Parroquia San Andres Apostol

Reflexión del Evangelio de hoy

En comunión unos con otros

Juan, discípulo que parece ausculta el corazón de Dios, nos transmite parte de su testimonio. “Lo que hemos oído os anunciamos…” Dios es luz sin oscuridad.

El símbolo de la luz transmite con fuerza la ausencia de todo lo que pueda oscurecer el mensaje del Amor en nuestra vida. Caminar en la luz, caminar en su Presencia, buscar la veracidad. Caminar en la luz nos reconcilia con el Padre si hay alguna pequeña oscuridad en nuestra vida.

Acojamos esta invitación del Apóstol Juan a caminar en la LUZ que nos reconcilia con Dios y nos pone en comunión con nuestros hermanos.

Centrando nuestra mirada

Sabemos que los evangelios no son crónicas, en el sentido de una sucesión de hechos históricos que narran lo sucedido en tiempos de Jesús.

Sabemos también que cada evangelista, a modo de catequesis, se dirige a su comunidad y da a conocer la figura de Jesús, quién es Jesús para ellos.  Transmite la fe recibida y anima a su comunidad en ese mismo camino de la fe.

Mateo, en los relatos de la infancia de Jesús, establece un paralelismo entre Moisés, el caudillo que liberó a los israelitas de la esclavitud de Egipto y Jesús que traerá la salvación a todos los hombres. Aquí se acentúa el carácter extraordinario de su nacimiento.

La comunidad de Mateo formada por judeocristianos y una gran mayoría procedente del paganismo, se encuentra con dos figuras claves que reafirman la aceptación de Jesús como Mesías. De  una parte, José, procedente de la casa de David, que escucha y obedece la voz de Dios manifestada en sueños, y los Magos procedentes del pueblo gentil que buscan y aceptan al Mesías.

En este sentido los relatos de la infancia de Jesús tienen más de simbólico que de hechos históricos verificables. No obstante, este pasaje de Mateo tiene para nosotros, varios aspectos que iluminan nuestra reflexión.

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28 de Diciembre. Fiesta de los Santos Inocentes. Mártires.

Evangelio según san Mateo ( Mt 2,13-18)

Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”.

José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado.

Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.

26 de Diciembre. Evangelio según san Lucas. Fiesta de la Sagrada Familia.

Evangelio según san Lucas (Lc 2 , 41-52)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.

Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia”. Él les respondió: “¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?” Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.

Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres.

Homilía Natividad del Señor

Y el ángel les dijo: os traigo una buena noticia ”

Hace casi un mes que nuestros pueblos y ciudades respiran un cierto sabor navideño aromatizado de luces que engalanan calles e invitan al paseante, circunspecto por la rapidez del paso del tiempo, a sumergirse en una vorágine de preparativos (la mayoría de ellos materiales) para los que pequeños negocios y grandes establecimientos pregonan tener el regalo perfecto, el aditamento lustroso, las viandas más suculentas… con el fin de que todo desemboque en la dicha de celebrar lo que llamamos ‘Navidad’.

Además, son las segundas ‘navidades covid’ y, aunque en algunos lugares más privilegiados, la situación haya ido mejorando poco a poco, hay muchos pueblos de nuestro mundo a los que apenas se han asomado las vacunas y los medios que el esfuerzo humano va logrando para superar la pandemia. ¡Qué grandes son los humanos cuando se unen para luchar y mejorar la vida! La otra cara es la de constatar que siempre hubo velocidades (‘posadas’ lo llama el evangelio de la Nochebuena) para según qué países (más bien según qué personas y con qué recursos). ‘Navidades covid’ que también para muchos de nuestro lado se desdibujaran como imposturas de tristeza y anhelos de lo perdido… para todos ellos también ha de ser Navidad.

