Parroquia San Andres Apostol

Cantaremos. 19 de Agosto. Domingo XX del Tiempo Ordinario

La liturgia de este domingo permite que nos fijemos en la propuesta de Jesús, que es la preparación e invitación a compartir el banquete del cordero pascual. Este banquete sellará por completo la alianza que Dios estableció con su pueblo. Ahora ese pacto queda cumplido en Jesucristo y está abierto a toda la humanidad, sin ninguna excepción.

Compartir el cuerpo y sangre de Cristo es la verdadera Eucaristía y es el compendio de su entrega al plan de Dios, que conocemos como Reino de Dios. Este dato puede abrirnos a una dinámica nueva de vida, basada en la alegría de compartir junto a Cristo y los hermanos, nuestra condición de ser hijos de Dios.

La mesa de la Palabra y de la Comida, como signos específicos cristianos, y fuente de la fe que profesamos. La Palabra es fuente de revelación, es donde Dios se comunica con el hombre y es el inicio de una relación y una alianza. El pan y el vino son alimentos sencillos, imprescindibles, que van a tomar un significado más profundo en Jesús a través de su entrega para dar la vida al mundo, es un mensaje que está abierto a la humanidad.

Saber reconocer al Señor como fuente de vida y de alegría es identificar a un Dios que apuesta por la vida, por la alegría de vivir el encuentro con Jesucristo que es nuestro fundamento. Así nuestra fe hay que vivirla en clave celebrativa, con entusiasmo e ilusión. Pero no de forma ilusoria, pues en el caminar humano existen momentos alegres y otros que más bien son tristes, pero integrando todo tipo de vivencias en Dios, como garantía de cercanía y de entrega total.
Fr. Julio C. Carpio Gallego O.P.
Convento de S. Esteban (Salamanca)

CANTAREMOS:

  • Entrada: Vienen con alegría………………….219
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antifona
  • Ofertorio: Una espiga………………………….205
    • Santo-Padre nuestro-Cordero de Dios
  • Comunión : Pescador de hombres……………128
    • Si vienes conmigo………………………..178
  • Despedida : Tomado de la mano………………191

19 de Agosto. Domingo XX del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según San Juan (Jn 6, 51-58)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
–Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo.
Disputaban entonces los judíos entre sí:
–¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Entonces Jesús les dijo:
–Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come, vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.

Cantaremos. 12 de Agosto, XIX Domingo del Tiempo Ordinario /B.

El que cree tiene vida eterna… El que coma de este pan vivirá para siempre… Y yo lo resucitaré en el último día. La oferta de Jesús alcanza a los más profundos anhelos del hombre: el deseo de disfrutar de la vida para siempre. La alternativa vida-muerte sigue estando presente en el discurso. La señal de que Jesús procede del cielo, como recordábamos el domingo pasado, es que los padres comieron el maná en el desierto pero murieron. Este dato de experiencia desmiente la pretensión de que el maná viniera del cielo, porque del cielo no puede venir la muerte. Jesús ofrece la alternativa contraria: la señal de él ha bajado del cielo es que ofrece un pan, él mismo, que es fuente de vida; no sólo es un pan vivo, sino un pan vivificante. Y todavía añade el último redactor de este evangelio que “él lo resucitará en el último día”. No hemos proclamado ni el domingo pasado ni este, el v. 37 que dice: Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no le echaré fuera. Este versículo recuerda, de nuevo, la tradición sapiencial y la escena de los orígenes: los padres fueron expulsados del paraíso. Jesús realizará el proyecto original, restaurando plenamente la vida perdida allá en los orígenes como efecto del pecado . Vida y resurrección son una oferta global para el hombre total. Y esta oferta de vida es ilimitada, no sólo para el pueblo de Israel, sino para todo el mundo. El autor ha pasado de la contemplación de Jesús como Pan-Sabiduría a la presentación de Jesús como Pan-Eucaristía. Esta palabra la necesita la humanidad atenazada por la experiencia de la muerte y de la destrucción.
Fr. Gerardo Sánchez Mielgo
Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)

CANTAREMOS:

  • Entrada: El Señor nos llama y nos reune…………………………..272
    • Señor ten piedad-Gloria Aleliya
    • Antifona
  • Ofertorio: En la Patena………………………………………………68
    • Santo-Padre Nuestro-Cordero de Dios
  • Comunión: Señor, Tu eres nuestra Luz……………………………171
    • Si me falta el amor……………………………………………..178
  • Despedida: Viva Cristo………………………………………………218

12 de Agosto. XIX Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según San Juan (Jn 6,41-52)

En aquel tiempo, criticaban los judíos a Jesús porque había dicho «yo soy el pan bajado del cielo», y decían:
–¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre?, ¿cómo dice ahora que ha bajado del cielo?
Jesús tomó la palabra y les dijo:
–No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me ha enviado.
Y yo lo resucitaré el último día.
Está escrito en los profetas: «Serán todos discípulos de Dios».
Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí.
No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que viene de Dios: ése ha visto al Padre.
Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo.

