quitará a ustedes el reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca frutos”.   Comentaristas y predicadores han interpretado con frecuencia la parábola de Jesús como la reafirmación de la Iglesia cristiana, como “el nuevo Israel”, después de la destrucción de Jerusalén el año setenta, que se ha dispersado por todo el mundo.

Sin embargo, la parábola está hablando también de nosotros. Una lectura honesta del texto nos obliga a hacernos graves preguntas: ¿Estamos produciendo en nuestros tiempos “los frutos” que Dios espera de su pueblo ?  Dios no tiene por qué bendecir un cristianismo estéril del que no recibe los frutos que espera. No tiene por qué identificarse con nuestra mediocridad, nuestras incoherencias  y poca fidelidad. Si no respondemos a sus expectativas, Dios seguirá abriendo caminos nuevos a su proyecto de salvación con otras gentes que produzcan frutos de justicia.   ¿No vendrán nuevas generaciones más fieles a Dios?

CANTAREMOS :

      • Reunidos en el nombre del Señor ………………………………….. 119
      • Ten piedad, Ten piedad
        • Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro
        • Cordero de Dios
      • Si yo no tengo amor
      • Tan cerca de mi ………………………………………………………….. 193
      • Alabaré ……………………………………………………..……………….   17

Cantaremos . XXV Domingo del Tiempo Ordinario

Vayan ustedes también a trabajar mi viña.

Los cristianos no terminamos de creer en el Dios increíblemente bueno del que habla Jesús.  Seguimos con ideas equivocadas acerca de Dios. Las parábola de hoy ya la conocemos:  El dueño de una viña va contratando obreros para que trabajen en su propiedad. Al primer grupo los contrata muy de mañana por un denario . A lo largo del día, va contratando a otros obreros que también van a la viña, pero trabajan mucho menos y sin soportar el peso del día y del calor. Al terminar la jornada paga a todos un denario. Y cuando los primeros se quejan, responde así: «¿no puedo hacer lo que quiero con lo mío? ¿o vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?»  

El mensaje de Jesús rompe nuestras medidas… El dueño de la viña no se fija en el esfuerzo realizado por cada grupo de obreros sino en lo que necesitan para vivir. Podríamos pensar que esta manera de entender la bondad de Dios nos llevaría a una vida irresponsable y arbitraria. ¡Nada más contrario a la realidad pues, según Jesús, esta bondad de Dios es la que debe inspirar nuestras relaciones y nuestra convivencia!  Si todos pensáramos un poquito más en las urgencias que torturan a un porcentaje alto de nuestro pueblo no estaríamos como estamos…No le agrada al Señor que pensemos sólo en nuestras ganancias  olvidando el hambre y las angustias de los otros.

Si lo pensamos bien, nuestro cristianismo tiene exigencias a las que debemos responder con la generosidad que nos enseña el Señor.  Cuando nos encontramos con alguien, no hemos de preguntamos qué merece de nosotros, sino, que necesita para vivir…. Sólo así, con el corazón abierto y disponible, podemos llamarnos de verdad “cristianos, seguidores de Cristo”.  Lo demás es observancia de ritos y repetición mecánica de oraciones … Se podría decir de nosotros: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mi.

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor ………………………………… 159
        • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre Nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
        • El Viñador
      • Tan cerca de mí ………………………………………………………………. 193
      • Alabaré …………………………………………………………………………..   17

Cantaremos – XVI Domingo del Tiempo Ordinario /A

¡La atrayente sabiduría del Señor quedó plasmada en sus parábolas!….  En ellas  supo evocar la presencia  misteriosa del reino de Dios a partir de las sencillas experiencias vividas en su pequeña aldea de Nazaret y más tarde en Cafarnaún.  En ellas palpita el reino de Dios…ese reino del que tanto habló y que nunca definió!…. Siempre decía: “el reino de Dios es como “…..    De esta manera nos explica que el nuevo ser humano y la nueva sociedad, deberán vivir siempre bajo la convicción, de que el trigo y la cizaña estaremos  siempre juntos….de que no hay manera posible se separar a los malos de los buenos, porque el mal es una realidad tangible que acompaña la historia de la salvación hasta el final de los tiempos. El mal no está atado a ningún lugar…se mueve libremente y hasta entra al templo de la misma manera que lo hacían los fariseos en época de Jesús. ¡La cizaña siempre crecerá  camuflada  junto al trigo y esa paciente Providencia de Dios no dejará de sorprendernos y es posible que hasta nos cause escándalo….