Puedo imaginar que, algo más de 2000 años atrás, lo que dio origen a nuestras navidades, se parecía más a un anhelo, a un misterio y a un desafío que a una fiesta. Y, sin embargo, hay un algo que permanece. Pudiéramos nombrarlo como deseo de ser con otros, como deseo de amar, como necesidad de encuentro, como posibilidad de creer (aunque sea sutilmente y a regañadientes de lo religioso) de que, en lo humano, hay algo tan grande, misterioso y bondadoso que hasta a Dios se le antojó como posibilidad, como plenitud, como complicidad compartida y lugar de redención. Lo humano, lo de Dios humanado, lo divino de lo humano….  

Fr. Ismael González Rojas
Convento de Ntra. Sra. de Atocha (Madrid)

25 de Diciembre. La Natividad del Señor (Navidad) Misa de medianoche.

Evangelio según san Lucas (Lc 2,1-14)

Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa, que estaba encinta.

Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.

En aquella región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre”.

De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!”

Comentario Bíblico. Evangelio: Lucas (1,39-45): María: confianza absoluta en Dios

III.1. El evangelio de Lucas relata la visita de María a Isabel; una escena maravillosa; la que es grande quiere compartir con la madre del Bautista el gozo y la alegría de lo que Dios hace por su pueblo. Vemos a María que no se queda en el fanal de la “anunciación” de Nazaret y viene a las montañas de Judea. Es como una visita divina, (como si Dios saliera de su templo humano) ya que podría llevar ya en su entrañas al que es “grande, Hijo del Altísimo” y también Mesías porque recibirá el trono de David. ¡Muchos títulos, sin duda! Es verdad que discuten los especialistas si el relato permite hacer estas afirmaciones. Podría ser que todavía María no estuviera embarazada y va a la ciudad desconocida de Judea para experimentar el “signo” que se le ha dado de la anunciación de su pariente en su ancianidad. Por eso es más extraño que María vaya a visitar a Isabel y que no sea al revés. La escena no puede quedar solamente en una visita histórica a una ciudad de Judá. Sin embargo, esa visita a su parienta Isabel se convierte en un elogio a María, “la que ha creído” (he pisteúsasa). Gabriel no había hecho elogio alguno a las palabras de María en la anunciación: “he aquí la esclava del Señor…”, sino que se retira sin más en silencio. Entonces esta escena de la visitación arranca el elogio para la creyente por parte de Isabel e incluso por parte del niño que ella lleva, Juan el Bautista.

III.2. Vemos a María ensalzada por su fe; porque ha creído el misterio escondido de Dios; porque está dispuesta a prestar su vida entera para que los hombres no se pierdan; porque puede traer en su seno a Aquél que salvará a los hombres de sus pecados. Este acontecimiento histórico y teológico es tan extraordinario para María como para nosotros. Y tan necesario para unos y para otros como la misma esperanza que ponemos en nuestras fuerzas. Eso es lo que se nos pide: que esa esperanza humana la depositemos en Jesús. Pero es verdad que leído en profundidad este relato tiene como centro a María, aunque sea por lo que Dios ha hecho en ella. Dios puede hacer muchas cosas, pero los hombres pueden “pasar” de esas acciones y presencias de Dios. El relato, sin embargo, quiere mostrarnos el ejemplo de esta muchacha que con todo lo que se le ha pedido pone su confianza en Dios. Por el término que usa Lucas en boca de Isabel “he pisteúsasa”, la que ha creído, significa precisamente eso: una confianza absoluta en Dios. Si no es así, la salvación de Dios puede pasar a nuestro lado sin darnos cuenta de ello. María y Dios o Dios es María son la esencia de este relato. No es que carezca de su dimensión cristológica, pero todavía no es el momento, para Lucas, de conceder el protagonismo necesario a su hijo Jesús. Asimismo, el salto en el vientre de Juan también es primeramente por la “confianza” de María en Dios. Eso es lo que la hace, pues, la “hija de Sión” del profeta Sofonías.