Cantaremos. 5 de Agosto XVIII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Las turbas están profundamente impresionadas ante la estruendosa multiplicación de los panes realizada por Jesús y quieren hacerlo rey. Jesús en cambio, sabe muy bien cuál es el carácter de esta fe mesíanica que los empuja. Se retira, pero poco después lo alcanzan en Cafarnaúm y tiene lugar el incidente reseñado por Juan en el capítilo VI. No le buscan porque han oído hablar de Dios, sino porque quieren apoderarse de su bienhechor para establecer un reino mesíanico temporal. Jesús los desconcierta diciéndoles que “trabajen, no por el alimento que perece, sino por el que perdura hasta la vida eterna“. El pan es necesario y por eso nos enseña a pedir al Padre, que no falte nunca el pan en nuestra mesa. Pero no podemos olvidar que hay en nosotros otra hambre que va más allá del alimento material y que éste no puede calmar. Jesús se presenta como ese Pan que nos viene del cielo. Los alimentos sacian el hambre de cada día, pero Jesús nos dice, que sólo Él es Pan de vida eterna. Al creer en Jesús, es comienza a vivir en nosotros algo que no terminará con la muerte. Jesús es el verdadero alimento, garantía de vida eterna.

CANTAREMOS:

  • Entrada: Al reunirnos…………………………..6
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antifona.
  • Ofertorio: Este y vino Señor…………………91
  • Santo-Padre nuestro.
    • Danos la paz……………………………273
    • Cordero de Dios
  • Comunión: Pascua-Canto de comunión…..135
    • Un pueblo que camina…………………174
  • Despedida: Si me falta el amor…………….178

5 de Agosto. XVIII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Evangelio según san Juan (Jn 6,24-35)

En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
–Maestro, ¿cuándo has venido aquí?
Jesús les contestó:
–Os lo aseguro: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros.
Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura, dando vida eterna, el que os dará el Hijo del Hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.
Ellos le preguntaron:
–¿Cómo podremos ocuparnos en los trabajos que Dios quiere?
Respondió Jesús:
–Este es el trabajo que Dios quiere: que creáis en el que él ha enviado.
Ellos le replicaron:
–¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «Les dio a comer pan del cielo».
Jesús les replicó:
–Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.
Entonces le dijeron:
–Señor, danos siempre de ese pan.
Jesús les contestó:
–Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará nunca sed.

Cantaremos 29 de Julio. XVII Domingo del Tiempo Ordinario

Cantaremos. XVII Domingo del Tiempo Ordinario
Por alberto, Sábado, 14 de julio 2012

Sal. 144, 10-11. 15-16. 17-18

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

CANTAREMOS:

  • Entrada
    • El Señor nos llama y nos reune………………53
    • Señor ten piedad-Gloria-Aleluya
    • Antífona-Aleluya
  • Ofertorio
    • Te ofrecemos Señor…………………………170
    • Santo-Padre nuestro-La Paz-
    • Cordero de Dios
  • Comunión
    • Tu pones lo demás…………………………..145
    • Donde hay caridad y amor………………… 134
  • Despedida
    • Viva Cristo…………………………………….218

29 de Julio. XVII Domingo del Tiempo Ordinario /B

Lectura del santo Evangelio según San Juan (Jn 6,1-15)

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe:
–¿Con qué compraremos panes para que coman éstos ? (lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer).
Felipe le contestó:
–Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro le dijo:
–Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero, ¿qué es eso para tanta gente?
Jesus le respondió:
–Decid a la gente que se siente en el suelo.
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron: sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos:
–Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
–Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo.

Pio XII. Enciclica Summi Pontificatus, 1939.

ESPECIAL
Que entre encíclicas te veas…

ALEJANDRO OROPEZA G.

ImagenEl que no es chavista no es venezolano” HC “La espada puede imponer condiciones de paz, pero no puede crear la paz” Pio XII
N o se persigue insistir y seguir gastando tinta sobre la ya eterna polémica del papel jugado por la Santa Sede durante el periodo de existencia del III Reich alemán y, en general, las posiciones asumidas en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, es conveniente traer y recordar algunos hechos puntuales referido a dicho periodo, poniendo atención sobre un personaje por demás interesante de la historia: Pio XII, elegido Papa el 2 de marzo de 1939, a seis meses del inicio de la conflagración mundial y a seis años de ejercicio del poder por Adolf Hitler. Este Papa cuyo nombre era Eugenio Pacelli, nacido en Roma en 1876, le tocará ejercer su pontificado en uno de los periodos más terribles de la historia de la humanidad, no sólo por la guerra, sino que tendrá que dirigir la diplomacia del Vaticano ante realidades complejas, confusas y enfrentadas: el ya señalado III Reich, la Italia de Mussolini, la España del triunfo de Franco, la Rusia de Stalin, es decir las tipologías típicas de los regímenes totalitarios del Siglo XX, además de la persecución contra los judíos, los cristianos y como corolario el Holocausto. Es, Pio XII, una de las personalidades más enigmáticas y polémicas del periodo, comenzando por decir que conocía de cerca a la sociedad alemana y los vericuetos del poder en ese país, ello por cuanto fue Nuncio en Múnich en 1917, luego en Berlín entre 1920 y 1929.

Pero, no se pretende hacer una ficha histórica del personaje, sino apreciar de cerca el primer documento emitido por el Pontífice, su primera encíclica Summi Pontificatus, publicada el 20 de octubre de 1939 ya en plena guerra europea. Un documento que hoy día, en la realidad de Venezuela y de América Latina, adquiere significación sorprendente. Y ello, porque muchos de nuestros pretendidos líderes subcontinentales desearían escapar de la identificación posible que se pueda hacer de sus ejercicios de poder con las aseveraciones, advertencias y opiniones que recoge este documento papal. En definitiva, la encíclica fija posición muy clara en el plano de la política exterior de la Santa Sede, evidenciándose que está dirigida contra la Alemania nazi, tanto en lo que respecta a la caracterización y la práctica del régimen político instaurado por Hitler, como en lo que respecta al conflicto germano-polaco.

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