Parroquia San Andres Apostol

Cantaremos – XXIII Domingo del Tiempo Ordinario /C

El verdadero discípulo de Jesús tiene que amar lo que él ama.

Lucas ha sacado en conclusión de todo esto lo que afirma en el v. 33: “quien no renuncia (apotássomai: se separa) de todos sus bienes, no puede ser mi discípulo” ¿Por qué?¿quería enseñar a odiar la riqueza o amar la pobreza? Pues ni una cosa ni la otra. Jamás Lucas pide amar la pobreza en sí. Quiere que todo se ponga en común, como señala en Hch 4,34, para que no haya indigentes entre los cristianos; o sea, la razón de renunciar a los bienes es para que no haya pobres e incluso para que haya justicia en el mundo. Es verdad que no debemos atenuar la fuerza del texto, y la lectura que podemos hacer del evangelio tendrá distintos tonos según el contexto cultural y social donde se viva. Debemos ser conscientes de que la pobreza y la riqueza existen personificadas: hay ricos, pocos; y muchos pobres. Pero hay bienes suficientes en el mundo para que todos tengan lo necesario. El mundo es injusto por causa de los que aman las riquezas y el poder; en muchos casos esos amores los trasmite la familia, el clan, el entorno, los intereses de clase y de grupo. Ese mundo se desmorona ante la radicalidad del Reino y de la vida de Jesús. Buscar la seguridad en los bienes de este mundo es poner el corazón en aquello que nos aleja de Dios (ponerlo en Mammón, el dios del dinero). La renuncia a la familia y a los bienes, tiene su lógica y su espiritualidad profética. Supone, es verdad, un cierto escándalo: el escándalo del reino de Dios.

Por tanto, el redactor del evangelio de Lucas, como catequesis en su lectura de la tradición de Jesús a su comunidad cristiana, ha sacado sus consecuencias prácticas: decidirse por Jesús debe ser primordial. Y en momentos determinados de la vida, quizás en situaciones límites o concretas, debemos preferir la radicalidad del evangelio, que es la radicalidad del Reino de Dios (de la voluntad de Dios) a las imposiciones religiosas, sociales y políticas de los “nuestros”. Eso no significa odiarlos, pero no podemos tener problema de conciencia, en nombre del evangelio, de “separarnos” (apotássomai) de su mundo y de sus imposiciones. Eso es lo que debe significar hoy, sin duda, el “odiar”: separarnos de sus criterios, de sus imposiciones injustas y de sus caprichos o de tradiciones ancestrales y sagradas, a veces, que no se pueden mantener si no dignifican o liberan de verdad. Esto, para la actitud de los cristianos en el mundo contra la injusticia, la guerra, el mercantilismo o una globalización inmisericorde, debe ser la verdadera alternativa de identidad. Si no lo hacemos, por no traicionar el entorno de “los nuestros”, habremos perdido nuestra identidad como seguidores de Jesús y de su evangelio.

Fray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura

CANTAREMOS:

      • Iglesia peregrina ………………………………………. 108
        • Señor ten piedad –Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este es el momento …………………………………..  73
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Hay un barco en la playa
      • Tan cerca de mi ………………………………………. 193
      • Viva Cristo ……………………………………………… 218

4 de Septiembre–XXIII Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según San Lucas (Lc 14,25-33)

En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo: “Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar’.

¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz.

Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo”.

Amazonía: Acuerdo entre la REPAM y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos

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Iglesia \ Mundo

Amazonía: Acuerdo entre la REPAM y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos

SHARE:(RV).- La red eclesial pan amazónica REPAM y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos han firmado un acuerdo por el que  se fomenta la promoción, la defensa y la obligación de respetar esta región de América del Sur que cuenta con una extensión de más de 6 millones de kilómetros cuadrados repartidos entre nueve países.

Mons. Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo (Perú) y representante del CELAM para la REPAM,  explica el gran significado que tiene este paso en el que se fija la posición de la Iglesia en una relación más directa para ayudarnos los unos a los otros en la búsqueda del bienestar “de nuestros hermanos indígenas de la Amazonía que experimentan la opresión y la presión de las industrias extractivas “.

Laudato Sì es la base del compromiso

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Cantaremos–XXII Domingo del Tiempo Ordinario /C

Jesús, el Maestro, es muy directo en sus enseñanzas y su manera de actuar es diáfana y firme. La sanación del hidrópico en día sábado, (14, 1-6), nos deja en claro la denuncia que hace, frente a la manera de entender el precepto sabático que tenían sus contemporáneos israelitas, y en general toda la ley.

Invitado a comer en una casa importante, se fija en el comportamiento de los invitados tratando de ocupar los primeros lugares. Va directo al grano, y enseña que, en el reino de Dios, nadie ocupa los primeros lugares, ni por derecho ni por cortesía, sino que lo conquistan los que hayan renunciado a esa manera humana de pensar y de vivir y se hayan puesto al servicio de los demás. (14,1-6)

Las enseñanzas de Jesús parten del mundo en que vive, de aquello que todos ven y están experimentado todos los días. Los personajes de Jesús han seguido vigente en todas las épocas y lo están en nuestros días, social, política y aún religiosamente.(14,7-|4). El histrionismo salta a la vista de inmediato ya que desde que entra en escena busca instintivamente los primeros lugares. Presumen de lo que no tienen, no saben o no hacen y creen que el dinero de los demás les engrandece y el incienso de la iglesia les pega una virtud que no poseen. Empezando por nosotros, debemos estar alerta, ya que el amor propio nos puede hacer creer que que nuestros defectos son virtudes y las virtudes son defecto.

Al Profeta de Nazaret le atrajo siempre la humildad y nunca tuvo reparo en señalar el barniz de fachada. Ser auténticamente cristiano no es fácil: nos seduce su evangelio pero sus exigencias son muy duras: no es fácil amar, servir, perdonar en un mundo donde los anti Valores se ganan todos los trofeos.

Este fragmento de Lucas termina con una bienaventuranza: “dichoso tú cuando no puedan pagarte, porque te pagarán cuando resuciten los justos”.(14, 14)

CANTAREMOS:

      • El Señor nos llama y nos reúne
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
      • Este pan y vino
        • Santo – Padre Nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Vaso nuevo
      • Tan cerca de mi
      • Viva Cristo

28 de Agosto – Domingo XXII del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según san Lucas (Lc 14, 1.7-14)

Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:

“Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”.

Luego dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”.

El paso de la muerte a la vida es una “Puerta estrecha”, dice Jesús en el Evangelio

Palabras del Papa ( 5 minutos) mp3

Cuando Jesús enseñaba por los pueblos, una persona de la muchedumbre le preguntó “¿Señor, es verdad que son pocos los que se salvan?”. Entonces Jesús habló de una “Puerta”: “Traten de entrar por la puerta estrecha … ustedes, desde afuera, golpearán la puerta pero él responderá ‘No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!’ (Cfr. Lucas 13,22-30).

Me preguntó y te preguntó ¿cuál es el paso de la muerte a la vida para vos y para mí hoy?

En el Año de la Misericordia la “Puerta santa”, es símbolo del pecado a la Vida plena de los hijos de Dios. Y Francisco, comparó la Puerta santa con la puerta de la ciudad de Naím del Evangelio (cfr. Lucas 7, 11-17), donde Jesús encontró a la viuda que salía al cementerio con su hijo único muerto, se compadeció y se lo resucitó. “Al pasar por la Puerta de la Misericordia, recordemos el episodio del Evangelio, sucedido en la puerta de Naím… -dijo el Papa en la catequesis del 10 de agosto de 2016-, cruzando el umbral realizamos nuestra peregrinación hacia la misericordia de Dios que, como al joven muerto, repite a todos: “Yo te lo ordeno, levántate” Al cruzar la Puerta Santa, tratemos de sentir en nuestro corazón esta palabra: “Levántate”. La palabra poderosa de Jesús puede levantarnos y obrar también en nosotros el paso de la muerte a la vida”.

Quizá la Puerta estrecha de hoy para vos y para mí es pasar la Puerta santa de la diócesis, después de un buen examen de conciencia, una confesión sacramental sincera, cumplir la penitencia y vivir el propósito de enmienda en el amor a Dios y al prójimo como a nosotros mismos. @jesuitaGuillo

Cantaremos – XXI Domingo del Tiempo Ordinario /C

En el camino hacia Jerusalén, Jesús va, no como un peregrino más….  El evangelista Lucas dice que va recorriendo aldeas  predicando el reino de Dios. Enseña que Dios es un Padre bueno que ofrece su salvación a todos.  Sin embargo, algunos critican su mensaje, sobre todo, viendo su acogida a publicanos y prostitutas.  Sospechan que Jesús está siendo un demagogo ofreciendo la salvación a todos por igual… incitando tal vez a una vida relajada moralmente y a una moral tan elástica que da para todo!

