Nota: He tachado algunas palabras que pueden herir la sensibilidad de algunas personas, pero que para algún español, es hablar diario.Correcto o no, lo que vale es el contenido. Velen, velen por cumplir.
ENFERMEDAD
Roger Vilain Sábado, 26 de Noviembre de 2011
No sé si será peor a medida que pase el tiempo, si iremos al abismo como ganado al matadero o algún día pongamos freno. Lo cierto es que uno vive su rutina y en el medio aparecen aromas putrefactos, síntomas de la enfermedad que vive este país.
En estos días me encontré una cartera. Negra, pequeña, de piel, y entonces documento de identidad, Visa y Master, buena cantidad de efectivo. Pasta importante, diría un amigo a quien le excita el tintineo de las monedas.
Ahí, en el café que frecuento para ver pasar la vida, fumar tabaco y leer a pierna suelta sin que nadie se percate de que existo, un letrero daba cuenta del asunto: “Cartera extraviada, cuero negro, no muy grande, cierre dorado. Si la encuentra, por favor notificarlo aquí. Buena gratificación”. Hablé con Marcelo, el viejo dependiente, conversador como nadie, amigo de sus amigos y catador de vinos “porque es lo mejor que se puede beber en este mundo”.
– Viejo, yo tengo esa cartera.
Cogió el teléfono y al terminar dijo que mañana, a tal hora, estaría la dueña por ahí. Era alta, delgada, mayor, una anciana dulce y bien trajeada. Se alegró cuando Marcelo me puso frente a ella. Saludé y le devolví lo que había hallado. Cuando iba a largarme me llamó, noté sorpresa, algo de estupefacción o qué sé yo, “joven, venga, le voy a dar su recompensa”.
Uno sabe que las cosas andan mal, a estas alturas nadie va a decirme cómo se juegan las cartas aquí o allá, pero confieso que me entristeció, algo así como verificar otra vez lo que ya sabemos desde hace mucho: que vamos para atrás, que nada, que para construir un país y para crear futuro es preciso cambiar desde mil flancos diferentes.
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