Joe Biden debería dejar de definirse como “católico devoto” debido a su apoyo abierto a la legalización del aborto, exclamó el arzobispo Joseph Naumann.
“Cuando dice que es un católico devoto, los obispos tenemos la responsabilidad de corregirlo. Aunque la gente le ha dado poder y autoridad a este presidente, él no puede definir qué es ser católico y qué es la enseñanza moral católica”, dijo en entrevista con Catholic World Report.
“Lo que está haciendo ahora es usurpar el papel de los obispos y confundir a la gente”, agregó Naumann.
«Sería un enfoque más honesto de su parte decir que no estaba de acuerdo con su Iglesia en este importante tema y que estaba actuando en contra de las enseñanzas de la Iglesia», continuó.
El arzobispo de Kansas City es además el presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
Naumann reclama la inconsistencia de que Biden se declare católico mientras pretende obligar a la gente a apoyar el aborto con el dinero de sus impuestos.
Esto lo dice porque la presente administración demócrata no solo apoyo la legalización del aborto sino que pretende volverlo una campaña internacional y financiarlo con el dinero de los contribuyentes dentro y fuera de casa.
La Prensa del Táchira reseña que en una extenso escrito, el Obispo de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, volvió a alertar que se avecinan tiempos más oscuros para la República ante la imposición del estado Comunal y el proceso de “islamización” a partir del 2021.
“Con la nueva Asamblea Nacional que, nos guste o no, legítima o no (no para ellos) se impondrá en el 2021 el inicio del nuevo Estado: el “comunal”, con la desaparición definitiva de todo lo que huela a “cuarta república” y al pasado. Comienza la nueva etapa, la consolidación de la revolución, sin necesidad de mucho esfuerzo. Tal como lo había adelantado Chávez”, dijo Moronta.
Asegura Monseñor que el proyecto que van poner en práctica eliminará la Asamblea Nacional, los municipios, concejos municipales y cualquier tipo de organización social que aparezca en el ordenamiento jurídico venezolano. “Hasta se cambiarán algunos nombres, por ejemplo el de “parroquia” cuyo origen es eclesiástico”.
Así mismo, denunció que la excesiva presencia de iraníes en Venezuela, llevaría al país hacia un proceso de “islamización” lo que puede generar mayores consecuencias en el futuro. “Hace 10 años se calculaba en 12 mil iraníes operando en el país en áreas específicas.
Monseñor Mario Moronta expone que a los iraníes poco les interesa los recursos venezolanos, porque su mayor interés es establecer una base estratégica de carácter geopolítico. “Venezuela se convierte de forma “pacífica” en un partner de Irán, lograron sin mucho esfuerzo un espacio de penetración en un lugar privilegiado de América Latina”.
Agrega que la llamada revolución bolivariana va cumpliendo su hoja de ruta, con sus motores de la revolución, la propuesta de avanzar en la fecha del 2021 implementando un sistema que lamentablemente, está en vísperas de imponerse.
“Si de verdad somos serios y sinceros en nuestro proceder, considero que hay que hacerlo? es tarde para revertir quizás lo que nos viene. Pero no es tarde si pensamos en la necesidad de prepararnos mejor para enfrentar algo que ya tenemos a la vuelta de la esquina”, alertó el representante de la Diócesis de San Cristóbal.
Destruir la industria petrolera es parte del plan Moronta del Valle explica que en la hoja de ruta del proceso del estado Comunal está la destrucción de la industria petrolera. “La única manera de cambiar la sociedad es destruyendo el aparato productivo, en este caso la industria petrolera, esto para que renazca la nueva Venezuela que se convertirá en potencia, pero desde “el poder popular”.
“En el caso de Venezuela, esto está clarísimo. Nos quejamos pero no pasamos de allí, lamentablemente: nos quejamos de que no hay gasolina, de que los servicios públicos no sirven, de que no hay gas, etc. Y nos quejamos de que en puestos claves parece colocarse “gente incapaz”. En el fondo es parte de la política ideologizada para destruir el Estado e imponer en su debido momento el Estado Comunal a partir del 2021″.
