En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús:
–«Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Ellas.»
En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía:
–«Éste es mi Hijo amado; escúchenlo.»
En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
–«No cuenten a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de «resucitar de entre los muertos »
Categoría: Evangelio
El evangelio dominical primordialmente.
22 de Febrero–Domingo I de Cuaresma /B
Evangelio según san Marcos (Mc 1,12-15)
En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”.
15 de Febrero. Domingo VI del Tiempo Ordinario /B
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
– «Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
– «Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
– «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera9 en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
8 de Febrero–Domingo V del Tiempo Ordinario /B
Evangelio según san Marcos (Mc 1,29-39)
En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y en seguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano , la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles. Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio y todo el pueblo se apiño junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quien era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron:
– «Todo te andan buscando.»
Él les dijo:
– «Vámonos a los pueblos cercanos, para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido.»
Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
1 de Febrero–IV Domingo del Tiempo Ordinario /B
Evangelio según san Marcos (Mc 1,21-28)
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
– «¿Qué quieres tú de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo ordenó:
– «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo sacudiendo al hombre con violencia y, dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban:
– «¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»
Y muy pronto su fama se extendió en seguida por toda Galilea.
25 de Enero–Domingo III del Tiempo Ordinario /B
Evangelio según san Marcos (Mc 1,14-20)
Después de que arrestaran a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía : “ Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”.
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “ Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron sus redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre, se fueron con Jesús.
18 de Enero–II Domingo del Tiempo Ordinario.
Evangelio según san Juan (Jn 1,35-42)
En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos y, fijando los ojos en Jesús que pasaba, dijo:
– «Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos al oír estas palabras siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos y, viendo que lo seguían, les preguntó:
– «¿Qué buscan?»
Ellos le contestaron:
– «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo:
– «Vengan a ver.»
Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día; Eran como las cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés fue a su su hermano Simón y le dijo:
– «Hemos encontrado al Mesías (que quiere decir “el Ungido”).»
Lo llevó a donde estaba Jesús y éste fijando en él la mirada, le dijo :
– «Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás” (que significa Pedro, es decir “roca”).»
11 de Enero. Bautismo del Señor /B
Evangelio según san Marcos (Mc 1,7-11)
En aquel tiempo, Juan predicaba diciendo: “ Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quién no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo, los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
Por esos días, vino Jesús de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía sobre él. Se oyó entonces uns voz del cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias”.
4 de Enero–II Domingo de Navidad.
Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 1, 1-18)
En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino, y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal,
ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Éste es de quien dije:
"El que viene detrás de mí pasa delante de mí,
porque existía antes que yo."»
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
Dios Hijo único, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.