De pronto, un desconocido le pregunta por el número de los que se salvarán. Y Jesús da una respuesta que disipa toda duda: “Esfuércense en entrar por la puerta estrecha”…. La salvación no es un premio por igual para justos y pecadores….Es importante vivir la vida responsablemente, respondiendo con los hechos a ese Padre bueno. No es suficiente con llamarse “hijos de Abraham”, ni haber encontrado en el camino al Mesías…. Su código de justicia es muy claro: “Sean compasivos como el Padre; no juzguen y no serán juzgados”……

“Entrar por la puerta estrecha” significa hacer como Jesús: tomar la cruz de cada día y vivir como él, buscando ante todo, el reino de Dios y su justicia.  Ciertamente, no es un camino fácil…hay circunstancias en la vida que hacen este camino muy difícil y tendremos que aprender con el esfuerzo de cada día a responder a sus exigencias…. Jesucristo es una puerta siempre abierta. Nadie la puede cerrar. Sólo nosotros si nos cerramos a su perdón.

CANTAREMOS:

      • Reunidos en el nombre del Señor 
        • Señor ten piedad – Gloria
        • Aleluya – Antífona
        • Te vengo a ofrecer
        • Santo – Padre nuestro
        • La Paz – Cordero de Dios
      • Como el siervo al agua va
      • Por Ti Señor
      • Llegará la Libertad

21 de Agosto – XXI Domingo del Tiempo Ordinario /C

Evangelio según san Lucas (Lc 13,22-30)

n aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”

Jesús le respondió: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’ Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’.

Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera.

Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”.

Pacto San Antonio de Padua: iniciativa que acerca la Casa Común al Ciudadano.

La Encíclica Laudato Si reconoce la necesidad de incorporar a los actores locales en la tarea de enfrentar los desafíos que plantea los problemas comunes del Planeta. El Papa hace un llamado para que la generación presente actúe con responsabilidad pensando en las generaciones futuras y en tal sentido, es oportuno señalar que en Venezuela, el artículo 127 de la Constitución reconoce que esa labor de cuidar el ambiente no sólo es un deber, sino que también es un derecho. 

https://4.bp.blogspot.com/-72TD2Lj1Tso/V7IsYCYSFSI/AAAAAAAABUo/YOUPSF7ZGPQEKYdIASEBOZiSxRglM5sQwCLcB/s1600/LOGO%2BPACTO%2BPADUA.pngEl primer capítulo de Laudato Si, identifica los principales problemas que afectan a la “Casa Común”, que es la forma como el Papa Francisco se refiere al Planeta Tierra; esos problemas son: la contaminación ambiental, producida por el manejo de los residuos; el agua potable y limpia; el crecimiento desmedido y desordenados de las ciudades; los riesgos sobre la biodiversidad y la rapidez con la que se impone el mundo digital y que no necesariamente avanza previendo garantizar el bien común.

El capítulo V de la Encíclica es dedicado al diálogo como línea de acción básica y fundamental, en su contenido se exhorta a que los habitantes tenga un espacio privilegiado en ese diálogo, pues resulta imposible repensar la relación del hombre con el ambiente, sin incluirlo como actor y sin valorar las particularidades de cada cultura, de cada sociedad, pues como bien señala la Encíclica, la calidad de vida no es algo que se pueda imponer, por el contrario, la misma debe ser asumida y entendida desde cada dinámica en particular. 

Para que ese diálogo funcione, el Papa Francisco recuerda que es esencial la información, lo que supone, que todos los actores involucrados tengan la oportunidad de valorar los riesgos, las posibilidades, pero es esencial, advierte la Encíclica que la participación de los ciudadanos trascienda a la simple decisión de un proyecto, para llegar a los niveles de seguimiento y monitoreo de esos proyectos. La sinceridad y la verdad en las discusiones científicas y políticas, deben acompañar el contenido de la información y el espíritu del diálogo. 

La Encíclica Laudato Si expresa su confianza en la capacidad de las instancias locales de impulsar grandes cambios; principalmente, porque reconoce que en esas instancias es donde mejor se puede orientar algunas acciones concretas como la modificación del consumo, el desarrollo de una economía de residuos y reciclaje, la protección de especies y la programación de una agricultura diversificada con rotación de cultivos.

Una interesante iniciativa que puede representar un importante ejemplo de cómo se concreta el llamado a diálogo y a enfrentar los problemas de la Casa Común expresados en la Laudato Si desde actores locales y mediante un diálogo formal, se ubica en Argentina y es denominada Pacto de San Antonio de Padua.

La iniciativa argentina fue impulsada desde enero 2016 por un grupo de intendentes del partido judicialista de la Provincia de Buenos Aires y a lo largo de estos meses, se han sumado al Pacto Alcaldes de Chile[1] y Gobernadores y Alcaldes del Uruguay[2].

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