Parroquia San Andres Apostol

Cantaremos. 24 de Febrero, II Domingo de Cuaresma /C

La transfiguración del Señor puede catalogarse como una “teofanía” o revelación de Dios, que llega a su punto máximo cuando los discípulos despiertan completamente y escuchan una voz solemne que dice: “Este es mi Hijo, el escogido. Escúchenle”. Cuando se ven envueltos en una nube, en aquél ambiente que les es desconocido, quedan asombrados. No entienden nada, pero “Pedro se siente muy bien en aquel lugar”…por eso sugiere al Señor “permanecer allí y construir tres tiendas”.
Tal vez los cristianos, los discípulos de Cristo Jesús, pudiéramos lograr mayor claridad y certeza en la Fe, si lográramos dar a nuestra vida un mayor sentido de oración. Sólo desde el silencio y la meditación es posible vislumbrar un poco más de la verdadera identidad del Señor. Para interiorizar el Evangelio no basta escucharlo distraida y rutinariamente, ni siquiera con la atención que sólo intenta entender. Necesitamos de momentos de silencio y aislamiento para escuchar al Dios vivo que habita en nosotros, permitiendo que sus palabras toquen nuestro corazón y transformen nuestra vida. La Transfiguración es el relampagueo luminoso de la resurrección del Señor y la garantía de nuestra propia resurrección.

CANTAREMOS:

  • Al reunirnos…………………………………………………….6
    • Señor ten piedad-Gloria y honor a Ti
    • Antífona
  • Señor del Universo………………………………………..170
    • Santo-Padre nuestro-La Paz
    • Cordero de Dios
  • Por Tí Señor………………………………………………….134
  • Señor, Tú eres nuestra luz………………………………171
  • Viva Cristo……………………………………………………218

24 de Febrero. II Domingo de Cuaresma /C

Evangelio según san Lucas (Lc 9,28-36)

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar. Y mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes.
De repente aparecieron conversando con él dos personajes, rodeados de esplendor: eran Moisés y Elías. Y hablaban de la muerte que les esperaba en Jerusalem.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; pero despertándose, vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
–Maestro, sería bueno que nos quedaramos aquí y que hicieramos tres chozas : una para ti, otra para Moisés y otra para Elías, sin saber lo que decía.
No había terminado de hablar, cuando se formó una nube que los cubrió; y ellos,al verse envueltos por la nube, se llenaron de miedo. De la nube salió una voz que decía:
–Este es mi Hijo, mi escogido, escúchenlo.
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

¿Cómo hablar de Dios?

¿Cómo hablar de Dios? II: un Dios real y humilde

Hablar de Dios quiere decir, ante todo, tener bien claro lo que debemos llevar a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo: no un Dios abstracto, una hipótesis, sino un Dios concreto, un Dios que existe, que ha entrado en la historia y está presente en la historia; el Dios de Jesucristo como respuesta a la pregunta fundamental del por qué y del cómo vivir. Por esto, hablar de Dios requiere una familiaridad con Jesús y su Evangelio; supone nuestro conocimiento personal y real de Dios y una fuerte pasión por su proyecto de salvación, sin ceder a la tentación del éxito, sino siguiendo el método de Dios mismo. El método de Dios es el de la humildad —Dios se hace uno de nosotros—, es el método realizado en la Encarnación en la sencilla casa de Nazaret y en la gruta de Belén, el de la parábola del granito de mostaza. Es necesario no temer la humildad de los pequeños pasos y confiar en la levadura que penetra en la masa y lentamente la hace crecer.