III.3. Porque hoy también hay una “hija de Sión” y una presencia de Dios en nuestro mundo: Es la comunión de los servidores, de las personas audaces, de los profetas sin nombre, de los que hacen la paz y de los que sufren por la justicia. Una hija o comunidad que supera los límites de cualquier Iglesia determinada y configurada como perfecta. Son como la prolongación de María de Nazaret ante la necesidad que Dios tiene de los hombres para estar cercano a cada uno de nosotros. De ahí que en el Cuarto Domingo de Adviento la liturgia expone el misterio de Dios a nuestra devoción. Y debemos aprender, no a soportar el misterio, sino a amarlo, porque ese misterio divino es la encarnación. Ello significa que la vida se realiza en conexiones mayores de las que el hombre puede disponer y comprender. La vida tiene cosas más profundas para que el hombre pueda gobernarlas, comprenderlas o producirlas a su antojo. Y es que todo lo que nosotros creemos que es lo último, en realidad es lo penúltimo; así nos sucede casi siempre. Y por eso es tan necesaria la fe. De ahí que, con toda razón, este Domingo propone como clave de vivencias la fe; fe en la encarnación, en que Dios siempre esta a nuestro lado, en que debe existir un mundo mejor que este. Y esa fe se nos propone en María de Nazaret, para que advirtamos que el hombre que quiere ser como un dios, se perderá; pero quien acepte al Dios verdadero, vivirá con El para siempre.

III.4. El Cuarto Domingo de Adviento es la puerta a la Navidad. Y esa puerta la abre la figura estelar del Adviento: María. Ella se entrega al misterio de Dios para que ese misterio sea humano, accesible, sin dejar de ser divino y de ser misterio. Y por eso María es el símbolo de una alegría recóndita. En la anunciación, acontecimiento que el evangelio de hoy presupone, encontramos la hora estelar de la historia de la humanidad. Pero es una hora estelar que acontece en el misterio silencioso de Nazaret, la ciudad que nunca había aparecido en toda la historia de Israel. Es en ese momento cuando se conoce por primera vez que existe esa ciudad, y allí hay una mujer llamada María, donde se llega Dios, de puntillas, para encarnarse, para hacerse hombre como nosotros, para ser no solamente el Hijo eterno del Padre, sino hijo de María y hermano de todos nosotros.

Fray Miguel de Burgos Nuñez.

19 de Diciembre. IV Domingo de Adviento.

Evangelio según san Lucas (Lc 1,36-45)

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

Misa de Aguinaldos, Urbanización Monte Elena.

Invitación a la misa de aguinaldos de la Urbanización Monte Elena el día 16 de Diciembre a las 5.00 p.m.

Al igual que en años anteriores se hará en el cruce de las calles Santa Isabel con San Antonio.

Un pequeño compartir estará a la entrada de la casa Punto Alto. Esperemos a los vecinos en los cantos al Niño Dios con alegria, fe y esperanzas para el Año entrante.

Guardaremos las previsiones recomendadas anti COVID.

Misas de Navidad y Año nuevo 2021

MISAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2021

Viernes. 24 de diciembre
6:00 p.m.
MISA DE NOCHEBUENA
Sábado, 25 de diciembre
12:00 m  
MISA DE LA SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Domingo, 26 de diciembre
5:00 p.m.
MISA DE LA FIESTA DE SAN ESTEBAN, PROTOMARTIR
Lunes 27 de diciembre
5:00 p.m.
MISA DE LA FIESTA DE SAN JUAN APOSTOL Y EVANGELISTA
Martes, 28 de diciembre  
5:00 p.m.
MISA DE LA FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES MARTIRES
Miercoles, 29 de diciembre  
5:00 p.m.
MISA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARIA Y JOSÉ  
Jueves, 30 de diciembre
12:00 m
MISA DE LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ
Viernes, 31 de diciembre
4:00 p.m.
5:00 p.m.  

HORA SANTA  

MISA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
Sabado, 1 de Enero
12:00 m.
 
MISA DE LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS