Categoría: Comunidad

Comunidades activas en la Parroquia

Cantaremos – 17 de Mayo. Ascensión del Señor.

  • Ascensión y misión

El evangelio de hoy es una especie de síntesis de lo que sucedió a Jesús a partir de la resurrección; síntesis que alguien ha añadido al evangelio de Marcos cuando ya estaba terminado. Esto se reconoce hoy claramente por su estilo, e incluso, por su teología. Habla de la Ascensión según lo que hemos podido escuchar en el texto de los Hechos de los Apóstoles. Pero lo que verdaderamente llama la atención de este evangelio es el encargo de la misión del Resucitado a sus apóstoles para que hagan discípulos en todas las partes del mundo. Se describe esta misión de la misma manera que Jesús la puso en práctica en el mismo evangelio de Marcos. Por tanto, Él es el modelo de nuestra predicación y de nuestros compromisos cristianos. El Reino, ahora, se hace presente cuando sus discípulos se empeñan, como Jesús, en vencer el mal del mundo y en hacer realidad la liberación de todas las situaciones angustiosas de la vida por medio del evangelio.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS:

      • Aleluya, aleluya, el Señor resucitó
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino Señor ……………………………………….91
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
        • El Señor resucitó
      • El Señor ha resucitado ……………………………………..71
      • Gloria, gloria aleluya ………………………………………..97

Cantaremos – 10 de Mayo – VI Domingo de Pascua /B

Permanecer en el amor de Jesús no es algo teórico ni vacío de contenido. Consiste en «guardar sus mandamientos», que él mismo resume enseguida en el mandato del amor fraterno: «Éste es mi mandamiento: que  se amen unos a otros como yo los he amado». El cristiano encuentra en su religión muchos mandamientos, pero sólo del mandato del amor dice Jesús: «Este es mi mandato». En cualquier época y situación, lo decisivo para el cristiano es el amor.
Jesús no presenta este mandato del amor como una ley que ha de regir nuestra vida haciéndola más dura y pesada, sino como una fuente de alegría: «Les hablo de esto para que mi alegría esté en ustedes». Cuando entre nosotros falta verdadero amor, se crea un vacío que nada ni nadie puede llenar de alegría.
Sin amor no es posible dar pasos hacia un cristianismo más abierto, cordial y amable donde podamos vivir como «amigos» de Jesús. No debemos cultivar un cristianismo triste, lleno de lamentos y aburrida resignación. A nuestro cristianismo le falta, con frecuencia, la alegría de lo que se hace y se vive con amor. Le falta el entusiasmo de la innovación, y le sobra la tristeza de lo que se repite sin la convicción de estar reproduciendo lo que Jesús quería de nosotros.

CANTAREMOS:

      • Aleluya, aleluya, el Señor resucitó
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Los frutos de la tierra
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Codero de Dios
      • Resucitó, aleluya (Mandurga)
      • El Señor resucitó, aleluya (el que está en la misma hoja)
        • Gloria ,gloria, aleluya .(Canto a las madres)

10 de Mayo – VI Domingo de Pascua. Reflexiones.

Está claro que Dios no hace distinciones

Durante los domingos anteriores, Jesús ha persuadido a sus amigos de que él había muerto y resucitado. Les aseguró que no era un fantasma, que tenía carne y huesos. Les mostró sus llagas, comió con ellos. Poco a poco los apóstoles fueron creyendo, fiándose de Jesús y confiándose a él, y se alegraban de verle. No les resultó fácil creerle resucitado. Tomás, el mellizo, se arriesgó a verificar si era verdad o no que había resucitado; finalmente tocó a Jesús y exclamó dócilmente:“Señor mío y Dios mío”.

Hoy, la primera lectura nos cuenta un enojoso “problema pastoral” de la Iglesia primitiva. Pedro, el primer Papa, debía resolverlo. Cornelio, un pagano, ciudadano romano, capitán del batallón destacado en Cesarea, hombre de oración y caritativo, se sentía seducido por el Resucitado; deseaba bautizarse e ingresar en la comunidad de los cristianos. ¿Era esto posible? Pedro dijo: ¿“Puede alguien impedir que se bauticen con agua los que han recibido el Espíritu santo igual que nosotros?”. Finalmente, movidos por el Espíritu, bautizaron a Cornelio. Más tarde, Pedro, debió informar de su decisión en Jerusalén. Y allí dijo: “Si Dios les concedió el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para estorbar a Dios? (Hch 11, 17).