Benedicto XVI, catequesis sobre la fe

Posted: 16 Feb 2013 02:10 PM PST

Cantaremos. 17 de Febrero.I Domingo de Cuaresma /C

El punto de partida en la historia de Israel, fue el “paso del Dios libertador”, el que lo sacó de la esclavitud de Egipto y lo llevó a la tierra prometida de la libertad. Pero antes tuvo que pasar por la tentación y el desierto, que fueron por decirlo así, sus compañeros de viaje.
La liturgia nos propone a nosotros, nuevo Pueblo de Dios, recorrer durante cuarenta días el mismo camino Pascual que vivió Jesús. Los evangelistas dan comienzo al relato de la vida pública de Jesús, cuyo destino final es la Pascua (Pasíon, muerte y Resurrección) , colocándolo en el territorio del desierto y las tentaciones. El Tentador se presenta ante el Señor para llevarlo sutilmente al campo donde comienza la destrucción y el aniquilamiento: la duda, “Si tú eres el Hijo de Dios….” Estas palabras ambiguas y provocadoras nos recuerdan la primera tentación en el paraiso terrenal…. La duda es el claroscuro que lo falsifica todo y es más peligrosa que la mentira. La ambiguedad es para el espiritu que se encuentra al borde de cualquier posibilidad humana más peligrosa que un ataque directo.

El relato de la tentaciones no fue un capítulo cerrado en la vida de Jesús, como tampoco lo es para su Iglesia. Ser una Iglesia fiel al Señor, hoy, supone la clara conciencia de la las tentaciones más peligrosas que pueden desviarla de su proyecto de vida. Así lo advierte Lucas, al terminar este relato: “el demonio se marchó hasta otra ocasión”. Es decir, que las tentaciones volverán una y otra vez… Seremos acosados por el hambre, y ya sabemos que el ser humano vive de pan, pero no sólo de él. No faltará las tentación del poder y la gloria del mundo, la que encandila y a veces termina encegueciendo al hombre.

“Impulsado por el Espíritu, Jesús se va al desierto”. Cuarenta días significa un lapso de tiempo largo, si se tiene en cuenta el ritmo de la vida humana; en estos cuarenta días, la liturgia nos invita a la oración, a la reflexión y un cambio de vida. Debemos escoger la forma en que acompañaremos al Señor en el recorrido a su misterio pascual. La tentaciones sólo se desvanecen ante la verdadera libertad interior, alimentada con el Pan de su Palabra, el evangelio del Señor.

CANTAREMOS:

  • Juntos como hermanos……………………………………….111
    • Señor ten piedad-Tu palabra me da vida
    • Confio en tí Señor-Tu palabra es eterna
  • Una espiga………………………………………………………..205
    • Santo-Padre nuestro-La Paz
    • Cordero de Dios
  • Este es el ayuno………………………………………………….86
  • Con nosotros está……………………………………………….45
  • Dame un nuevo corazón……………………………………….64

17 de Febrero. I Domingo de Cuaresma /C

Evangelio según san Lucas (LC 4,1-13)

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el demonio.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
–Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
–Está escrito: «No sólo de pan vive el hombre.»
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo, y le dijo:
–Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
–Está escrito: «Adorarás al Señor tu Dios y a él sólo servirás.»
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en la parte más del templo y le dijo:
–Si eres el Hijo de Dios, arrojate desde aquí , porque está escrito: «Los ángeles del Señor tienen órdenes de cuidarte », y también: «te sostendrán en sus manos, para que tus pies no tropiecen con las piedras.»
Jesús le contestó:
–También está escrito: «No tentarás al Señor ,tu Dios.»
Completadas las tentaciones, el diablo se retiró de él, hasta que llegara la hora.

Entrando en el espíritu de la cuaresma

ENTRANDO EN EL ESPÍRITU DE LA CUARESMA .
Antiguamente muchos pueblos de Oriente, incluyendo el pueblo hebreo, acostumbraban cubrirse la cabeza de ceniza, sobre todo cuando querían mostrar un profundo arrepentimiento. También en la primitiva Iglesia, los cristianos se vestían con un hábito penitencial y se cubrían la cabeza de ceniza para manifestar de esta manera su voluntad de convertirse. En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la reconciliación, se presentaban el jueves santo a la Iglesia con la cabeza cubierta de ceniza.
Ya desde el año 384 d.c. la Cuaresma marcó un tiempo de penitencia para todos los fieles y desde el siglo XI, la Iglesia católica da inicio al tiempo de Cuaresma, imponiendo la ceniza a los fieles, invitándolos a la penitencia y a la conversión.