Prosigue en el comunicado, el Obispo eleva las alertas al indicar que desde Chávez y hasta los que figuran en el alto poder, tienen como objetivo aplicar la estrategia “Gramsciana” que está en curso para terminar de imponer el sistema hegemónico y totalitario en el 2021.
¿Qué dijo la Conferencia Episcopal Venezolana? Por Ofelia Avella -Agosto 23, 2020. He leído y releído lo que escribió la CEV y me parece que los obispos fueron muy claros. José Ignacio Hernández hizo un buen resumen en un tweet: “El comunicado de la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana tiene dos conclusiones muy sólidas: (i) las elecciones parlamentarias convocadas son ilegítimas y (ii) frente a ello, no puede asumirse una posición meramente pasiva. La mera abstención no es estrategia”.
Si los obispos no hablaron de las “condiciones” que hay que poner al régimen ante un eventual proceso electoral no es porque no sepan que estas condiciones son necesarias. Pienso que solo hicieron un llamado a la unidad de la oposición, pues ¿de qué condiciones van a hablar si nosotros estamos divididos? ¿Cómo puede hablarse de exigencias al régimen si entre nosotros hay muchos que no creen en un proceso electoral, otros que sí consideran que esa es la vía, otros que están esperando la intervención extranjera, otros un golpe militar y muchos en el medio que no tienen ni idea de qué hacer? Mis hijos me preguntan qué hacer; mis alumnos también. Todos parecemos náufragos perdidos en un mar de confusión sin saber hacia dónde mirar.
Los obispos han dicho lo que había que decir: no hemos logrado ponernos de acuerdo sobre lo que hay que hacer y ante esta gran encrucijada, ¿qué otra cosa pueden decir sino lo que dijeron? Si las ovejas están todas desperdigadas, como Quijotes con sus planes individuales luchando en principio por lo mismo, ¿cómo no va a ser más fácil que el lobo se coma a una mientras el resto se dispersa sin darse siquiera cuenta de a cuáles se va comiendo en el caos?
Lo primero que dijeron es que han hecho varios llamados ante los sufrimientos del pueblo. Dijeron también que la abstención no basta, pues se trata de ser activos. El llamado a la conciencia de los políticos provocó fuertes reacciones, pero si son mínimamente humildes, tendrían que reconocer que el comunicado pone de relieve la gran verdad de la dispersión y del caos que vivimos: no estamos unidos en torno a ningún plan y el tiempo apremia.
Del comunicado no se desprende una subestimación de los años de cárcel de muchos, ni de las injusticias sufridas, ni del exilio de otros. La Iglesia conoce de cerca el sufrimiento de todos y como pastores de su grey cargan con sus necesidades y escuchan sus confesiones. La verdad es que conocen bien lo que los hombres llevamos dentro. Lo único que han dicho es que el pueblo entero sufre. Venezuela entera está fragmentada (como podría decir Tomás Straka). Parece un país archipiélago (como podría decir Elías Pino). Y refleja bien a un Cristo doliente, con los huesos dislocados, las heridas abiertas, un rostro cubierto de escupitazos y blasfemias, burlas e ironías, insultos y mentiras, que asume todas nuestras miserias y mezquindades (como veía Juan Pablo II a su Polonia sufriente).
Pienso que no es momento de buscar culpables, ni de medir quién ha sufrido más que quién, porque todos hemos sufrido de diversos modos. Algunos dolores son físicos y tangibles, como el hambre, las torturas de los presos políticos, la muerte de tantos en las protestas y el agotamiento de todos y cada uno. Otros sufrimientos son invisibles y serán conocidos por pocos o incluso solo por Dios. El político es, además, un servidor del pueblo. Al menos eso espera la gente. Esa es la expectativa de todos. Y un servidor sufre de buena gana por la gente por la que trabaja y si el fin es Venezuela, si de verdad ese es el objetivo de todos nuestros esfuerzos, ¿por qué medir ahora quién ha sufrido más que otros?