La decisión de Pedro, animada por el Espíritu de Pentecostés, inaugura una Iglesia pascual, abierta; una Iglesia en salida, un pueblo para todos, como le gusta decir al Papa Francisco.

Fr. Luis Carlos Bernal Llorente O.P.
Convento de Santa Catalina (Barcelona)

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Cantaremos – 3 de Mayo. Domingo V de Pascua /B

Jesús alerta a sus discípulos con una imagen muy sencilla: la vid.  Nos enseña que sus discípulos son "sarmientos" que no tienen vida si no están unidos al "tronco". Es decir, que como discípulos del Señor, sólo podremos dar frutos de vida cristiana, si permanecemos unidos a Él por medio de la oración y de la reflexión de su Palabra.  El verdadero cristiano necesita alimentarse de la Palabra del Dios vivo.  Solamente en Cristo, el Mesías, están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.  Solamente unidos al tronco, las ramas pueden dar fruto.

Sin una comunicación vital con el Señor, el cristiano se convierte en rama seca, en discípulos estériles. Él lo dijo claramente: "Sin mi, no pueden hacer nada". Tal vez aquí radica la crisis de nuestro cristianismo estéril, reflejado en comunidades apáticas para las que "el reino de Dios" es sólo una frase que se escucha totalmente vacía de contenido.

Sin la comunicación sacramental, sin el alimento vivo de su Palabra, para muchos bautizados, el cristianismo queda reducido a una fe que languidece, más parecida a folklore que a la hermosa experiencia vivida por los discípulos al contacto con el resucitado.  Ser cristiano hoy, nos exige una experiencia vital de Jesucristo, un acercamiento interior a su persona y cultivar una verdadera pasión por su proyecto de salvación.  Lo esencial es permanecer unidos a Él. Solamente así, podremos ir regando sus palabras, sembrando las semillas que nacerán en otros corazones. Jesús es muy claro cuando dice, que toda rama que no da fruto será cortada….. pero también añade, que aquella que da fruto, será podada para que de más todavía.

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Los frutos de la tierra
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Codero de Dios
      • Beberemos la copa de Cristo
      • Donde hay caridad y amor
        • Alabaré

Cantaremos – 26 de Abril. Domingo IV de Pascua /B

Este cuarto domingo de Pascua nos presenta a Jesús como el Buen pastor,  el que acompaña y guía a su Iglesia  por los caminos de la salvación.  Desde que andaba por los caminos de Galilea, los discípulos experimentaron con mucha fuerza, la acción salvadora de Dios.  Por eso, luego del impacto de la resurrección, aquellos hombres y mujeres sencillos  se sienten urgidos a responder:  ¿ Con quién hemos convivido en Galilea?…. ¿Quién es ese Jesús, cuya vida ha despertado tanta esperanza en nuestros corazones?…. "Yo soy el buen pastor, les dijo y se lo enseñó con cada una de sus palabras, con sus gestos curadores,  con aquella energía que salía  de su alma cuando gritaba que Dios es el Dios de los pobres, de los hambrientos, de los indefensos, de los difamados y perseguidos….  El ejemplo de Jesús contrasta enormemente con algunos pastores mercenarios, aliados del Poder, para los que no parece tener importancia ni la suerte, ni la vida de sus ovejas.

Si Dios existe, sin duda debe parecerse a la imagen que nos dio Jesús. La manera de ser de Jesús, su inmensa compasión, su entrega por el bien de todos, sin duda alguna nos transporta a la revelación de Dios. Jesús se preocupa de los pobres, de los perseguidos y de los que son víctima de las injusticias y atropellos del poder.  ¡Cómo se encendería la fe de nuestro pueblo si lograra intuir  que Dios nos mira con los mismos ojos de misericordia con que Jesús miró a los enfermos, a los excluidos, a los perseguidos de su tiempo. Su manera de ser, sus palabras y reacciones son pinceladas claras de la revelación de Dios.  El buen Pastor, sin duda alguna, debe ser como Jesús. El que no lo es, no es más que un impostor.

