Categoría: Comunidad

Comunidades activas en la Parroquia

Cantaremos. XXI Domingo del Tiempo Ordinario /A

CANTAREMOS:

      • Iglesia peregrina ………………………………………………108
        • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
        • Antífona
        • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro – La Paz
        • Cordero de Dios
      • Por ti Señor …………………………………………………….134
      • Señor Tu eres nuestra Luz ………………………………….174
      • Tomado de la mano …………………………………………191

24 de Agosto. Comentario Bíblico.

Evangelio: Mateo (16,13-20): Confesión de fe viva y verdadera

III.1. El evangelio de hoy es uno de los textos más específicos de la teología de este evangelista. El simbolismo de las llaves, de atar y desatar, se aplica ahora a Pedro, el apóstol que habría de negar a Jesús. ¿De dónde nacen estas palabras, cuyo fondo arameo es innegable? Mc 8,27-29 no contiene las palabras sobre las llaves, lo cual resulta ciertamente extraño. Mateo nos ofrece una verdadera confesión de fe de Pedro en sentido pospascual y unas palabras de Jesús otorgándole un poder precisamente por esa confesión de fe. Por lo tanto, ese poder, en lo que se refiere a la comunidad de Mateo, tiene que ver con una promesa y función en la Iglesia. Este es uno de los textos más discutidos en torno al «primado» de Pedro y sus sucesores.

III.2. El texto de la confesión mesiánica de Pedro nos ofrece una de las lecturas más discutidas de la exégesis de Mateo. En su probable fuente, Mc 8,27ss, la confesión es de otro tono y, además, no están presentes las palabras sobre el “primado”. Es evidente que la tradición “católica” ha hecho un tipo de lectura que viene marcada por la sucesión apostólica de Pedro. Es, desde luego, de valor histórico que Simón, uno de los Doce, recibió el sobrenombre o apodo de Kefa (en arameo; kephas, en griego) y que sería traducido como Petros en griego, que significa “roca”. El que haya sido en este momento o en otro todo lo que se explica del sobrenombre en Mateo, no es relevante históricamente (pudo ser en otro momento cf Jn 1,42; Mt 4,18; 10,2), pero sí es significativo. Pedro pudo recibir este sobrenombre del mismo Jesús y haber sido llamado de esa manera durante su ministerio. Se seguirá discutiendo si las palabras de Jesús sobre la “piedra” se refieren a la persona de Pedro, o a la confesión que Pedro proclama (no olvidemos que es una confesión pospascual en toda regla). Pero aquí se funda, en la tradición católica, el primado y la misma “infalibilidad” papal. Pero ¿de qué valdría la "infalibilidad" si solamente se tiene en cuenta lo doctrinal?, porque la doctrina cambia con el tiempo en expresiones y en comprensión. Esta "vexata quaestio" no debería ser el fondo del texto de Mateo, sino precisamente la necesidad que tenemos de vivir en la "comunión" de la fe que nos salva, más que en la afinidad doctrinal. La Iglesia, pues, no se fundamenta sobre la doctrina, sino sobre la fe de Pedro, que es un misterio de confianza (emunah) en la palabra de Jesús, quien nos ha revelado la salvación de Dios. Ni el mismo Pedro sería nada sin la confesión de su fe en Cristo e Hijo de Dios (con todo lo que ello implica), ni la Iglesia tendría sentido sin el Cristo e Hijo de Dios confesado por Pedro. Pedro, por ello, no está situado por encima de la Iglesia, sino que recibe esa misión y lleva a cabo ese servicio en el seno de la misma comunidad a la que sirve con la confesión de su fe.

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Cantaremos. 18 de Agosto. XX Domingo del Tiempo Ordinario.

La fe, cuando es verdadera, es sencilla y humilde.


Jesús, el galileo, el Profeta de Nazaret se llega hasta los confines de Tiro y Sidón, tierra de paganos, y con su mentalidad judía, no siente ningún reparo en llamar perros a los paganos. A nosotros nos sorprende y nos parecen muy fuertes las palabras que le dirige el Señor a la mujer siro-fenicia, que con una humildad tan grande como su fe le pide a Jesús: "¡Señor, socórreme!". Sorprende la respuesta de Jesús, tanto más cuanto nos movemos en una sociedad de falsa dulzura y de interesada adulación.  "¡No está bien echar el pan de los hijos a los perros!"… Como enviado al pueblo de Israel, Jesús sabía que su misión debía realizarse precisamente allí, en aquél y para aquél pueblo de "la promesa".