À seulement quelques semaines de plusieurs fêtes majeures, les fidèles des différentes religions sont invités à adapter leurs pratiques.
« Ne pas embrasser les personnes, les livres de prières, les mezouzoth et les Sifré-Torah. » Pour lutter contre la propagation du coronavirus, les rabbins et les présidents de communauté ont transmis des consignes strictes. À la synagogue, les fidèles doivent désormais s’asseoir à un mètre les uns des autres, séparés par un siège d’écart. Les offices, eux, sont raccourcis et divisés, pour éviter les rassemblements de plus de cent personnes. Quant aux « événements familiaux », comme les mariages, ils sont reportés sine die, ou limités en termes de participants.
Suspension des prières du vendredi dans les mosquées
De son
côté, le Conseil français du culte musulman (CFCM) a demandé à toutes
les mosquées de « suspendre l’organisation des prières du vendredi ».
L’instance, principal interlocuteur de l’État sur le culte musulman, a
également appelé « toutes les personnes âgées de plus de 70 ans et les
personnes malades ou qui souffrent de troubles respiratoires ou de
handicaps à ne pas se rendre à la mosquée ». « Conformément aux
décisions du ministère des Solidarités et de la Santé, et suivant les
avis religieux prodigués par nos imams, la grande prière du vendredi (salat aljumu’a)
ne sera pas célébrée, et ce jusqu’à nouvel ordre », avait déjà fait
savoir la Grande Mosquée de Paris dans un communiqué publié ce lundi.
« Il est essentiel que les fidèles musulmans participent activement, dans leur comportement, à ralentir la propagation de l’épidémie », a précisé le recteur Chems-eddine Hafiz. Il ajoute que la Grande Mosquée de Paris « continue à accueillir les fidèles pour les cinq prières quotidiennes, mais leur préconise vivement de les accomplir en privé ».
Aucune messe publique ce dimanche en Île-de-France
Depuis
quelques semaines, le coronavirus a également des conséquences sur la
messe. En pleine période de carême, les prêtres catholiques ont été
invités à vider l’eau des bénitiers, à ne pas faire procéder à
« l’échange de paix » (geste qui consiste à serrer la main ou à faire la
bise à ses voisins), à suspendre la communion eucharistique dans la
bouche et à ne plus distribuer de vin aux fidèles. « En ce qui concerne
la Semaine sainte, nous attendons de voir où on en sera, notamment pour
la célébration de Pâques », explique Mgr Matthieu Rougé, évêque de
Nanterre.
Depuis l’allocution du président de la République de jeudi soir, des
mesures supplémentaires ont été mises en place dans les diocèses. « Nous
avons pris la décision de ne pas tenir de messe publique ce dimanche en
Île-de-France », prévient Mgr Rougé, qui invite les fidèles à préférer
les messes en semaine. Les fidèles catholiques sont donc dispensés « de
l’obligation dominicale » d’aller à la messe. En province, elles ne
doivent pas dépasser le seuil de 100 personnes.
« Nous
voulons offrir des moyens de prier tout en respectant les consignes du
gouvernement », souligne ce Mgr Rougé. L’évêque ajoute que son diocèse a
été contraint de suspendre beaucoup d’activités auprès des jeunes,
comme le scoutisme ou les cours de catéchisme. « Nous voulons cependant
trouver des moyens créatifs pour continuer d’animer la prière et
accompagner les fidèles », dit Mgr Rougé, qui évoque les réseaux sociaux
pour maintenir le lien. Pour pallier l’annulation des messes
dominicales et maintenir le lien, la chaîne catholique KTO a par exemple
annoncé renforcer la prière sur son temps d’antenne. À partir de lundi,
la chaîne diffusera deux messes par jour en plus des rendez-vous de
prière.