Dios no es un simple concepto, sino una presencia amorosa y providente que comparte nuestra existencia y adquiere mayor intensidad en la medida  en que nos enfrentamos a las dificultades de una humanidad desorientada y perdida detrás de falsos mesías, oprimida bajo el peso de cualquier tiranía…. Lo que más le interesa a Dios no es el cumplimiento de leyes sin vida, sino la posibilidad de la vida digna y plena para todas sus criaturas. Una ideología, una religión, que va contra la vida y el desarrollo pleno del ser humano, es falsa.  Esta es la Buena Noticia que nos trajo Jesús, el Salvador, el enviado del Padre y que fue ratificada con su resurrección. ¡Dios es Amor!

CANTAREMOS:

      • Jesús nuestra Pascua
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Al partir el pan
      • El Señor resucitó, aleluya
      • Gloria, gloria aleluya

Cantaremos . 19 de Abril–III Domingo de Pascua /B

¡La misión universal tarea encomendada a los Apóstoles por el Resucitado!

Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Una lectura atenta de los evangelios nos cerciora de una realidad muy importante: parece que Jesús durante su vida de ministerio se centró en su pueblo (con algunas excepciones). Mateo en el capítulo 10 nos recuerda estas palabras de Jesús: No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 10,6). Realizado el Acontecimiento Pascual, tanto Mateo como Lucas nos recuerdan el proyecto de la misión universal. Cristo Resucitado y Glorioso envía a sus Apóstoles a anunciar el Evangelio a todas las gentes comenzando por Jerusalén: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id pues y haced discípulos a todas las gentes…(Mt 28,18-19). Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, y hasta los confines de la tierra (Hch 1,8). Y el texto del fragmento del evangelio de Lucas que estamos comentando. Jesús, en la Cruz, ha derribado todos los muros de separación entre los hombres y entre los pueblos (Ef 2,13ss). La universalidad de la misión arranca del Resucitado y es acompañada por el Resucitado. La esperanza de una vida imperecedera conquistada y ofrecida por Jesús Resucitado es para todos los hombres. Con esta seguridad y urgencia estamos invitados a ser testigos convincentes en medio de nuestro mundo hoy y siempre.

Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

CANTAREMOS:

      • Resucitó, aleluya
      • Señor ten piedad – Gloria
      • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino
      • Santo – Padre nuestro – La Paz – Cordero de Dios
      • Al partir el pan
      • Con nosotros está
      • Gloria, gloria aleluya

Cantaremos. 12 de Abril–Domingo II de Pascua o de la Divina Misericordia /B

Debió ser grade el impacto cuando, sin abrir las puertas, Jesús aparece en en medio de sus discípulos. Después de la huida estarían desconcertados y avergonzados, pero cuando ven a Jesús en medio de ellos se llenan de una alegría desconocida y se sienten comprometidos a continuar la misión  que el mismo Jesús había recibido del Padre. Apenas aparece, les regala lo que tanto necesitaban : "¡La paz esté con ustedes!", le dice, y con esa bendición se sienten perdonados.  No hay duda de que Jesús sigue siendo el mismo, cercano, amable, el mismo que curaba enfermos y pecadores cuando andaba por los caminos de Galilea.

Aquél encuentro transforma de raíz a los discípulos. Él se comunica y contagia; "Así como el Padre me envió a mi, así yo los envío a ustedes". El encuentro es un regalo: la pena que tenían en el corazón no era sólo  por su muerte, sino que era una pena culpable por haberlo abandonado.  Los apóstoles y discípulos no esperaban la resurrección, no tenían idea de esta experiencia. El relato de la incredulidad de Tomás es prueba de ello. Jesús se acerca y le da las pruebas,  Tomás responde humildemente: "¡Señor mío y Dios mío!"