Pero aquella mujer pagana, haciendo gala de una humildad inteligente, le responde: " Si Señor, tienes razón, pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus señores".  ¡Nada conmueve tanto el corazón de Cristo como la Fe de los paganos! Ya lo ha dirá en otras oportunidades, como en el del Centurión romano. En este caso, Jesús se siente comprendido y ama a esta mujer, sabe que ella está segura de su compasión: "Por lo que has dicho, anda, ha salido de tu hija el demonio".

Muchos incidentes como éste debieron suceder….por eso Jesús apesadumbrado exclama:  "Ay de ti Corazón, ay de ti Betzaida, porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado estos milagros, mucho ha que en saco y ceniza hubieran hecho penitencia. Es evidente que Jesús amaba a los paganos. Nosotros somos parte del mundo pagano al que llegó el llamado de Cristo. ¡Ojalá sepamos y podamos darle también una acogida grande y gozosa a su Persona y a su Mensaje!

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor………………………………159
        • Señor-Ten piedad-Aleluya
        • Antífona
      • Te ofrecemos Señor………………………………………..………186
        • Santo- Padre nuestro- La Paz
        • Cordero de Dios
      • Señor Dios nuestro………………………………………………….169
      • Tan cerca de mi …………………………………………………….193
      • Viva Cristo……………………………………………………………..218

Cantaremos. 10 de Agosto. XIX Domingo del Tiempo Ordinario /A

III.1. Con la lectura de este episodio de Mateo, la "marcha sobre las aguas", se evocan muchas cosas de las experiencias de la resurrección. De hecho es muy fácil entender que este no es simplemente un episodio histórico de la vida de Jesús y los suyos, sino que encierra experiencias pascuales. No hace falta más que poner atención en las expresiones que se usan en esos momentos (cf. Mt 28,5.10; Jn 20,28), incluso en cómo se postran los discípulos ante el Señor resucitado (Mt 28,9.17). Y es que, en la comunidad primitiva, no podía evocarse este momento de la vida de Jesús sino como "Salvador" y "Señor", lo cual sucede especialmente a partir de la resurrección.

III.2. Es significativo que Jesús, después de la multiplicación de los panes, episodio inmediatamente anterior, se retira a solas para orar y entrar en contacto con Dios en una experiencia muy personal y particular, que refleja muy a las claras dónde recibe Jesús esa "fuerza" salvífica. Los discípulos, en la barca, están en sus faenas. Sabemos, se ha dicho frecuentemente, que en el evangelio de Mateo esa barca representa a la comunidad, a la Iglesia, a la que el evangelista quiere trasmitir este mensaje.

III.3. El hecho mismo de que Pedro represente un papel particular en este episodio, también habla de ese misterio de la Iglesia, que necesita la fuerza y el coraje de su Señor. Pedro es en el evangelio de Mateo el primero de ese grupo de los doce, de la Iglesia, que necesita buscar y encontrar al Señor por la fe. Incluso es representado con sus debilidades. Porque la Iglesia en el NT no es el grupo de los perfectos, sino de los que necesitan constantemente fe y salvación.

III.4. "Soy yo, no tengáis miedo", es una palabra salvadora, de resurrección. Ya hemos dicho que este relato está envuelto en ese lenguaje en el que Jesús domina el tiempo y el espacio, las aguas y el fuego si fuera necesario. Es el lenguaje teológico de la resurrección, cuando Jesús es confesado como Señor. Pero de la misma manera que Dios se "manifestó" a Elías en el Horeb. Ante la desesperación de los suyos, no viene en medio del terremoto, sino "caminando" sobre las aguas, que es como decir: "en la serenidad de la noche", en el "silencio" imperceptible y cuando hace falta.

 Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama ………………………………………………272
        • Señor ten piedad
        • Santo – Padre nuestro – La Paz
        • Hay un barco olvidado en la playa
      • El, mis ojos, levantó los montes………………………………114
      • Alabaré ……………………………………………………………….17

27 de Julio.Iª Lectura: 1Reyes(3,5.7-12)

Sólo se es grande por la sabiduría

I.1. Dicen los especialistas que este c. 3 de 1º de los Reyes es un texto auténticamente "deuteronomista" que refleja el pensamiento y la teología de esa escuela que habría de encargarse de redactar y poner los fundamentos "espirituales" de la historia pura y dura -y a veces perversa-,del pueblo de Israel, de sus reyes y magistrados. Una escuela llena de sabiduría y de carisma profético. Esta oración de Salomón en Gabaón, como un sueño, bien puede ser el modelo teológico de la "reforma" que buscó dicha escuela que se amparaba en el libro del Deuteronomio.

I.2. La petición del Salomón del v. 9 es verdaderamente estimulante: "un corazón que escuche" (leb shomea), como escuchan los sabios a Dios, para hacer justicia al pueblo. Recién elegido rey de Judá e Israel, los deuteronomistas han sabido plasmar en la figura de Salomón lo que entonces necesitaba el pueblo y el reino. Después de las guerras y batallas de David, era necesaria un "etapa de sabiduría" para atender al pueblo mismo, a los pequeños, a los huérfanos y a las viudas. Porque un verdadero rey tiene su poder en esta sabiduría, que muchos reyes y magistrados han despreciado.

I.3. Un corazón que escuche, es decir, sabio, para poder discernir entre lo malo y lo bueno. El sabio, sin duda, es como el profeta que está abierto a la voz de Dios y a su voluntad. No es profeta el que anuncia el futuro como un adivino que echa las cartas, sino quien sabe escuchar la voz o los silencios de Dios para entregarlo todo después a los hombres. La escuela de la sabiduría es, como muy bien lo expresa nuestro texto, un "corazón escuchante", que quiere aprender a impartir justicia y a conceder lo necesario a los que han sido desposeídos de casi todo.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

Comentario bíblico.

El tesoro de la sabiduría del Reino

III.1. El texto evangélico de hoy es el final del c.13 de Mateo, el capítulo de las parábolas por antonomasia, en que una y otra vez se compara el "Reino de los cielos" con las cosas de este mundo, de la tierra, del campo, de la cizaña. En este caso, nos hemos de fijar en el tesoro del campo y la perla (vv. 44-46). Son como dos parábolas en una, aunque pudieran ser independientes en su momento. Las dos parábolas, tras una introducción idéntica, narran el descubrimiento de algo tan valioso que los protagonistas (un hombre cualquiera y un comerciante) no dudan ni un instante en vender todo lo que tienen para adquirirlo; lo hallado es tan extraordinario que están dispuestos a desprenderse de cuanto poseen con tal de apropiárselo. No todos los días tiene uno la suerte de descubrir un tesoro o una perla de inmenso valor. Cualquier hombre sería feliz con un descubrimiento semejante. Por eso, haría todo lo posible por obtenerlo, aunque para ello tuviera que pagar un alto precio. En las dos parábolas, los bienes que poseen los protagonistas del relato, pocos o muchos, son suficientes para que con su totalidad puedan adquirir lo que han encontrado. En ambos casos, el acento recae sobre el descubrimiento y sobre la decisión que toman los dos protagonistas.

III.3. Como en los dos casos la comparación es con el “reino de los cielos” (bien en el caso del tesoro, bien en el caso del mercader) entonces el sentido no puede ser otro que este: cuando uno encuentra el Reino de Dios, bien porque ha tenido la suerte inesperada de encontrarse un tesoro o bien porque lo iba buscando habiendo oído hablar de él, entonces todo está en poner en marcha la sabiduría y el coraje de que uno es capaz, los cinco sentidos, arriesgarlo todo, entregar todo lo que uno tiene, por ello.