Monseñor Mario Moronta es un obispo respetado y admirado entre fieles católicos, criticado con dureza y desprecio por los seguidores del chavismo. Este sacerdote, que alguna vez fue cercano a Hugo Chávez, se ha convertido en un líder, cada cierto tiempo habla y escribe señalamientos contra la revolución bolivariana. Como respuesta, es atacado con dureza, como en varias oportunidades ha hecho la ministra Iris Varela. Pero él no se amilana y decidió ir a Europa para insistir en que la crisis venezolana debe verse como emergencia humanitaria.
Llevó al viejo continente la nostalgia de la Venezuela de antes,
resaltando sus recursos naturales y mineros. Recordó diversas etapas
históricas del país, algunas muy dolorosas. “Comenzó a aparecer la clase
de los ‘nuevos ricos’ con sus influencias en el campo de lo político.
La dirigencia se comenzó a alejar de las bases populares”. Hizo críticas
a la corrupción, al populismo.
“En febrero de 1992 se dio la asonada militar dirigida por Hugo
Chávez Frías, seguida por el del 27 de noviembre. Era el mero inicio de
una crisis que desembocaría posteriormente en la llegada al poder de
Chávez en 1999”.
“Se ha olvidado que con Chávez, quien llega al poder no es una clase política, sino la militar. Si bien hubo militares de corte institucionalista, se fue imponiendo el posicionamiento o empoderamiento de muchos militares en la dirección global del país. Un militar convertido en civil, pero con su mentalidad castrense fue penetrando las nuevas generaciones que se iban formando y se les ideologizó”.
El militar manda y punto
Destaca una constante en Latinoamérica, con militares que llegaron al
poder de manera democrática. “Estaban imbuidos de un nacionalismo de
corte ‘nazeriano’ egipcio. El nacionalismo ha sido siempre la plataforma
ideológica de los militares. Esto se sintió en los discursos del
candidato y posterior presidente. Se abrió, entonces, una puerta que no
se ha podido cerrar: con quien tiene mentalidad militar no es tan fácil
negociar para un camino democrático. El militar manda y punto”.
Con la ayuda de grupos radicales y de Cuba -dice- se instaura un
modelo de socialismo de siglo XXI, que presentaba a la democracia como
un espacio de protagonismo del pueblo y de los más pobres. “Se fue
imponiendo un modelo y régimen hegemónico – militarista y
totalitarista”. Y con ello llegaron a los privilegios. “Empezaron a
ocupar los cargos claves de la conducción del Estado. Desde ministerios y
gobernaciones hasta dirección de institutos claves, con el control de
la vida ciudadana y social”.
Habla de situaciones que son desconocidas o minimizadas. “La
destrucción del aparato productivo y de la economía, del valor de la
divisa, la división y casi destrucción del tejido social, la
desvalorización de la persona humana, el deterioro de la educación y de
los servicios públicos, la represión, el encarcelamiento y tortura a los
disidentes (civiles y militares), la burla hacia las instituciones
serias… Ha crecido el hambre y la desnutrición infantil y en personas de
la tercera edad; no se consiguen insumos alimenticios, medicinales y de
otro tipo”.
Monseñor Moronta considera a Venezuela una nación rica pero tremendamente empobrecida. Es a partir de ahí que propone puntos de encuentro en varios elementos.
Se refiere a los diversos grupos de poder: Maduro y cubanos, chavistas fieles al legado de Chávez, los militares empoderados o sostenedores. “Nos encontramos un régimen que puede ser catalogado responsable de crímenes de lesa humanidad, según lo estipulado en el Estatuto de Roma, que tiene vigencia de ley en Venezuela. Una oposición fragmentada y con diversas tendencias con una unidad sumamente frágil”.
“El liderazgo del señor Guaidó no es totalmente aceptado por todos
los factores políticos de la oposición. Hay grupos y partidos que están
negociando con el régimen” y ante ello “una sociedad civil desprotegida y
golpeada”.
El régimen, a su juicio, “sobrevive por estar bien arraigado y
sostenido por la clase militar, por el apoyo de algunos países como
Rusia, Cuba, China”, a la vez que sostiene que el bloqueo “a quien más
golpea es a los pobres y a la clase media”.
Es enfático el sacerdote: “El mundo no ha entendido lo que de verdad
está sucediendo en Venezuela. Comenzamos a sentir que somos una ficha de
un ajedrez geopolítico donde las naciones con más poder, las
corporaciones con más influencias, no muestran preocupación por la gente
sino por sus propios intereses”.
“Es urgente que el mundo, los gobiernos, las instituciones políticas,
legislativas y los organismos de derechos humanos entiendan que lo que
sucede en Venezuela. No es una simple crisis política más o menos
pasajera o superable en escaso tiempo”, sentencia el Monseñor. “Se trata
de una emergencia humanitaria que se agudiza”.
“Pídanles a las corporaciones que están negociando con el ‘arco
minero’ o que venden armas o sacan ganancias del dolor del pueblo, que
no le hagan el juego a la corrupción ni a un régimen con vestidura
democrática pero con el perfume del crimen contra su gente”.
“Les hablo desde el compromiso: con mis hermanos obispos de Venezuela, con los sacerdotes y los laicos más comprometidos en la construcción de la justicia y de la paz, según los criterios del Evangelio, caminamos, acompañamos y compartimos los gozos y esperanzas, así como las angustias y problemas de un pueblo al que pertenecemos y servimos”.
Un médecin vénézuélien adresse à l’AED un témoignage déchirant qui reflète les graves problèmes dont ce pays sud-américain continue de souffrir et dénonce la crise humanitaire due à la carence et au coût élevé des médicaments. S’y ajoutent les défaillances du système électrique national, qui affectent les hôpitaux et empêchent de traiter convenablement les patients.
Dans un message adressé à l’AED, une jeune femme médecin à la voix brisée par les pleurs exprime son incapacité à sauver des vies, par manque de médicaments.
Elle raconte que pendant sa garde à l’hôpital, elle s’est occupée d’une jeune fille qui avait une péritonite aiguë parce qu’elle était déjà arrivée avec l’appendice perforé. Il a donc fallu lui appliquer les lavages requis pour extraire le liquide purulent, mais les médecins n’avaient pas les antibiotiques pour les traitements postérieurs.
8 mois de salaire pour une dose quotidienne d’antibiotique
« C’est les larmes aux yeux que le papa m’a dit qu’il ne pouvait pas continuer à acheter les médicaments, parce que chaque dose coûtait 50 000 bolivars, or il faut trois doses par jour », explique le médecin.
Actuellement, le salaire mensuel minimum au Venezuela est de 20 000 bolivars : il faudrait donc que le père de cette jeune fille rassemble près de 8 mois de salaire pour être en mesure d’acheter une dose quotidienne de l’antibiotique.
« Une fois sortie du bloc, j’ai cherché le père sans parvenir à le trouver, parce qu’il était agenouillé et en pleurs dans un coin de la pièce. Nous accompagnons les gens vers la mort », confie, anxieusement, le jeune médecin. Et ajoute : « Je ne comprends pas les politiciens. Nous [médecins] pouvons résister à l’absence d’eau ou de lumière, nous trouverons des moyens de travailler, mais je ne peux pas supporter de voir les plus pauvres souffrir et enterrer leurs enfants. »
Le regard complaisant des autorités
La Conférence épiscopale vénézuélienne a publié mardi 2 avril un message dans lequel elle réaffirme « la dignité de la personne humaine et ses droits inaliénables », et dénonce elle aussi l’irrespect des droits de l’homme et les « crimes contre l’humanité » que subissent les Vénézuéliens auxquels sont imposés de façon intentionnelle des conditions de vie telles que la privation d’accès aux denrées alimentaires et aux médicaments.
« Malheureusement, cela a eu lieu dans notre pays sous le regard complaisant des autorités censées assurer le respect et la défense des droits de l’homme », s’indignent les évêques dans le message.
Dirigentes políticos del madurismo «tocaron hace 20 días las puertas de la Conferencia Episcopal para saber si tenían derecho de asilo si caía el Gobierno», reveló este domingo el monseñor Mario Moronta, obispo de la Diócesis de San Cristóbal.
La autoridad eclesiástica dirigió unas palabras a los feligreses durante una celebración junto a varios sacerdotes de Táchira para condenar el agravio que sufrió la iglesia Fátima, ubicada en Barrio Sucre, en San Cristóbal, el pasado 1 de mayo, cuando un grupo de guardias nacionales ingresaron con sus motocicletas al recinto y lanzaron bombas lacrimógenas en su interior, reseñó el portal El Pitazo.
Moronta hizo referencia que la Guardia Nacional (GN) justificó la agresión contra la iglesia porque dos presuntos manifestantes se refugiaron ese día en la iglesia Fátima. mientras se realizaba la eucaristía.
«Es verdad, es posible que en muchas de nuestras iglesias se puedan refugiar personas perseguidas, nuestras iglesias tienen en todo el mundo derecho de asilo, pero no se olviden que hace unos años ellos también tuvieron que refugiarse en la Iglesia y que no se les olvide que hace veinte días unos líderes del Gobierno consultaron con la Iglesia si tenían derecho de asilo si caía el Gobierno”, dijo.
Señaló que puede develar los nombres de los dirigentes que estaban solicitando esa medida universal. «Por supuesto la iglesia está abierta para proteger a todos aquellos que sean atacados, a aquellos que requieran una atención. Lo que sí, es que la iglesia no va a ser alcahueta, no va a esconder por esconder, sino proteger para que no se realicen actos contrarios a la vida. La Iglesia va a mantener su actitud de siempre, lo ha hecho a lo largo de 20 siglos, no lo va a dejar de hacer ahora”, indicó.
«Hemos protegido y estamos protegiendo a muchas personas que han sido atacadas, con mucha más razón podemos hacerlo con quienes así lo requieran, pero sin ser alcahuetes y sin ser encubridores, que no lo somos”, reiteró.
La lista documentada sobre persecución a los cristianos 2019, revela que se identifican, países con persecución muy alta, alta y extrema.
Las cifras que se ofrecen son: 4.035 cristianos asesinados, 1847 iglesias atacadas, 3150 cristianos detenidos.
Uno de los 8 motores identificados de persecución de los cristianos, es clásica en regímenes comunistas es la pretensión de controlar la iglesia. En Europa, ha habido un aumento creciente en los ataques a las iglesias. En Francia y Alemania se ha visto un aumento en el vandalismo violento, profanando iglesias y símbolos cristianos en los últimos meses y años.
Según el sitio de noticias alemán PI-News, todos los días en Francia, dos iglesias son profanadas. Se informa al menos 1.063 ataques contra iglesias cristianas o símbolos como crucifijos, íconos y estatuas en Francia en 2018, lo que representa un aumento del 17 por ciento respecto al año anterior.
Recientemente, la histórica Iglesia de San Sulpicio en París fue incendiada después de un servicio de mediodía el domingo. Fue el segundo ataque en un mes después de que la Iglesia Católica de San Nicolás en Houilles encontró su estatua destruida y la cruz del altar en el suelo.
El autodenominado grupo Estado Islámico (EI) reivindicó las explosiones que dejaron al menos 359 muertos y unos 500 heridos en diferentes ciudades de Sri Lanka el Domingo de Pascua.