Ese mismo Jesús resucitado está en medio de su Iglesia, que somos nosotros. Pero con frecuencia caminamos entristecidos como los discípulos de Emaús.  Derrumbados, desesperanzados, pareciera que todavía lo consideramos muerto, casi una leyenda… Pero es necesario que lo descubramos lleno de vida en medio de nosotros, es necesario constatar que nuestras esperanzas no son exageradas, sino más bien demasiado pequeñas. Es necesario que volvamos a nuestra comunidad, a nuestro entorno como testigos convencidos del resucitado. No se trata de ir simplemente a predicar una doctrina, sino a conquistar nuevos discípulos que se comprometan a vivir desde Jesús y como Jesús siguiéndole fielmente. Cristo resucitado está en el centro de la Iglesia, pero su presencia no parece ser vista por nuestra fe, no es conocido, ni comprendido en su originalidad, no es amado ni seguido con el ardiente entusiasmo que tuvieron sus primeros discípulos. Aquí sólo falta la decisión personal de cada uno.

CANTAREMOS:

      • Aleluya, aleluya, el Señor resucitó
        • Señor ten piedad – Gloria –Aleluya
        • Antífona
      • Te vengo a ofrecer
      • El Señor resucitó, aleluya
      • Resucitó aleluya (Madurga)
      • El Señor ha resucitado

Sábado de Gloria. Comentario.

Sábado de Gloria

La Semana Santa en un país católico como el nuestro  debe aprovecharse para hacer un alto en el camino y realizar la necesaria reflexión sobre el destino que nos corresponde como nación cristiana, obligados a luchar por la liberación de las estructuras opresivas internas y externas.

Y en primer lugar debemos reflexionar sobre el significado del acontecimiento fundamental de la historia de estos días: la Resurrección de Cristo, tiempo de gracia para fortalecer y renovar nuestra fe en El Redentor y en nuestra salvación.

La Gran Vigilia Pascual que celebraremos y viviremos esta noche conduce a la fiesta mayor de la Iglesia, que es la Pascua de Resurrección, el día que El Señor  venció a la muerte. Jesús al resucitar hace posible la resurrección de todos los cuerpos que eran mortales, lo cual beneficiará también a nosotros.

La Resurrección de Cristo marca el momento más trascendente de la Historia, es tan así que el tiempo se dividirá en adelante en antes y después de la Resurrección del Señor. Este es un tiempo para reflexionar sobre la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Morimos con él al pecado y resucitaremos con él a la vida. Ya no somos seres para- la- muerte sino para- la- vida.

Esta noche celebraremos el triunfo del Señor sobre el pecado y la muerte, su triunfante Resurrección.

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Comentario Bíblico.

Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo

1. Marco:

¿Qué celebraba el pueblo judío en esta fecha?.

Era el memorial actualizante de la liberación de Egipto. Era la conmemoración anual y solemne de su libertad. Y lo celebraban de generación en generación. La fiesta pascual propiamente dicha duraba la tarde-noche del 14 de Nisán (en el apéndice recojo los rasgos más importantes del ceremonial y el contenido de esta Fiesta). Luego se prolongaba (Ácimos) durante una semana.

La Última Cena se celebró en el marco de la Cena Pascual.

Los relatos evangélicos (Mateo, Marcos y Lucas) de la Última Cena supone que fue una Cena Pascual (en el apéndice indico algunos detalles que conducen a esta afirmación, aunque los relatos de los tres se armonizan más con el de Juan en cuanto a cronología de la fecha de la Cena y la Muerte de Jesús)

2. Gestos de Jesús en esa noche:

La jaburá-grupo pascual.

Es el grupo de personas necesario para que la celebración se realice adecuadamente en cuanto al ceremonial y en cuanto a la posibilidad de consumir todo el cordero pascual en esa noche. Jesús se reúne con los Apóstoles formando una “jaburá” (comunidad o grupo pascual). Es necesario subrayar este sentido de comunión y de intimidad como marco general de la celebración. Este gesto ilumina ya el contenido de cuanto sucedió aquella tarde y de la celebración-memorial que durante los siglos sigue realizando la Iglesia cuando celebra el sacramento pascual en cualquier tiempo o lugar.

 

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