Categoría: Evangelio

El evangelio dominical primordialmente.

24 de Noviembre. Domingo, Jesucristo Rey del Universo.

Evangelio según San Lucas (LC 23,35-43)

Cuando Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacía muecas, diciendo: “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el elegido”.

También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le decían:” Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Había , en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: “Este es el rey de los judíos”.

Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole: “Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro le reclamaba indignado: “¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho”. Y le decía a Jesús: “Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí “. Jesús le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”

17 de Noviembre. XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario /C.

Evangelio según san Lucas (LC 21,15-19)

En aquel tiempo, como algunos algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas, Jesús les dijo:
–Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando: todo será destruido.
Entonces  le preguntaron:
–Maestro, ¿cuándo va a a ocurrir esto, y cuál será la señal de que todo eso está a punto de suceder?
El les respondió:
–Cuídense de que  nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: «Yo soy el Mesías, el tiempo ha llegado» , pero no les hagan caso. Cuando oigan  hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico.
Porque eso tiene que ocurrir pero todavía no es el fin.
Luego les dijo:
–Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.
Pero antes de todo esto los perseguirán y los apresarán; los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mí. Con esto darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa: porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres ,  parientes,  hermanos, y amigos . Matarán a algunos de ustedes y todos los odiaran por causa  mía.Sin embargo, no caerá ningún cabello de la cabeza de ustedes. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida.

10 de Noviembre. Domingo XXXII del Tiempo Ordinario/C

Evangelio según san Lucas (Lc 20,27-38)

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección y le preguntaron:
Maestro, Moisés nos dejó escrito: «Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano.» Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete han estado casados con ella?.
Jesús les contestó:
–En esta vida hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos, no se casarán. Pues ya no pueden morir, porque serán como los ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: «Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob.» Porque Dios no es Dios de muertos sino de vivos pues para él todos viven.

3 de Noviembre.Domingo XXXI del Tiempo Ordinario/C

Evangelio según san Lucas (Lc 19,1-10)

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a un árbol para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
–Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
Él bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo:
–Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso de pie, y dijo a Jesús:
–Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes,  y si he defraudado a alguien , le restituiré cuatro veces más.
Jesús le contestó:
–Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él  es hijo de Abrahán, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido

27 de Octubre.Domingo XXX del Tiempo Ordinario/C

Evangelio según San Lucas (Lc 18,9-14)

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola sobre algunos que se tenían por justos,  y despreciaban a los demás:
–Dos hombres subieron al templo para orar. Uno era un fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: ¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias.
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios!, apiádate de mi, que soy un pecador.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

20 de Octubre. Domingo XXIX del Tiempo Ordinario/C

Evangelio según san Lucas (Lc 18,1-8)

En aquel tiempo, Jesús, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre sin desfallecer, les propuso esta parábola:
–Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
Vivía en aquella misma ciudad  una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: «Hazme justicia contra mi adversario»; por mucho tiempo no le hizo caso, pero después se dijo: «Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, por la insistencia de esta viuda , le haré justicia,  para que no me siga molestando».
Dicho esto Jesús comentó:
–Si así pensaba el juez injusto,  ¿creen ustedes acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche,y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿creen ustedes que encontrará  fe sobre la tierra?

13 de Octubre-Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según San Lucas (Lc 17, 11-19)

En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
–Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.
Al verlos, Jesús les dijo:
–Vayan a presentarse a los sacerdotes.
Y mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó alabando a Dios en voz alta, y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Entonces dijo Jesús :
–¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?
Después le dijo al samaritano:
–Levántate, vete: tu fe te ha salvado.

6 de Octubre. Domingo XXVII del Tiempo Ordinario/C

Evangelio según san Lucas (LC 17,5-10)

En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El Señor les contestó: “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y los obedecería.
¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: `Entra en seguida y ponte a comer’ ¿No le dirá más bien: `Prepárame de comer y disponte a servirme para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú’ ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porqué este cumplió con su obligación? Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: “`No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer´”

29 de Septiembre. XXVI Domingo del Tiempo Ordinario/ C

Lectura del santo Evangelio según San Lucas (Lc 16,19-31)
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
–Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero nadie se lo daba.
Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.
Se murió también el rico y lo enterraron. Y estando en el lugar de castigo, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán y a Lázaro junto a él, y gritó:
–Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.
Pero Abrahán le contestó:
–Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida y Lázaro en cambio, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú sufres tormentos.
Y además entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros.
El rico insistió:
–Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.
Abráhán le dice:
–Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.
El rico contestó:
–No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán.
Abrahán le dijo:
–Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.