III.4. ¿Es que el reino de Dios es un tesoro? Naturalmente que sí. Porque es el acontecimiento de un tiempo nuevo de gracia y salvación, de felicidad y amor que Jesús ha predicado y que ha convertido en causa de su vida y de su entrega. Por eso lo importante de estas dos parábolas es la decisión que toman ambos protagonistas y más todavía la alegría de esta decisión en el caso de tesoro en el campo (extraña que el mercader de perlas no tenga esta reacción primera, aunque sea la misma decisión). No he encontrado mejor conclusión que esta: «El Reino aparece así como un don al alcance de todos, de los afortunados y de los inquietos, de los que sin buscarlo se lo encuentran por casualidad y de los que lo descubren al final de una búsqueda. Para responder adecuadamente a ese don, aceptándolo y haciéndolo suyo, el ser humano ha de estar convencido de que el Reino es lo más valioso que se le puede ofrecer y, en consecuencia, ha de estar dispuesto a anteponerlo a cualquier otro bien» (cf. F. Camacho Acosta, Las parábolas del tesoro y la perla, Isidorianum, 2002).

 Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

Cantaremos. 20 de Julio. XVI Domingo del Tiempo Ordinario /A

¡El escándalo de la coexistencia de buenos y malos en la etapa actual del reino!

Dejadlos crecer juntos hasta la siega… ¿De dónde procede el mal en el mundo? Un mal que alcanza con tanta fuerza al corazón del hombre. ¿Qué hacer con él? Tratar de hacerlo desaparecer, pero sin comprometer el bien. Se trata de una parábola, por tanto no hay que descender excesivamente a los detalles narrativos. La situación que el narrador de la parábola quiere inculcar en sus oyentes es que en el desarrollo de la historia, en el camino, los hombres se decantan por el bien o por el mal.

Pero el hombre es algo más hondo, es importante para Dios. Y es necesario dejarlos coexistir. Siempre queda una esperanza de salvación. Y Dios, en Cristo Jesús, se manifiesta al mundo como el salvador universal que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. La impaciencia de los colaboradores en este proyecto podría comprometer el éxito feliz del plan de Dios. A vosotros no os toca el juicio, sino el cuidado de la siembra. Dios tiene asignada a cada uno su tarea.

El peligro del excesivo celo es que arrastraría también el trigo. Esta imagen se entiende mejor si observamos cómo crece el trigo. Ha sido sembrado a voleo, pero las cañas de trigo nacen y crecen en manojos, de tal manera que si se arranca una se llevan consigo otras. La cizaña está en medio de esos manojitos de cañas. Cuando se intenta arrancarla se llevan tras de sí las cañas de trigo. La preservación del bien exige un cuidadoso trato del mal. Los hombres son los importantes para Dios.

Esta visión que el creyente tiene del hombre, inspirado en la seguridad de que es imagen de Dios y destinado a ser su hijo en Cristo Jesús, debe proclamarla insistentemente. El Evangelio perfecciona al hombre, no lo destruye. La aceptación gozosa de esa realidad es el punto de encuentro de los hombres de nuestro tiempo y de los creyentes que conviven con ellos. Aunque es verdad que el creyente debe ser sagaz y astuto o sabio para discernir adecuadamente entre las dos realidades contrarias: el bien y el mal.

Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

CANTAREMOS:

      • Iglesia peregrina ……………………………………………108
        • Ten piedad – Gloria – Aleluya
        • Antífona
        • Te vengo a ofrece – Santo – Padre nuestro
        • La Paz
        • Cordero de Dios
      • Señor Dios nuestro………………………………………….169
      • Señor Tú eres nuestra luz ……………………………….171
      • Si me falta el amor …………………………………………178

Cantaremos. 13 de Julio-XV Domingo del Tiempo Ordinario/A

III.1. La parábola del sembrador y su explicación abre estos domingos de lectura continua en los que se nos van a presentar distintas parábolas, que Mateo concentra precisamente en el c. 13. Podemos decir también que esta es una parábola ecológica, por sus símbolos. La semilla que cae en distintas tierras, que después se compara con distintas actitudes, debe ser la Palabra de Dios que conduce nuestra historia, que crea una relación hermosa y llena de sentido.