El miércoles de ceniza marca el inicio de la Cuaresma, tiempo de preparación a la celebración de la Pascua, que termina el Jueves Santo después del medio día, recordándonos que somos creaturas y que esta vida es sólo una preparación para nuestro destino final, que es llegar a Dios en la vida eterna. Entre los católicos, la imposición de la ceniza es realizada por el Sacerdote, que hace una cruz sobre la frente de los fieles repitiendo algunas frases extraídas de la Sagrada Escritura, por ejemplo: “Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás” (Gn 3,19) o “Arrepiéntete y cree en el Evangelio” (Mc 1, 14-15). Estas palabras recuerdan a los fieles tres verdades fundamentales: su nada, su condición de pecadores y la realidad de la muerte.
Las cenizas se obtienen quemando las palmas del domingo de Ramos del año anterior. Según la Tradición esto recuerda, que lo que fue gloria pronto termina en la nada. El período de Cuaresma también fue utilizado para preparar a los que iban a ser bautizados en la noche Pascual, imitando a Cristo en los 40 días ayuno en el desierto.

Durante la Cuaresma hacemos penitencia para demostrar nuestro amor a Dios al prepararnos con una auténtica conversión de corazón, que no es otra cosa que la ruptura con el pecado y las malas acciones que hayamos podido cometer. La mejor forma de hacerlo es tratando de vencer nuestros instintos y malas inclinaciones. Algunas Conferencias Epíscopales sustituyen el ayuno y la abstinencia por otras formas de de penitencia, especialmente por obras de caridad, de servicio a la comunidad y otras prácticas de piedad.

La Iglesia también necesita hacer penitencia y confesar su necesidad de conversión. Ella es de Cristo, pero es humana y no es Cristo. No nos debe extrañar que en ella haya pecado. La Iglesia es “santa” porque está animada por el Espíritu de Jesús, pero es pecadora cuando no responde a ese Espíritu y se aleja del evangelio. El pecado puede estar en los fieles y en las instituciones; en la jerarquía y en el pueblo de Dios; en los pastores y en la comunidad. ¡Todos necesitamos de conversión!

Julie Meucci Martínez 11/2/2013

Cantaremos. 10 de Febrero V Domingo del Tiempo Ordinario /C

¡Reconocimiento de la indignidad humana frente a la grandeza personal de Jesús!

«Apártate de mí, Señor, que soy un pecador». Pedro reconoce, ante la manifestación del poder de Jesús (poder que viene del Dios santo), que es un pecador. En el otro extremo está Jesús que es Santo. Dios escucha siempre a los que le son agradables y cumplen su voluntad, es decir, a los santos (Jn 9,31-33). Por eso Pedro se encuentra muy incómodo ante Jesús. Ha descubierto otro aspecto del Maestro y le causa estupor y desconcierto. Según los relatos que encontramos en la Escritura, es la primera reacción ante la presencia de lo divino, de lo del otro mundo, que se hace presente en la historia de los hombres (Jueces 13,19ss). La primera reacción es el alejamiento, porque no es posible permanecer tan cerca de una persona tan superior. No temas: desde ahora, serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Pedro y los demás compañeros, reconocen la presencia de un poder especial que posee Jesús y deciden asociarse a su tarea, a su misión. Pero una vez más la vocación, la llamada, es iniciativa de Dios, en este caso de Jesús. Ante la apertura y el reconocimiento de Pedro y los suyos, Jesús expresa la finalidad del acontecimiento: serás pescador de hombres. Los milagros de Jesús tienen una funcionalidad siempre muy superior y también siempre relacionados con el proyecto salvador de Dios. Seguir a Jesús requiere abandonarlo todo. Sólo de esta manera es posible realizar la itinerancia en la vida evangelizadora. Para viajar a pie, como Jesús, es necesario quedarse con el mínimo equipaje (Mt 10,8-10; Lc 18,29). En una sociedad en que prevalece el poseer y la productividad sobre el ser y la realización humana, estas palabras siguen siendo una paradoja y un desconcierto. Pero siguen teniendo vigencia hoy como ayer. Es necesario mantener la referencia viva y atenta con la persona del Maestro. Él es quien atrae e invita a la gran aventura de la evangelización de todos los hombres para que reconozcan al Dios verdadero y lleguen al conocimiento de la verdad, porque en esto consiste la vida eterna.
Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