Pero hubo una parábola que se grabó en el corazón de aquellos campesinos, paisanos de Jesús. Él mismo saca la parábola de los recuerdos de su infancia, con el olor de pan caliente que llegaba todas las semanas a su camita la víspera del sábado. Muy temprano las mujeres se levantaban para amasar el pan. Preparaban la masa, introduciendo en ella un trozo de levadura para fermentarla, luego la cubrían con un paño y esperaban que la masa creciera.  Mientras tanto calentaban la piedra en que se cocerían las hogazas. ¡El olor de aquellas hogazas preparadas amorosamente por sus madres era inconfundible, como inconfundible era el sentimiento que a él le sugería la cercanía del amor maternal de Dios, introduciendo en el mundo su levadura para sembrar su reino!   Por eso dice: El reino de los cielos se parece a la levadura: una mujer la toma, la mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo lo fermenta”

¡Qué metáfora escoge Jesús!..¿Será verdad que la fuerza de Dios está de esa manera – escondida – en nuestra vida para fermentarla ?…. ¿Será posible que de esa misma manera, su levadura, esté secretamente penetrando en nuestra Venezuela para  transformarla por entero?….  ¿Será posible que esté Dios actuando silenciosamente, mientras nosotros vamos y venimos esperanzados o angustiados?…. Nuestra vida es una opción de fe y no hay lugar para esquizofrenias: no nos es posible vivir divididos internamente. Sólo en Cristo es posible hallar la Vida y la Fuerza para formar parte del reino de Dios.

Julie Meucci

CANTAREMOS :

      • El Señor nos llama y nos reúne …………………………………………. 272
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
        • Te vengo a ofrecer – Santo padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios – El Viñador
      • Tan cerca de mi …………………………………………………………………. 193
      • Alabaré ………………………………………………………………………………   17

Cantaremos–XIV Domingo del Tiempo Ordinario /A

Dios se revela a los sencillos: la gente importante, la gente que tiene de sobra bienes materiales  lo ve todo desde su buena posición, desde sus intereses, desde su egoísmo. Por eso carece de sensibilidad para descubrir el bien común o lo que de verdad interesa a todos… Dios que quiere la salvación de todos los hombres, se revela a la gente sencilla y esconde el misterio de su reinado a los sabios y entendidos de este mundo. Jesús se alegra de que los pobres sean evangelizados y nos señala el lugar desde el que nosotros podamos descubrir la anchura, la profundidad y la altura de su mensaje. Sólo una Iglesia  en solidaridad con los pobres está en situación de comprender y de recibir la insondable riqueza del reinado de Dios y la esperanza a la que hemos sido llamados.  

“Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo”. Es necesario realmente buscar al Señor Jesús, porque sólo por Él conoceremos aunque sea un poquito, modestamente, cuan grande es Dios, cuan grande es su amor,”cuál es la anchura, la largura y la profundidad del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús”. Esto es lo que dice hermosamente San Pablo en su Carta a los Romanos.

Todo me lo ha entregado mi Padre… Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. “Carguen con mi yugo y aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazón y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.”

La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento, de la persecución y de la incomprensión, de las miserias de este mundo….  Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.  Una persona es grande no por su belleza ni por su riqueza, no por la amplitud de conocimientos y disciplinas…. sino por la grandeza de su corazón y la humildad de su alma.

Julie Meucci

CANTAREMOS:

      • Somos un pueblo que camina …………………………….…….….. 174
        • Señor ten piedad
        • Gloria – Aleluya –Antífona
      • Tu pones lo demás ……………………………………………………… 190
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Por ti Señor ……………………………………………………………….. 134
      • Tan cerca de mi …………………………………………………………. 193
      • Viva Cristo …………………………………………………………………. 218