III.2. Cuando la historia no se contempla desde el horizonte de la Palabra de Dios, entonces todo se resiste a la armonía, a la fraternidad, a la paz, e incluso a la calidad de vida digna para todos. En todo caso, Jesús, con su parábola -ya que la explicación probablemente procede de la iglesia primitiva que era más timorata-, intentaba decir que, pase lo que pase, la Palabra de Dios siempre produce fruto; basta acogerla desde nuestras posibilidades. Unas veces producirá más y otras menos, pero siempre será luz de nuestra vida. Porque en esto de la luz, de la gracia y de la salvación, la cantidad no cuenta de verdad.

III.3. Es muy probable que haya sido la iglesia posterior y su moralismo excesivo, la que se haya propuesto acentuar eso de la cantidad como un perfeccionamiento anhelado, y así se refleja en la explicación de la parábola, donde ya todo se centra en el campo que acoge, no en la semilla. Sin embargo, el profeta de Nazaret era menos perfeccionista y quería trasmitir una confianza inaudita en la fuerza de Dios que nos llega por la palabra profética y por la parábola profética del sembrador. El sembrador sabe que no todo lo que siembra se recoge al final, sino que siendo más realista confía "en conjunto" en la semilla que esparce, es decir, en la palabra que ilumina y que salva.

III.4. Cuando alguien solamente ha podido entregar el 20, o el 60 de su vida (incluso el 30 y el 40), Dios no lo desprecia, sino que lo tiene muy en cuenta. Su amor a los hombres y mujeres que viven en este mundo no le hace despreciar lo que su amor engendra, aunque sea una mínima parte de lo que debería haber sido. Porque para Jesús, en este caso, se trataba de poner de manifiesto la fuerza de la semilla, de la palabra, del evangelio de vida. Porque sin esa semilla, sin esa palabra de gracia y de buenas noticias, no hay manera de que los seres humanos se puedan fiar de Dios y serle fieles. Jesús está sembrado, en esta parábola “el evangelio” frente a le Ley (la Torá). Con el evangelio se entiende que la semilla es gracia; con la ley, lo que vale es la ”producción” en cantidades semejantes a la inversión.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS:

      • El señor nos llama …………………………………………………..272
        • Señor ten piedad – Gloria – Aleluya
        • Antífona
      • Este pan y vino Señor …………………………………….…………91
        • Santo – Padre nuestro – La Paz
        • Cordero de Dios
      • Levanto mis ojos………………………………………………………114
      • Si vienes conmigo…………………………………………………….179
      • Gracias Señor………………………………………………………….101

Cantaremos. Domingo XIV del Tiempo Ordinario /A

Los discípulos habían regresado de una misión y contentos cuentan a Jesús sus experiencias. Mateo nos presenta a un Jesús gozoso porque todo ha salido bien.

Jesús da gracias al Padre porque su mensaje del reino de Dios es comprendido y aceptado por los sencillos y humildes de corazón. Pareciera que la revelación de Dios no encaja en la retorcida mentalidad del mundo y si en cambio en la humilde sencillez del que se sabe limitado, pero deposita en el Señor su confianza. La revelación del amor de Dios que el Señor hace con su vida y sus palabras, penetra como lluvia fecunda, sólo en los corazones que se abren con sencillez al llamado de la Gracia.

Esa Gracia no es limitada, ni parcializada. Es amplia y compasiva para alcanzar y sanar la pobreza y debilidades que son parte de la herencia de sus seguidores…. No nos abandona el Señor cuando nos sentimos cansados por el peso de las cruces inherentes a las dificultades de la vida… y nos dice con su infinita compasión: “Vengan a Mi”….. Ven a Mi, porque Yo puedo aliviar tus cargas y puedo suplir tus limitaciones. El Señor nos conoce hasta lo más profundo de nuestro ser. Aquí nace el “alivio” que Él nos ofrece cuando nos pide que le busquemos y le entreguemos nuestra fatiga, aprendiendo de Él que es manso y humilde de corazón porque Él nos aliviará!

CANTAREMOS:

      • El Seños nos llama y nos reúne…………………………………….272
        • Ten Piedad – Gloria – Aleluya
        • Antífona
      • Este es el momento……………………………………………………..73
        • Santo – Padre nuestro – La Paz
        • Cordero de Dios
      • Señor Dios nuestro……………………………………………………..169
      • Tan cerca de mí………………….………………………………………193
      • Viva Cristo…………………………………………………………………218