CANTAREMOS:

  • El Señor nos llama…………………………………..272
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antifona
  • Tú pones lo demás………………………………….190
  • Santo-Padre nuestro-Danos la Paz……………..273
  • Pescador………………………………………………..127
  • Por Tí Señor…………………………………………..134
  • Sólo el amor…………………………………………..166

10 de Febrero. Domingo V del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según San Lucas (Lc 5,1-11)

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
–Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar.
Simón contestó:
–Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo:
–Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador.
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían conseguido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón:
–No temas; desde ahora, serás pescador de hombres.
Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Cantaremos. 3 de Febrero. IV Domingo del Tiempo Ordinario /C

¡De la admiración al rechazo y al intento de asesinato!

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios… Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos… El escándalo que se produce radica en esta paradoja: a Jesús le conocen bien, ha vivido con ellos y ha trabajado con ellos durante muchos años, conocen bien su procedencia. ¿Cómo es posible que éste sea el Profeta esperado para la plenitud de los tiempos, el Mesías anunciado desde antaño? Por eso se producen dos reacciones entre los oyentes: una primera, de admiración y una segunda, de rechazo. Este encuentro en la sinagoga de Nazaret marca escuetamente el destino de Jesús. Su ministerio será una alternancia de admiración y de rechazo. Él mismo advertirá más adelante, exclamando lleno del Espíritu Santo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y se las has dado a conocer a los sencillos (Lc 10,21-22). Según el testimonio unánime de los evangelistas, Jesús habría afirmado: os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra y entre los suyos. La vocación profética es una llamada gratuita de parte de Dios y no un derecho familiar o hereditario y, por eso, ha de ser siempre un hombre libre. Jesús ha llevado la misión profética a su máxima perfección. Hoy como ayer la autenticidad profética exige esta actitud de total libertad frente a las presiones de intereses a menudo en desacuerdo con su verdadera misión. Los cristianos en medio del mundo son puntos de referencia críticos porque desde el bautismo son, como Jesús, profetas, sacerdotes y reyes. Tarea nada cómoda ni nada fácil. Por eso se trata de un signo de autenticidad.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. El final del relato es sobrecogedor e inquietante. Es una de las afirmaciones más trágicas, relacionadas con Jesús, que encontramos en los relatos evangélicos. Para pertenecer al verdadero discipulado la razón de ser paisano suyo no tiene valor ninguno. Sólo lo pueden ser, responde Jesús, los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen o la hacen realidad en sus vidas. La Iglesia de hoy ha de entender sinceramente que para pertenecer al grupo de los discípulos no hay privilegios. Todo es gratuito como punto de arranque y todo es responsabilidad sincera como puesta en marcha. Si los cristianos, en medio del mundo, viven esta doble experiencia serán testigos convincentes y creíbles del Jesús que sigue vivo.
Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

CANTAREMOS:

  • Cantando la alegría de vivir………………………….37
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antífona
  • Este es el momento…………………………………..73
    • Santo-Padre nuestro-La Paz
    • Cordero de Dios
  • El Señor es mi fuerza…………………………………80
  • Viva Cristo………………………………………………218